Featured

Bienvenidos a Más allá de Pangea. Con la tecnología de Blogger.

0 Los beneficios del mar en nuestra salud.

   En verano miles de personas se desplazan a la costa para disfrutar de la playa. Para la mayoría el principal objetivo es obtener un bonito moreno, sin embargo hay muchas otras razones que deberían tenerse en cuenta, una de ellas es el mar. El Sol es necesario, imprescindible, pero en su justa medida (unos 20-30 minutos al día). La obsesión por estar bronceado ha supuesto la aparición de un trastorno llamado tanorexia, consecuencia de un mundo basado en la apariencia más que en la realidad, con daños para nuestra propia salud física y mental. El bronceado sólo responde a una moda, y no debemos dejarnos influir por corrientes sino tener un conocimiento más amplio, lucir moreno es una consecuencia natural, es una respuesta defensiva de nuestro cuerpo ante la luz solar que ningún producto químico debe poner en riesgo, porque el Sol hace mucho más que ponernos morenitos.


Introducción.

Se puede lucir un bronceado sin quemarse y sin protector solar haciendo dos cosas muy sencillas, simplemente aprovechando horas del amanecer o del atardecer, y tomando alimentos con nutrientes que fortalecen nuestra piel como la zanahoria o el aceite de onagra (hay muchos más). El efecto será más duradero y eficaz si eliminamos la comida industrial o procesada, promovida con grandes campañas, movida por la enfermiza productividad, abarata la materia prima a favor de lo artificial, son alimentos desnaturalizados, antifisiológicos y que están ocupando un lugar en nuestro organismo que entorpece su correcto funcionamiento, su acumulación genera / agrava enfermedades y trastornos. Un documental sumamente interesante a este respecto es: Homo Toxicus.

Si no podemos evitar las peores horas de Sol, las más intensas del verano, debemos usar un protector solar seguro, si bien los que se venden no nos inspiran mucha confianza, son absolutamente prescindibles si asumimos que esa manía de querer permanecer bajo el Sol durante horas es perjudicial. En este artículo aprenderemos que disfrutar de la playa no debe obedecer nunca a razones puramente estéticas sino a razones que nutran nuestro ser en todas sus dimensiones: física, mental y espiritual, estas cosas tan fundamentales que nuestra sociedad moderna parece empeñada en desmantelar. La luz solar que nos nutre nos proporciona salud, cuya consecuencia es el buen aspecto. Pero esto no es el objetivo, sino la natural consecuencia de hacer las cosas correctamente. Antes que la imagen y la propaganda importa por encima de todo nuestra salud y la reflexión, que no deben ser anulados bajo ninguna circunstancia, menos aún por intereses comerciales.

La sinergía del mar, la arena, el aire y el Sol.

Uno de los aliados más poderosos que hallaremos en la playa es el mar, las ventajas y propiedades que ofrece son tan increíbles que en poco tiempo puede generar cambios tan beneficiosos en nuestro organismo que se pueden comprobar con un simple análisis de sangre.

Disfrutando del agua marina, de la arena que pisamos, de la luz solar, de la brisa, todo combinado revierte en gran medida beneficios en el organismo. El baño marino tomado con frecuencia puede convertirse en una poderosa medicina, tal vez por ello, no interese que se den a conocer ciertas propiedades que forman parte de la Naturaleza, de la que somos parte, algo que parece también hemos olvidado. Actuamos ciegamente entusiasmados con los dictados de esta sociedad tecnológica que parece orientada en casi en su totalidad al servicio de intereses industriales desmedidos de unos pocos y la supresión de los intereses fundamentales de todos, el conocimiento y la voluntad son víctimas de este sometimiento.

El Sol, el agua, el aire ionizado, la arena, potencian al máximo las capacidades autocurativas de nuestro organismo. La talasoterapia precisamente trata de la aplicación de estos elementos, especialmente el agua marina, para revitalizar todos nuestros sistemas, optimizar todos nuestros recursos, eliminando o aliviando incluso problemas de salud. El efecto de un baño en el mar puede parecer liviano, sin embargo, cuando se adopta como costumbre influirá en nuestro organismo como una excelente medicina pero sin efectos secundarios como la mayor parte de los innecesarios y cada día más oscuros fármacos industriales.


En el mar se encuentran todos los componentes que existen en el organismo, no por casualidad el mar es el elemento del que procede la vida. La riqueza mineral abunda en el medio marino, se sabe que muchas enfermedades prosperan por la carencia de uno o varios de los llamados oligoelementos, imprescindibles en su dosis correcta para el equilibrio en los niveles más profundos de nuestro cuerpo y mente. Dentro del agua marina, a través de nuestra piel se absorben más de 90 elementos indispensables para su correcto funcionamiento.

Pero no es el simple baño de mar con su riqueza mineral lo que proporciona esta serie de ventajas, otros factores que se combinan como la presión del agua, la ionización del aire, la luminosidad solar, el efecto relajante del vaivén de la olas, contemplar el horizonte, el sonido de las olas, la temperatura del agua… todo en conjunto multiplica los efectos positivos fortaleciendo, reactivando, reequilibrando todos los procesos del organismo.

Efectos positivos de un relajante baño en el mar.

   Llegó el momento de exponer cuáles son esos efectos tan beneficiosos y que podemos adquirir como un rico complemento nutricional, y siempre que las medusas y la contaminación nos lo permitan:

1.- Fortalecimiento del sistema inmunitario. Incremento del número de glóbulos rojos, las ventajas ante una anemia son evidentes, y sobre todo de los glóbulos blancos, constituye una mejora notable de las defensas.

2.- Beneficios en músculos, huesos y articulaciones. El simple esfuerzo de mantener el equilibrio ante el vaivén de las olas tonifica los músculos, además de mejorar todas las dolencias y trastornos musculares, articulares, vertebrales, reumáticos y circulatorios. Hacer ejerció dentro del agua, cada uno dentro de sus posibilidades es una magnífica decisión, pero no forcemos en una sesión lo que debe hacerse con constancia y suavidad.

3.- Mejoras en el Sistema Circulatorio. La frescura de un baño de mar produce un efecto masaje que favorece el sistema circulatorio fluyendo la sangre hacia la piel para después retornar hacia los órganos, los beneficios para problemas de circulación en las piernas son excelentes, especialmente cuando actúa la presión del agua sumergidas en el fondo.

4.- Beneficios en el sistema respiratorio. La humedad del ambiente marino fluidifica las secreciones con la consecuente ventajas para el sistema respiratorio, muy útil frente a las afecciones leves.

5.- Optimización del Metabolismo. Aumenta la capacidad del cuerpo para obtener nutrientes de los alimentos. El aire marino aporta cantidades significativas de Yodo estimulando la tiroides, una de las principales glándulas que regulan el metabolismo, incrementando la absorción de proteínas y corrigiendo el exceso de acidez del organismo

6.- Mejora del sistema hormonal. Las hormonas son mensajeros químicos que tienen especial importancia en el crecimiento, desarrollo y reproducción de una persona. Otro beneficio del agua marina es que contribuye al buen funcionamiento de las glándulas hormonales, hoy corrompidas por disruptores endocrinos (alteradores de genes) introducidos en los alimentos y otros muchos productos cuyas sustancias tóxicas acaban dentro de nuestro cuerpo. Causarán enfermedades y trastornos físicos y psíquicos que han sido y serán heredados por las siguientes generaciones como demuestran los últimos avances de la epigenética.

7.- Reactivación profunda de procesos bioquímicos del organismo. El baño de mar se enriquece de las sales minerales filtradas por nuestra piel produciendo mejoras en los procesos enzimáticos que son los que asimilan nutrientes, elaboran tejidos y fabrican las hormonas principalmente, y mucho más.


8.- Aumenta positivamente nuestro estado de ánimo. En realidad es una cadena donde todo está interrelacionado. La mejora del sistema circulatorio y nervioso, junto a la concentración de iones negativos de la atmósfera marina, unido al movimiento de vaivén del agua ejerce un efecto de bienestar al aumentar la producción de serotonina, la calma que nos relaja y mejora nuestro estado interior, aliviando todos los males de esta falsa era de progreso: estrés, depresión, fatiga crónica, déficit de atención, inhibición intelectual, falta de reflexión, cronificación y multiplicación de las enfermedades, etc.


El simple acto de contemplar el horizonte relaja, proporciona equilibrio y armonía espacial, una sensación de libertad y apertura que gozaban nuestros antepasados, y que hoy día ha sido mermada por las masivas arquitecturas despersonificadas, y el hábito de estar siempre encajonados en habitaciones, nuestra vista también se ha atrofiado. El ojo humano desde sus orígenes se concibió para la larga distancia y el dominio visual, para sentir la inmensidad y trascendencia de todo lo que le rodea.

  

9.- Efectos positivos para el sistema nervioso. El cambio de temperatura, la acción de las sales minerales actúan produciendo una reacción en todos los sistemas del cuerpo, interconectados por el sistema nervioso y favoreciendo un equilibrio del sistema vegetativo que rige todos los procesos fisiológicos del cuerpo.

10.- Purificación y fortalecimiento de la piel. La combinación de las sales minerales marinas y el Sol actúan unidas contribuyendo a la purificación de la piel, eliminando impurezas luchando contra el acné, psoriasis, etc… Así, es importante que al salir del agua marina, no nos sequemos con una toalla, dejemos que el Sol y los minerales del agua interactúen en nuestra piel en la absorción de nutrientes y que además la purificación ataque a muchos huéspedes indeseables.


SUGERENCIAS PARA ENTRAR EN EL AGUA.

Siempre es mejor entrar en el agua con el estómago vacío o casi vacío, el cambio brusco de temperatura puede producir el famoso corte de digestión. Es preferible pasear por la orilla durante 20-30 minutos, el primer contacto del agua con los pies va ir adaptando nuestra temperatura corporal al nuevo medio y nos prepara para la inmersión, y una vez calentados por el ejercicio del andar y calor del Sol (siempre las primeras horas o las últimas del día, además así evitaremos la masificación si la playa suele ser concurrida). Llegado el momento podemos introducirnos paso a paso, hasta la cintura, en varias fases, mojar los brazos, torso, nuca, cabeza, un pasito más hasta llegar a los hombros. Se recomienda siempre entrar despacio, siempre que las olas nos lo permitan. Y sin darnos cuenta ya estamos dentro nadando, buceando, o dejarnos mecer por las olas flotando boca arriba con los brazos extendidos, un auténtico placer. Es importante saber que antes o durante el baño, si se produce un tiritar, debemos abandonar inmediatamente el agua, y si se quiere probar más tarde, siempre que creamos que nos encontramos bien. No permanecer dentro más de 15 minutos, un buen indicador es mirar si los dedos se arrugan.

No olvidemos cuando decidamos no bañarnos rociar con agua los brazos, torso, cara, para depurar y nutrir las zonas de piel que nos interesen, continuemos disfrutando de la orilla, de la acción purificadora del Sol y de la brisa, del contacto con la arena... En otras estaciones, cuando no se va tan ligero de ropa, también podemos acercarnos a la orilla aunque bañarse sea algo mucho más audaz, no nos privaremos de todos los beneficios que hemos aprendido, en su justa medida.




Abrir

Delete this element to display blogger navbar

 
Powered by Blogger