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1 Rayos Cósmicos. Secretos de la Cosmoclimatología

La cosmoclimatología es una ciencia interdisciplinar que estudia las relaciones entre el clima de la Tierra y los procesos que ocurren en el cosmos, como la masiva lluvia de rayos cósmicos, entre otros factores astronómicos que han influido en el cambio climático como fenómeno natural universal. El clima es cambio continuo, dado que los agentes causales son dinámicos. La cosmoclimatología asume que los cambios climáticos observados tienen una destacada correlación con el flujo de rayos cósmicos que la Tierra ha recibido en los últimos millones de años. No debe sorprender que el Sol una vez más, ejerce un papel director en este proceso, favoreciendo o disminuyendo la llegada masiva de estas partículas que vamos a ver a continuación. Lo más fascinante de esta teoría es que reúne fenómenos microcósmicos (física de partículas) con fenómenos del macrocosmos (astrofísica) para explicar el funcionamiento de mecanismos desconocidos hasta ahora, un nuevo horizonte de la ciencia muy prometedor.

En los comienzos de la investigación fueron denominados rayos, pero en realidad tratamos con astropartículas. Los rayos cósmicos son en su mayoría núcleos de átomos, protones, neutrinos, que bombardean la Tierra constantemente viajando a una velocidad cercana a la luz. No se han hallado hasta la fecha partículas más energéticas en el universo, pues poseen hasta cien millones de veces más energía que cualquier otra partícula conocida. El estudio de los rayos cósmicos permitió descubrir nuevas partículas subatómicas como el positrón y el muón, inaugurando la ciencia física de partículas elementales.


Introduccion

Los Rayos Cósmicos (RRCC), fueron descubiertos por el científico austríaco Victor Hess (1883-1964), en uno de sus vuelos en globo aerostático, se jugaba la vida subiendo a más de 5000m, detectó la llegada de partículas energéticas a la atmósfera en 1912, las calificó como “radiación penetrante proveniente del espacio”. Esta foto histórica tiene más de un siglo:


El interés creciente por este hallazgo llevó a incesantes estudios científicos, y en 1930, los astrofísicos W. Baade (1893-1960) y F. Zwicky (1898-1974) ya sugerían que esta radiación era resultado de explosiones de estrellas, ellos son quiénes acuñaron el término supernova. Esta conclusión es provisional pues la procedencia específica de los RRCC es aún un misterio, se acepta comúnmente el origen intra y extra galáctico resultado de explosiones de estrellas. No obstante, justamente este año 2013 un equipo astrofísico del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg estudiando la supernova SN1006 parece haber resuelto este enigma (NIKOLIC, S. et al. An Integral View of Fast Shocks Around Supernova 1006. Science 5 April 2013. Vol. 340 no. 6128 pp. 45-48. DOI: 10.1126/science.1228297) y (ACKERMANN, M. et al. Detection of the Characteristic Pion-Decay Signature in Supernova Remnants. Science 15 February 2013. Vol. 339 no. 6121 pp. 807-811. DOI: 10.1126/science.1231160)

A veces no somos conscientes que el propio sistema solar viaja a través de la galaxia, y aún más importante, la propia galaxia viaja a su vez a través de la inmensidad del universo. Es fundamental tener esto en cuenta ya que la cantidad de rayos cósmicos que abordan la Tierra ha oscilado con el tiempo hasta unos valores cien veces superiores a los actuales. Considerar la cosmoclimatología seriamente permitirá comprender mejor la historia paleoclimática y las variaciones naturales del clima, muchas de ellas más extremas, que han sucedido siempre en nuestro planeta. Es imposible eludir toda explicación que no incluya al astro rey, que ha gobernado y sigue rigiendo el clima en todo el sistema solar. Asimismo el propio Sol está sometido a la influencia de factores siderales muy poderosos, cuya mecánica desvela numerosos ciclos de duración muy variada, los más conocidos son los ciclos solares de 11 años, pero existen otros más largos que demuestran que el estudio del Sol como del resto de las estrellas no ha hecho más que comenzar y nos aporta una información extraordinariamente valiosa.

El sabio Nikola Tesla (1856-1943) llegó a calcular que la Tierra recibe del Cosmos una energía tremenda que estimó en 200 billones de voltios, desde luego esto es energía descomunal. Y toda ella nos está dando en la ionosfera, una parte siempre está penetrando en el planeta, especialmente en los polos. La entrada masiva de estas partículas está regulada por la actividad intensa o declinante del Sol, que ejerce un papel fundamental en el flujo de rayos cósmicos que recibe la Tierra.



En el video podemos apreciar, además de una estupenda música, el roce producido en la ionosfera por la radiación cósmica, que incluye otras muchas partículas además de los RRCC, que fueron confundidos un tiempo con los rayos gamma, por esta razón se les acabó también llamando rayos. En los años 30 del siglo XX fue el Premio Nobel de Física Robert Milikan (1868-1953) quien los denominó rayos cósmicos (rayos por la mencionada confusión con los rayos gamma, y cósmicos porque proceden del Universo). El halo verde visible en el video es el gas ionizado, energía prácticamente ilimitada que recarga el planeta con billones de electrovoltios y kiloamperios. Si en la Tierra tuviéramos nuestros ojos adaptados para ver los RRCC, en la superficie siempre veríamos un extraño "nevar" en todas partes.

Los RRCC sólo se pueden contemplar con una máquina especial llamada cámara de niebla, que fue inventada en 1929 por el físico ruso Dimitri Skobelzyn (1892-1990). Podemos ver a continuación un práctico video que reproduce una de estas cámaras de niebla, que incluso se puede construir en casa. Lo que se aprecia son rayos cósmicos secundarios (astropartículas que han ido perdiendo energía encontrando cada vez mayores cantidades de átomos, especialmente oxígeno y nitrogeno, interaccionando con la nube de electrones o el núcleo. Los Rayos Cósmicos secundarios serían electrones/positrones, piones cargados y neutros, muones, neutrinos...). En esencia, la interacción de los Rayos Cósmicos con los núcleos atmosféricos genera una auténtica cascada de partículas que llegan al suelo. La existencia de extensas cascadas de partículas secundarias fueron descubiertas en 1938 por el físico Pierre Auger (1899-1993), que será uno de los creadores del CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear) y del CNES (National Center for Space Physics) o Centro Nacional para la Física del Espacio.




La interrelación Sol y Rayos Cósmicos.

El Sol ha sido y sigue siendo el piloto principal de los cambios climáticos del planeta. No vamos a desarrollar todos los ciclos solares que existen (ciclo Hale de 22 años, ciclo Gleissberg de 80-90 años, ciclo Suess 150-200 años, o el Hallstattzeit de 2300 años…) que combinados acumulan consecuencias importantes. Los ciclos solares repercuten en los también numerosos ciclos naturales terrestres interdependientes que expresan el pasado, presente, futuro y constante cambio climático. Simplemente repasemos que el descubrimiento del ciclo solar más antiguo y famoso se atribuye al sabio alemán H. Schwabe (1789-1875), que buscando un planeta muy cercano al Sol que de haber existido hubiera sido Vulcano, y estudiando las observaciones de otros astrónomos adivirtió que el número de manchas solares no era constante a lo largo del tiempo sino que aumentaba y disminuía en ciclos de 8-13 años (promedio de 11 años), su hallazgo fue verificado más tarde recibiendo el nombre de ciclos Schwabe.

Poco después el astrónomo inglés Edward Walter Maunder (1851-1928), descubrió la relación entre las manchas solares y la actividad magnética solar, se percató que ciertos fenómenos naturales como las auroras boreales eran provocadas por el magnetismo solar (viento solar), que también afectaba a muchos aparatos de medición terrestre. Su investigación determinó la existencia del “Mínimo solar Maunder” (una cota baja del ciclo Suess) que fue un período acaecido entre los siglos XVII y XVIII, el período más frío de la Pequeña Era de Hielo que vivimos y de la que nos venimos recuperando con una natural subida de temperaturas como ha sucedido siempre.



La ausencia de manchas solares significa que existió una bajísima actividad solar y por tanto, una bajada global de temperaturas, esto produjo desastres en cadena por casi todo el mundo, ruina agrícola, hambre, hubo heladas que provocaron congelaciones de ríos como el Támesis, el Ebro, el Sena, o el Ródano, incluso el mar Báltico se llegó a congelar completamente permitiendo el paso de un ejército sueco a Dinamarca en 1658, hecho que está pasando de nuevo en estos últimos años, decenas de cruceros quedaron atrapados recientemente entre otros muchos efectos que se pueden contemplar en casi todos los países del globo. El mínimo Maunder es sólo uno más de muchos otros mínimos solares que afectaron a escala global, como el que padecemos actualmente (bautizado como mínimo solar Eddy, primero del nuevo milenio y que acaba de comenzar). En el último milenio hemos tenido 5 mínimos solares (Oort, Wolf, Spörer, Maunder y Dalton). La historia está salpicada de máximos y mínimos solares bien documentados con períodos de calentamiento y enfriamiento globales. El cambio climático no es nuevo, no es una situación anómala, sino que es algo que siempre ha ocurrido.


En 1908 fue el astrofísico George Ellery Hale (1868-1938), inventor del espectroheliógrafo, quien demostró que las manchas solares estaban asociadas a fuertes campos magnéticos que determinaban intensas fases de actividad solar, (ciclos Hale de 22 años). Así pues, sabemos que la Tierra siente los cambios cuando el número de manchas solares crecen o disminuyen. Teniendo en cuenta estas breves nociones podemos ahora abordar la interrelación de nuestra estrella con los Rayos Cósmicos y cómo influye en el sistema climático de la Tierra. El estudio de estas partículas extraordinarias formó parte de los programas de investigación en la carrera espacial USA-URSS.



Los primeros satélites Explorer que fueron enviados en 1958, estaban equipados con contadores Geiger, eran capaces de contar el flujo de radiación, así como el satélite soviético Sputnik III, verificaron que en alturas de 2000-2800 Km el número de partículas se reducía hasta cero. Es decir, no registraban concentraciones de partículas similares a las halladas en menores alturas, lo cual resultaba cuanto menos que intrigante. Fue entonces, cuando el director del programa de radiación cósmica, el físico James A. van Allen (1914-2006) entre otros científicos abordaron esta cuestión. Una posible explicación que resultó ser la correcta señalaba que la disminución a cero podía deberse a una saturación de partículas que dejaban inoperativos los instrumentos de medición. Para evitar posibles colapsos de aparatos el Explorer IV fue con medidores “blindados” con plomo para protegerlos de la alta radiación que se esperaba encontrar, que de hecho así fue, pero mucho más alta de lo imaginable.

En esta foto de 1958 podemos ver de izquierda a derecha. Dr. William H. Pickering, director del JPL (Jet Propulsion Laboratory), el Dr. James Van Allen (físico nuclear de la Universidad de Iowa), y el Dr. Wernher von Braun, (ingeniero aeroespacial, uno de los más importantes diseñadores de cohetes del siglo XX) sostienen un modelo a escala del primer satélite estadounidense, el Explorer I.

Los datos aportados por las sucesivas misiones hallaron la existencia de dos regiones de radiación de alta energía que circundan la Tierra. Este descubrimiento espoleó la investigación y así nuevos satélites con mayor alcance, los Pioner, que rebasaron los 100.000Km de altitud mostraron que teníamos dos bandas de alta radiación rodeando a la Tierra (en el esquema inferior coloreadas en verde), fueron llamados “cinturones de radiación Van Allen” en honor a este físico estadounidense, son dos cinturones que rodean la Tierra cargados con partículas de alta energía.


En estos cinturones quedan atrapados entre muchas partículas los RRCC a lo largo de líneas de fuerza magnética. Como nota simpática, cabe señalar que esta captura de partículas había sido ya predicha por un astrónomo aficionado, N. Christofilos (1916-1972), que en su momento envió su trabajo pero nadie le prestó atención; sólo cuando otros llegaron a la misma conclusión se le reconoció el mérito y desde entonces a la captura de partículas en los cinturones de Van Allen se le llama "efecto Christofilos". Suele pasar. Dejaremos para otra ocasión la peculiar entrada a la Tierra de los RRCC a través de los polos magnéticos, que casualmente son donde se forman los agujeros de ozono y donde los hielos crecen y decrecen como ha sucedido durante miles y miles de años.

"Creo que no hay ningún científico que no esté de acuerdo en que el campo magnético interplanetario desempeña un papel crucial en la transferencia de energía desde el espacio interplanetario al campo magnético de la Tierra".

Dr. GORDON ROSTOKER. Departamento de Física. Universidad de Alberta.


En la imagen inferior la Tierra es representada como un pequeño pequeño granito (escudado por su campo magnético o magnetosfera fuertemente "deformada" no es simétrica como se esperaba, expresada en azul) en lucha titánica contra el abismal campo magnético de nuestra estrella, vibrando con el viento solar (causante también de las tormentas magnéticas terrestres). El alcance del viento solar rebasa más allá de Plutón delimitando la heliosfera (o “atmósfera” solar; vivimos dentro de la "atmósfera" solar). Estar dentro de la heliosfera significa que todo lo que sucede en el Sol nos afecta de manera contundente, condicionando todos los ciclos naturales que afectan al clima del planeta que son muchísimos y dependientes.

En los años 60 del siglo XX científicos daneses empezaron a sospechar que los rayos cósmicos juegan un papel fundamental en la formación de nubes. A finales del siglo XX, dos emimentes físicos daneses Henrik Svensmnark y Eigil Friis-Christensen, analizando los registros satelitales se percataron que los cambios en la nubosidad dependían de la intensidad de los Rayos Cósmicos que llegaban a la troposfera. Habían descubierto que cuando hay mayor radiación cósmica, sucede una mayor formación de nubes. (SVENSMARK, H. y FRIIS-CHRISTENSEN, E. "Variation of Cosmic Ray Flux and Global Cloud Coverage. A Missing Link in Solar-Climate Relationship". Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics, Vol. 59, No. 11, pp. 1225-1232. 1997)


En base a este descubrimiento, el Sol nuevamente juega un rol determinante debido a que la cantidad de radiación cósmica que llega a la Tierra está determinada por el viento solar, que a grosso modo hemos visto que son infernales "llamaradas" de plasma caliente que lanza el Sol cargadas de iones y magnetismo que alcanzan la Tierra y se extienden más allá del planeta enano Plutón.




El comportamiento del Sol en función de sus ciclos, decide la cantidad de rayos cósmicos que penetrarán en la Tierra, pues el viento solar actúa como un “soplador” que expulsa buena parte de los RRCC lejos de nosotros, debilitando su influencia en la Tierra. El flujo continúo supersónico de partículas ionizadas que nos lanza el Sol (viento solar o plasma magnetizado) nos está acribillando, pero el magnetismo terrestre lo modifica y nos protege formando una cavidad llamada magnetosfera que está dispuesta asimétricamente ya que el viento solar la deforma (lineas azules). Esta modificación o configuración defensiva de la magnetosfera terrestre comporta un efecto secundario en lo que respecta a la penetración de los rayos cósmicos, parece ser que el flujo de entrada de las partículas es muy superior en los polos magnéticos que en el resto del planeta, donde casualmente están los hielos Ártico y Antártico. En otras palabras, los polos Norte y Sur son los puntos más vulnerables del planeta a la entrada de las partículas más energéticas que se conocen en el Universo, los rayos cósmicos.

La principal consecuencia del descubrimiento de Svensmark, resumido de la manera más sencilla, implica que cuanto más fuerte sea el viento solar, menos radiación cósmica penetra, se forman menos nubes, hay más calentamiento del planeta. Cuanto más débil sea el viento solar, más bombardeo de RRCC, se forman más nubes, bajan las temperaturas. Los rayos cósmicos tienen la virtud de ionizar las moléculas del aire creando focos de condensación para el vapor de agua favoreciendo la formación de nubes.


La idea básica es que la actividad solar puede hacer que aumente o disminuya la nubosidad, lo que a su vez tiene un efecto sobre el enfriamiento o el calentamiento de la superficie terrestre. Los agentes intermediarios son los rayos cósmicos, que provienen del medio interestelar, principalmente de las explosiones de las supernovas.

La clave es que cuando hay menos rayos cósmicos hay menos cobertura de nubes que conlleva un planeta más cálido. Está constatado que la caída de la actividad solar es un hecho, hemos tenido un máximo solar que ha estado desviando los RRCC otorgando temperaturas benevolentes, más calientes, que siempre han significado prosperidad, mejores cosechas, desarrollo de ecosistemas tal y como ha sucedido en el Ártico, detalle que no hallarán en la propaganda ordinaria del "asústeles a muerte" que sigue una agenda de distinta a la ciencia. Ahora, por vez primera en este nuevo milenio, el Sol está entrando en un período de menor actividad, por tanto los RRCC no serán desvíados como ha sucedido con el efímero y breve calentamiento final del siglo XX (que registró un máximo solar histórico). La caída récord en la actividad solar siguiendo las observaciones empíricas invita a la formación de mayor cobertura nubosa lo que contribuirá a un enfriamiento global.


Estas observaciones se han analizado en Asia, concretamente en China (XIA; X. LAGEO, Institute of Atmospheric Physics, Chinese Academy of Sciences, Beijing, 100029, China), se ha verificado que la cobertura de nubes sobre China disminuyó significativamente durante el período 1954-2005. Esta conclusión refuta la cada día más agujereada teoría del calentamiento global antropogénica, obcecada en que el calentamiento supuestamente de CO2 tiene que causar un aumento de vapor de agua y la nubosidad. Otro detalle de la investigación sostiene que la reducción de la capa de nubes no está vinculada a los aerosoles de origen humano, cediendo el mérito al mecanismo natural, posiblemente a consecuencia del aumento de la actividad solar en virtud de la teoría de Svensmark junto a otros mecanismos naturales.

"Las nubes son la sombrilla de la Tierra, y si se producen cambios en la cobertura de nubes por cualquier razón, tenemos el calentamiento global o el enfriamiento global".

Dr. ROY SPENCER. Climatólogo. Universidad de Alabama.


El estudio de la cosmoclimatología es un factor muy interesante en la comprensión de los cambios climáticos antiguos no provocados por el hombre, la actual política de castigo contra los gases invernadero es ciega y tendenciosa, cuando ni siquiera se han descubierto las causas naturales que llevan funcionando millones de años y que siempre han determinado cambios, mucho más bruscos, prolongados, y que no son nada nuevo en la historia terrestre.


En la presente gráfica, (adaptada del trabajo SHAVIV, N. J. And VALZER, J. Celestial Driver of Phanerozoic Climate? GSA Today (july 2003), Vol. 371, pp. 323-325) abordamos el período Fanerozoico (últimos 545 millones de años), en el que la Tierra experimentó muchos cambios climáticos, destacamos 8 grandes cambios climáticos, especialmente largos (50-90 millones de años de duración), con una variación en las anomalías de unos 5ºC que se alternan configurando edades más cálidas y más frías. A su vez, podemos determinar ciclos menores dentro de los ciclos más largos. Si nos centramos en el último millón de años sabemos que hubo cerca de 10 edades de hielo y cada una abarcó sólo 100.000 años de duración jalonadas por períodos interglaciares de unos 10.000 años. La correlación entre el flujo de Rayos Cósmicos y los cambios climáticos son notablemente consistentes.

Y dentro de los últimos 1000 años se han detectado muchos períodos cortos 50 años más cálidos y con cambios más bruscos que cualquier otro hallado en el tímido y escueto optimo cálido final del siglo XX. Es el resultado que se desprende del análisis exhaustivo del equipo científico de Caltech y la Universidad de Harvard que incluye toda suerte de registros históricos, dendrocronología, glaciología, cambio de isótopos en las muestras de hielo, sedimentos lacustres, maderas, corales, estalagmitas, microfauna de sedimentos, etc. Las variaciones de la temperatura atmosférica no obedecen a las concentraciones de CO2 y otros GEI, pero tales variaciones sí son coherentes respecto a los cambios en la actividad del Sol. (SOON, W. et al. 2003. Reconstructing Climatic and Environmental Changes of the Past 1000 Years: A Reappraisal. Energy & Environment, Vol. 14, pp. 233-296.) y (SOON, W. and BALIUNAS, S. 2003. Proxy Climatic and Environmental Changes of the Past 1000 Years. Climate Research, Vol. 23, pp. 89-110).



Los precarios comienzos que llevaron a probar la teoría cosmoclimática elevada por la DTU (Technical University of Denmark) fueron lo suficientemente sólidos como para recibir el visto bueno de uno de los laboratorios de investigación más importantes del mundo, el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear) que es el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, unas instalaciones de más de 600 hectáreas integradas con aceleradores de partículas (desde el antiguo Sincro-ciclotrón al más moderno Colisionador de Hadrones). Así se puso en marcha el proyecto CLOUD que profundiza en la acción de los rayos cósmicos, las nuevas investigaciones reflejan importantes cambios en el paradigma del cambio climático, equivocado de raíz ha arruinado la economía mundial de las naciones con la errada reducción del beneficioso CO2 que es uno de los gases más valiosos para los ecosistemas de planeta. Nunca tuvimos los niveles de CO2 tan bajos desde el Jurásico, su subida es una consecuencia natural esperada como ha sucedido en edades pasadas. El modelo actual afirma que las nubes son resultado del clima, pero se confirma que es al revés, es decir, que el clima es consecuencia de las nubes.

El 25 de Agosto de 2011, la revista Nature publicó los resultados que respaldan la influencia de los Rayos Cósmicos en el Cambio Climático. La publicación viene apoyada por más de 60 científicos de diferentes campos. La Cosmoclimatología está recibiendo el apoyo necesario del mundo científico, las estrellas influyen en nuestro clima, los rayos cósmicos pueden provocar todo un cambio climático. Nuestra comprensión del clima va a aumentar sustancialmente y los modelos climáticos tendrán que rehacerse. La investigación de Svensmark publicada en Nature se titula sin ambages: “El papel del ácido sulfúrico, amonio y rayos cósmicos galácticos en la nucleación”. (Role of sulphuric acid, ammonia and galactic cosmic rays in atmospheric aerosol nucleation. Nature 476, 429–433. 25 August 2011. doi:10.1038/nature10343).

A pesar de las clásicas maniobras del establishment por denostar y bloquear el avance de la ciencia climática anclada en los Gases Invernadero, como estuvieron anclados por décadas los continentes de Wegener, experimentos en Dinamarca y otros países han demostrado que los rayos cósmicos intervienen en la formación de cúmulos moleculares que originan las nubes y por extensión la cobertura planetaria. Las investigaciones seguirán adelante porque los estudios iniciales sugieren procesos químicos en el aire hasta ahora desconocidos.

"El resultado fuerza nuestra teoría de que los rayos cósmicos provenientes de la galaxia están directamente involucrados en el clima de la Tierra… / …Ahora queremos concentrarnos en los detalles de la química inesperada que ocurre en el aire, al final del largo viaje que trajo a los rayos cósmicos desde estrellas que explotaron".

HENRIK SVENSMARK. Físico solar. Danish National Space Center (DNSC). DTU.


La Cosmoclimatología es resultado del esfuerzo interdisciplinario que ha tenido lugar en la última década, incluye físicos solares, químicos atmosféricos, geólogos, meteorólogos, incluso físicos de partículas. Una extraordinaria colaboración que abre muchísimas posibilidades en el avance científico de la climatología, supone también la superación del reduccionismo cartesiano que permitirá comprender mejor el conjunto de los procesos naturales que afectan a nuestro clima.




Referencias.
- ARQUERO MARTÍNEZ, F. Rayos cósmicos de ultra-alta energía: las partículas más energéticas de la Naturaleza. Departamento Física Atómica, Molecular y Nuclear. Facultad de Ciencias Físicas. Universidad Complutense de Madrid.
- ACKERMANN, M. et al. Detection of the Characteristic Pion-Decay Signature in Supernova Remnants. Science 15 February 2013. Vol. 339 no. 6121 pp. 807-811. DOI: 10.1126/science.1231160
- ANGEO. Annales Geophysicae.
- BAADE, W & ZWICKY, F. Supernovae and Cosmic rays. Physical Review 45, 138 (1934b).
- FRIIS-CHRISTENSEN and LASSEN, K. Lenght of the solar cycle: An Indicator of Solar Activity Closely Associated with Climate. Science, Vol. 254, pp. 698-700. (1991)
- Danish National Space Center (DNSC). DTU.
- Geological Society of America – GSA
- Instituto de Astrofísica de Canarias.
- KIRKBY, J. et al. Role of sulphuric acid, ammonia and galactic cosmic rays in atmospheric aerosol nucleation. Nature 476, 429–433, (25 August 2011), doi:10.1038/nature10343.
- NIKOLIC, S. et al. An Integral View of Fast Shocks Around Supernova 1006. Science 5 April 2013. Vol. 340 no. 6128 pp. 45-48. DOI: 10.1126/science.1228297
- National Aeronautics and Space Administration (NASA).
- Observatorio PIERRE AUGER SUR.
- SVENSMARK, H., ENGHOFF, M.B. and PEPKE PEDERSEN, J. O. Response of cloud condensation nuclei (> 50nm) to changes in ion-nucleation. Physics Letters A 377 2343–2347. (2013)
(Respuesta de núcleos de condensación a cambios en ión-nucleación)
- SVENSMARK, H. and FRIIS-CHRISTENSEN, E. Variation of Cosmic Ray Flux and Global Cloud Coverage. A Missing Link in Solar-Climate Relationship. Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics, Vol. 59, No. 11, pp. 1225-1232. (1997)
- SHAVIV, N. J. And VALZER, J. Celestial Driver of Phanerozoic Climate? GSA Today (july 2003), Vol. 371, pp. 323-325.
- SOON, W. et al. 2003. Reconstructing Climatic and Environmental Changes of the Past 1000 Years: A Reappraisal. Energy & Environment, Vol. 14, pp. 233-296.
- SOON W. et BALIUNAS, S. 2003. Proxy Climatic and Environmental Changes of the Past 1000 Years. Climate Research, Vol. 23, pp. 89-110.
- Technical University of Denmark (DTU).
- XIA, X. Significant decreasing cloud cover during 1954–2005 due to more clear-sky days and less overcast days in China and its relation to aerosol. Ann. Geophys., 30, 573-582, 2012 (ANGEO – Volume 30, Number 3, 2012)
- XIA, X. Variability and trend of diurnal temperature range in China and their relationship to total cloud cover and sunshine duration. LAGEO, Institute of Atmospheric Physics, Chinese Academy of Sciences, Beijing, 100029, China (Ann. Geophys., 31, 795-804, doi:10.5194/angeo-31-795-2013, 2013.)



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0 El enigma del mundo celta.

   El mundo celta representa uno de los capítulos más atractivos y latentes de la historia antigua europea. Todo el aura de misterio y encanto que envuelve a lo céltico sigue vigente en el imaginario colectivo. Sin embargo, la idea que tenemos hoy en día sobre lo celta es incompleta y difusa. Para saber quiénes fueron realmente los celtas debemos tener en cuenta ciertas consideraciones de tan enigmático mundo, vestigio del pasado de la civilización occidental cuyos aspectos fundamentales todavía no han sido esclarecidos satisfactoriamente. Comencemos por el origen mismo de la palabra celta, este término procede del vocablo griego Keltoi, y aparece por primera vez en la Geografía de Hecateo de Mileto, en el siglo VI a.C. Keltoi designaba a todos los pueblos sin distinción más allá de las fronteras de la Hélade (el mundo griego). Los autores latinos utilizarán el término Galli, sinónimo de Keltoi, junto a otros muchos nombres de pueblos, con el mismo sentido de oposición a lo latino (el mundo romano). Ni griegos ni romanos pudieron caracterizar una identidad cultural clara, y a raíz de esta concepción "espesa" la investigación histórica construyó una primera identidad céltica cuyos defectos metodológicos hemos heredado. A continuación veremos la problemática que rodea al estudio de lo celta:

1.- Las fuentes antiguas suelen ser imprecisas, equívocas, fragmentarias y poco objetivas.

En efecto, los griegos del siglo VI-V a.C. son los primeros que mencionan a los Keltoi, y aquí tenemos un condicionante importante: casi todo el conocimiento que tenemos sobre los celtas procede de fuentes escritas griegas y romanas.

El Istro (Danubio) fluye por toda Europa, comenzando a partir de los celtas que son los últimos de los de Europa que habitan hacia la puesta de Sol, a continuación de los cinetas".

HERÓDOTO DE HALICARNASO (autor griego del siglo V a.C.)   


   Por desgracia los celtas no escribieron su propia historia y si fueron conscientes de ella se transmitió por tradición oral, si llegaron a escribir una historia no ha sobrevivido. A través de autores como Hecateo de Mileto, Heródoto, Jenofonte, Aristóteles, Éforo de Cime, Teopompo de Quíos, Timeo de Tauromenio, Apolonio de Rodas, Filón de Bizancio, Eudoxo de Rodas, Polibio, Apolodoro de Atenas, Hiparco de Nicea, Posidonio, Diodoro Sículo, Estrabon, Dionisio de Halicarnaso o Julio César… entre otros, la imagen que se ofrece del mundo celta es vaga y fragmentada, la falta de datos que aporten luz sobre importantes aspectos del celtismo es enorme.

...de acuerdo con la opinión de los antiguos griegos, tal como a las partes conocidas que dan al norte las llamaron con un sólo nombre, escitas o nómadas, así Homero, y, más tarde, conocidos los que dan a occidente fueron denominados celtas e iberos o, de modo mezclado, celtiberos y celtoescitas, siendo clasificados los pueblos bajo un sólo nombre por ignorancia, así también los meridionales que dan al océano son llamados etíopes.

ESTRABÓN DE AMASIA (autor romano siglo I a.C- siglo I d.C)



   Salvo raras excepciones, lo habitual es la crítica etnocentrista que considera inferior a lo que es distinto, sin intención de obtener una información más precisa y completa. Algunos autores antiguos sólo los conocemos porque escritores posteriores los citan e incluso comentan sus obras. Así por ejemplo un fragmento de una obra perdida de Helánico de Mitilene del siglo V. a.C. es citado por Estrabon en el siglo I a.C.

"Los antiguos escritores helenos a todos los septentrionales los llamaban escitas o celtoescitas (Keltosskýthas)"

HELÁNICO DE MITILENE (siglo V a.C.).    



2.- No se ha podido establecer con clara precisión la identidad celta.

Ni los griegos, ni los romanos pudieron definir quiénes eran realmente los celtas, los historiadores actuales tampoco han podido determinar con exactitud si se trataba de un pueblo concreto o de varios pueblos que los avatares históricos terminaron por aglutinar bajo el concepto de celtas. Dado que en el rigor académico el celtismo es bastante contradictorio y difuso, deslumbra el contraste de la visión popular romántica de los celtas como una civilización de gran personalidad, de guerreros poderosos que conquistaron buena parte del continente europeo, tal definición lleva a un extremo demasiado simple la ambigua imagen de lo celta, que a la vez oscurece la presencia de otros pueblos que vivieron en la Edad del Hierro. Un investigador del celtismo como Joseph Déchelette (1862-1914) vinculó grupos celtas con ciertas regiones europeas, donde cada grupo tuvo su protagonismo en momentos concretos de la historia. Es lógico cuestionar sobre si todos estos grupos que distinguió este arqueólogo francés son propiamente celtas o realmente mezcló llamando celta también a todas las tribus asimiladas, influidas, o incluso semejantes, próximas o vecinas de los celtas, y que eran desconocidas por el mundo grecolatino. Pero por otro lado, estos grupos, ya sean de tradición celta, emparentados, afines o vecinos pueden haber experimentado una celtización a lo largo de los siglos, una influencia que les hace evolucionar forjando su propio destino, varios grupos con una cultura compartida, no estrictamente homogénea pero sí reconocida como similar con un pasado en común. O tal vez el significado de lo celta ha variado con el tiempo.


He aquí las regiones célticas que J. Déchelette distinguió en esta percepción clásica del celtismo:

1.- La céltica continental que correspondería a la Galia, Italia del Norte, España del Norte, Bohemia, Transilvania, Rusia del Norte, Sur de Alemania, Austria y Hungría.

2.- La céltica Insular que abarcaría Inglaterra, Escocia e Irlanda.

3.- Y una céltica germánica integrada por el Norte de Alemania, Dinamarca y Suecia.


 

   Otra visión muy diferente y crítica es la defendida por el arqueólogo inglés J. R. Collis, que rechaza la existencia de un pueblo y una historia, no hay una cultura, religión ni lengua común, ni siquiera una etnia única, y que debería hablarse sólo de pueblos de la Edad del Hierro negando incluso el término celta. Según Collis los celtas son resultado de una construcción artificial de la historia y la política, por lo tanto nunca existieron como pueblo sino que constituyeron una amalgama de tribus, comunidades que sobre todo los romanos designaron bajo un mismo término sin ninguna distinción. En esta guisa lo que nos ha llegado sería fruto de una convergencia de herencias históricas y tradiciones bajo una misma denominación.

  No comparto en absoluto hacer tabula rasa con el mundo celta hasta el punto de negarlo. Tuvo que existir un pueblo celta genuino que fue reconocido por los griegos, vagamente pero identificado con un tipo concreto de bárbaros, siempre en el sentido de extranjeros, ajeno a la cultura del "refinado" mundo grecolatino.


En cierto modo, el enfoque heterogéno tiene su parte de verdad, pero considero que dentro de esta heterogeneidad hay elementos en común que invitan a suponer una unidad dentro de la diversidad. La capacidad de integración de unos celtas genuinos poseedores de un gran acervo cultural influyó poderosamente a otras comunidades, mediante lazos de parentesco inauguraban o reforzaban las relaciones sociales y/o comerciales. Los contactos comerciales, la convivencia y la fusión con nuevos grupos definiría nuevas etnias básicamente cohesionadas como para distinguirse de otros grupos foráneos, con una organización socio-política singular y una lengua propia. Todo ello supone una concepción globalista de lo céltico. La irradiación del componente céltico sería de tal magnitud que en cierto modo uniformó muchos rasgos culturales de las poblaciones de Europa.

 


   Los celtas son difíciles de perfilar por los investigadores, para muchos fueron las culturas Hallstatt Final y La Tène. El trabajo arqueológico en el siglo XIX estableció la conexión entre las fuentes antiguas y los objetos materiales, entre el término celta y la cultura de La Téne. Aunque esto ha restringido el uso del término celta excluyendo poblaciones anteriores.

 

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Casco de la cultura de La Tène, procedente de Agris, Francia.


3.- La ausencia de un estado unificado.

A lo largo de la historia estos grupos nunca constituyeron una nación, se diseminaron por distintas partes de Europa e incluso su final fue dispar en el tiempo y el espacio, desvaneciéndose en distintos momentos, lugares y circunstancias. A pesar de todo ello, aún aparentemente desorganizados, dominaron Europa durante cinco siglos, en su máximo apogeo entre los siglos V y III a.C., alcanzando los extremos occidentales (España) y orientales (Norte de Rusia). Su dispersión estableció variados destinos, más tarde o temprano fueron absorbidos, integrados o aniquilados.


4.- Las raíces prehistóricas de los celtas.

En fases protohistóricas en la formación de la cultura celta, perteneciente al ramal indoeuropeo occidental, intervienen varias culturas neolíticas, la investigación ha destacado especialmente tres: los Pueblos del Vaso Campaniforme (occidental), los Pueblos Cordados (centroeuropa), y los Pueblos Kurganos (orientales). Sin olvidar que intervienen otras muchas culturas del ámbito europeo-asiático en un proceso recurrente de contactos, migraciones, asimilación y diversificación de grupos sucesivos. Las relaciones serían unas veces pacíficas, otras veces hostiles dando lugar a la escaramuza o la invasión. Un crisol de comunidades que se unen, evolucionan, se dividen y expanden una y otra vez. La fusión de las culturas más interconectadas va creando culturas renovadas y el desvanecimiento de las más antiguas. La simbiosis de grupos que se desplazan genera nuevas realidades, pero en este punto de la prehistoria sobre lo proto-celta no nos extenderemos más porque exije un amplio desarrollo.

5.- Los núcleos originales celtas.

Hay quien piensa que la configuración de los celtas no responde a una invasión ni colonización extranjera aunque hay desplazamientos de población, cristaliza la impresión de una evolución de varias culturas neolíticas que interactúan. Bajo la denominación celta se agrupan diferentes tribus que no pueden sujetarse a una localización geográfica concreta. Un buen número de estudiosos sostienen que los celtas históricos se hayan vinculados a la cultura de La Téne o lateniense, que fue la cultura centroeuropea más avanzadas durante la Segunda Edad del Hierro ocupando las actuales Francia oriental, Sur de Alemania, Austria, Chequia, Eslovaquia y Hungría. Durante el siglo V a.C. se propagó con notable éxito por las regiones de Francia, Países Bajos e Italia. Las razones de tan acelerada expansión son explicadas mediante la conquista militar en virtud de los testimonios grecolatinos que refejan un panorama de desolación e inestabilidad por la llegada masiva de oleadas celtas que siembran el caos. Sin embargo, otros investigadores rechazan de plano la conquista militar, pues se trata más bien de correrías. Me inclino a pensar que hay parte de verdad en ambas propuestas y añado que la capacidad de adaptación-integración de los pueblos celtas está muy infravalorada, y que primaría la irradiación o influencia socio-cultural por desplazamientos de ideas, de comerciantes, de artesanos, y del mercenariado.


Se han propuesto dos núcleos originales para la cultura de La Tène, hoy día corresponden a regiones de Francia y Alemania. En el mapa inferior los focos originarios se han señalado con las letras A y B, dentro de su área de influencia. Las flechas señalan posibles expansiones, contactos y/o invasiones hacia el Norte (las islas británicas), al Sur (península italiana, litoral meridional francés) y hacia oriente (alcanzando el Danubio, Balcanes, y Anatolia).

A. Cuenca media del Sena (Champaña), a la altura del Marne-Mosela.

B. Cuenca media del Rin (Hünsruck-Eifel), en el "bosque herciniano" (zona norte de los Alpes). Según los autores romanos tomaba 60 días de marcha atravesar este denso bosque que cubría la actual Alemania.




   La fecha clave es el siglo V a.C. porque representa la quiebra y desintegración social del mundo hallstático, que fue la cultura destacada de la Primera Edad del Hierro cuya área nuclear coincide con la céltica. Este ocaso abre la puerta al surgimiento de una nueva cultura que cobra fuerza a partir de estos momentos, la cultura de La Tené, que será la protagonista de la Segunda Edad del Hierro, desde el siglo V hasta el siglo I a.C.


Pangea, mapa cultura celta, mundo antiguo, mundo celta, cultura lateniense, celtas, Tène, Hallstatt, celtico, celtizacion, edad del hierro, keltoi, galli, gálata


   Hay que señalar que la transición de Hallstatt-Tène no significa ruptura, se traduce más bien en un cambio del eje económico hacia el Norte, incluso los hallstáticos pueden ser considerados antepasados de los latenienses, estos últimos son herederos de un gran acervo cultural, aunque en el amanecer lateniense habría más factores implicados como la caída de la ruta comercial del Ródano, cerrado este acceso al Mediterráneo los celtas miran hacia Europa Oriental buscando relaciones comerciales con los escitas, no es casualidad que la cita de Helánico de Mitilene refiera a celtas y escitas como Keltosskýthas.


Otro detalle que manifiesta el problema de considerar a la cultura de La Téne como celtas originales es que coincide con la aparición del término celta por contacto griego, si bien ignoramos si ellos mismos se denominaban así. Además, nos hacemos la siguiente pregunta, ¿si los griegos los llamaron así al encontrarles en el siglo V a.C. significa que antes no existían? El hecho de no haber entrado en contacto con ellos hasta tal fecha no significa que no vivieran instalados en diversas áreas europeas mucho antes. Tal vez el fenómeno céltico se presente dispar en espacio y tiempo porque fue fruto de diversos impulsos u oleadas que comenzaron antes del surgimiento de la cultura de La Téne que sería otra expresión del marco cultural común, esto encajaría mejor para explicar las noticias de Heródoto sobre la presencia de celtas más allá de las Columnas de Hércules, en la península Ibérica. Realizadas estas reflexiones continuemos con la visión clásica que identifica celtas originales con cultura de La Téne.

 

   En los primeros tiempos los antiguos núcleos latenienses del siglo V a.C. presentan una economía bastante autárquica. Se trata de pequeñas jefaturas que tienen relaciones en inferior categoría con los principados hallstáticos aportando materia prima y esclavos. Si observamos las primeras tumbas latenienses, los objetos suntuosos no están tan extendidos como cabe esperarse fruto del enriquecimiento. Sus necrópolis proporcionan una imagen de sociedad notablemente igualitaria. Pero este panorama cambia a mediados del siglo V a.C. por muchos motivos: aumento de la población, aumento de la producción de la minería del hierro, incremento del comercio por la mayor presencia de los mercaderes del Mediterráneo Oriental... Cuando sucede el colapso de los principados hallstáticos, muchos centros son abandonados, la desaparición de Heuneburg simboliza el fin de la organización estatal y del sistema económico y social de los príncipes hallstáticos. Los territorios latenienses que durante la Primera Edad del Hierro estaban en un plano secundario de la economía, ahora son centros económicos de primer orden. Todos estos elementos confluyen en la consolidación, ascenso y fortalecimiento que le aguarda a la cultura de La Tène.

6.- Los celtas no tuvieron una religión específica o nacional.

Hablar de mitología celta es como decir mitología africana. La dispersión y los propios antagonismos políticos y sociales no jugarían a favor de una religión unificada. Por lo que destaca la falta de unidad en sus concepciones religiosas. Posiblemente cada tribu tuviera sus divinidades propias, pero esto no descarta que tribus vecinas reconozcan y compartan varios dioses comunes, por eso parece más adecuado hablar en plural, de mitologias celtas. Una creencia común se observa en un comentario de Julio César que expone que todos los galos afirmaban proceder de Dis Pater. Este fue el nombre dado por César a un dios común de quien todos los galos dicen proceder, se ha identificado con una deidad denominada Teutates.

   Teutates, del galo touta, significa tribu-pueblo, parece una divinidad de origen subterráneo equivalente al Plutón romano. Aunque este nombre se halla únicamente asociado en las inscripciones al dios Marte (Marti Toutati), esto nos lleva a interpretar sin equívocos que Teutates es un dios galo paralelo al Marte romano, es decir, que esencialmente fue un dios de la guerra. Lo más probable es que cada tribu gala debió tener su propio Teutates que cada cual adoraba bajo un nombre diferente, Alborix, Caturix, Lucetius, Rigisamos... Un problema añadido es que las divinidades celtas se confundieron con las romanas cuando compartían rasgos similares, rasgos que se dispersan que luego hallamos en dos o tres divinidades diferentes.


7.- La cronología del mundo celta.

A tenor de lo expuesto, hay que reconocer que la tarea de establecer una cronología de los pueblos celtas es una patata caliente. Muchos autores han propuestos varias fases a la hora de analizar la cultura lateniense, el primero fue Otto Tischler (1843-1891) que propuso 3 períodos en función de la evolución de la tipología de la cultura material metálica (fíbulas y espadas), más tarde fue perfeccionada por Joseph Déchelette que estableció una cuarta fase para las islas británicas, en función de tipología de armas, adornos, vasos y otros marcadores de carácter cultural.



La cronología mas utilizada y de la cual nos serviremos es la propuesta por J. Collis que presenta 3 fases: clásica, expansiva y una última que podemos calificar de regresiva.

La Tène A - período clásico (500-400) a.C.
Al ocaso de Hallstatt le sucede el amanecer de La Tène. Se hace evidente el cambio de una sociedad notablemente igualitaria a otra donde se incrementa la riqueza de las minorías dirigentes. Esto sucede a mediados del siglo V a.C. donde la arqueología revela una etapa de esplendor, si se puede celebrar así a una etapa de mayor desigualdad social, verificable porque hay tumbas que destacan en lujo con la aparición de objetos suntuosos: carros de dos ruedas, en la cultura Hallstatt eran de 4 ruedas, espadas, lanzas y yelmos de bronce, torques y brazaletes de oro, e importaciones mediterráneas, como unos singulares jarros picudos etruscos.

La Tène B – fase de expansión (400-150) a.C.
Las fuentes grecolatinas testimonian grandes migraciones y conquistas militares. Se trate de conquista o saqueos, se infiere un panorama de desorden y caos generalizado, una todavía insignificante villa llamada Roma es arrasada en el 386 a.C. Al Este Alejandro Magno pacta con los celtas en el Danubio en el 335 a.C. Otro hecho registrado en el año 279 a.C. refiere que los celtas saquean el santuario de Apolo en Delfos, aunque esta vez los definen con otro término, los gálatas. Notamos en este momento que para referirse a los celtas orientales que se han instalado en Asia Menor o Anatolia (actual Turquía) emplean el término de gálatas. Lo más extraño del asunto es que la arqueología no detecta un clima bélico tan abierto como declaran las fuentes antiguas, al contrario revela la ausencia de grandes poblados o sólidas fortificaciones. Paradójicamente el paisaje que predomina es el de pequeñas aldeas y granjas aisladas más en sintonía con un modo de vida pacífico incluso en regiones nucleares de la cultura lateniense que se expresa más como mundo rural que militar. Las contradicciones del celtismo.

La Tène C – período de los oppidas (150-50) a.C.
Denominada así porque la población se concentra en enclaves fortificados, los oppidas. Los celtas comienzan a sufrir continuos reveses militares por toda Europa, el azote de las nuevas potencias como Roma en progresión, tomando el sur de Francia (ahora provincia: Galia Narbonense); Roma no olvidará la cuenta pendiente del 386 a.C. En Oriente los celtas son sacudidos por el poderoso reino de Dacia y en el Norte una confederación de tribus germánicas anuncian tiempos aciagos para el mundo celta. Esta fase concluye con la conquista de la Galia por Julio César.


   La comprensión del mundo celta no puede reducirse a generalizaciones ni a soluciones simples, sí tenemos claro que en ningún caso puede vincularse el celtismo a una única etnia con un carácter estable o estático, homogéneo, cerrado o invariable vinculado a conceptos de pureza, como se hizo en épocas pasadas. Puede decirse lo mismo sobre sumerios, griegos y tantos otros pueblos que parten siempre de la suma de lo diferente en un dilatado proceso que genera una realidad nueva y a veces eclosiona triunfante. Por tanto, como algo nuevo que es, se diferencia de lo anterior. La carga de las tradiciones anteriores es lo que la investigación debe detectar para discernir interpretando lo que ha sucedido, un tarea minuciosa y complicada porque los rasgos culturales se van diluyendo/transformando poco a poco a lo largo del tiempo.

   Más allá de la identificación etnia=cultura material, hoy se tiene una visión más abierta y flexible acorde con que los celtas alcanzaron su peso en la historia principalmente a través de continuas influencias acumulativas -celtización- en mayor y menor medida lo que también explicaría la diversidad dentro de la unidad céltica. Los celtas posiblemente surgieron de una raíz ideológica-cultural común y una extraordinaria capacidad de adaptación al lugar al que llegaban conservando su carácter o herencia ancestral, y esto explicaría en parte su rápida difusión y mezcla con otros grupos que componen el mundo celta. Por eso se ha empezado a revisar la posibilidad sobre que no existió un pueblo celta sino que existieron muchos pueblos celtas, y hasta ahora hemos pretendido que todos encajen en esos rasgos variopintos referidos por autores antiguos con siglos de diferencia. La dificultad estriba en descubrir a partir de cuándo, quiénes y cómo se compone ese mundo celta genuino.


Actualmente el mundo celta carece de una precisión histórica debido a que se han generado diferentes versiones sobre quíénes fueron realmente los celtas.

1) Una primera versión, que es la que hemos contemplado aquí responde a la arqueología tradicional que mantiene el concepto étnico de lo celta. Comparto esta postura pero he querido actualizarla estableciendo un sentido étnico plural, es decir, aplicando que los celtas tenían un origen diverso de culturas afines que convergen hacia una cultura común. Posteriormente el choque con pueblos muy distintos es lo que remarca su identidad por contacto de lo diferente, aunque considero que hubo una generalización. Estimo que los celtas son más antiguos que la cultura de La Tène.

2) La segunda es una revisión crítica en curso, iniciada en los años 80 del siglo XX, y que a veces se excede pienso, negando la propia existencia de lo celta. Otra corriente de revisión moderada trata de depurar multitud de deformaciones, manipulaciones políticas e ideaciones que ha sufrido el concepto de lo celta, asumiendo que siendo los historiadores quiénes han creado este problema sean ellos quiénes deben resolverlo. Y en esta dirección se trabaja para ofrecer un cuadro más riguroso si cabe, una restitución del concepto celta lo más fidedigna posible, que probablemente explicará que lo celta ha tenido en la historia antigua buen número de significados que se han confundido y hasta solapado.

3) En tercer lugar hay otra percepción que considera unos celtas inmortales, imperecederos en el tiempo, que discurren imperturbables en la historia incluso hasta nuestros días, producto de una acumulación de datos procedentes de distinas regiones y en momentos dispares en el tiempo.

y 4) La última versión son los celtas New Age, se adentra en el surrealismo, en la fascinación y un mercado en el que se ofrece al público un encantamiento céltico-fantástico de unos guerreros poderosos de una sociedad envuelta en las brumas de la magia y la belleza de unos bosques místicos. Esta imagen del mundo celta acaba mezclando un poco de todas las versiones con lo que tendremos unas historias entretenidas pero que no se acercan a lo que estamos buscando, la definición completa y exacta de la realidad celta.

 

   Sea como fuere, cada uno tiene una visión de lo celta y seguirá demandando información que responderá a una de estas cuatro versiones. Aunque el ciudadano no percibe esta pluralidad, las categorias más idealizadas de celtas prevalecerán hasta que el mundo académico resuelva este desorden.




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2 La cualidad de un saber unificado

   Según han observado algunos autores, la fragmentación del conocimiento ha sumido en un caos a las Humanidades y a las Ciencias en las últimas décadas. El surgimiento de numerosas ramas del saber con divisiones y subdivisiones han enredado y alejado el verdadero conocimiento de la sociedad generando confusión e inseguridad. Por otro lado, la excesiva especialización provoca en muchos casos que el experto haga de su disciplina un sayo y se vayan creando parcelas de estudio elitistas, cada vez más restringidas y aisladas unas de otras. Por supuesto, en ocasiones hay colaboración y las investigaciones interdisciplinarias dan frutos, algunos avances y… nuevas disciplinas que se vuelven a especializar y separar.

   Esta atomización o taifas del saber se han hecho progresivamente ininteligibles para la mayoría de la población, incluso entre los propios investigadores, en ocasiones desconocen totalmente el campo del otro, un físico puede no saber qué es un gen, o un médico sabe poco o nada de nutrición. El resultado general es que aumenta la distancia y la incomunicación entre los propios investigadores y el abismo es mayor con el ciudadano por la excesiva sofisticación del lenguaje, los particulares modos de análisis, y las propias normas de validación. A ello sumamos la pobre divulgación, unas veces simplista y equívoca, otras densa y compleja para hacer comprensible el valor del descubrimiento, su significado y una posible aplicación práctica en beneficio del conjunto.

   Desde hace mucho tiempo, hubo eruditos que señalaron la importancia de unificar el conocimiento bajo unos patrones comunes o leyes naturales. Algunos incluso tuvieron cierta intuición para considerar que un mayor conocimiento podía acarrear consecuencias que podían perturbar el orden establecido. Bajo el ideal de buscar un saber unificado que permitiese descubrir las leyes naturales que rigen el Universo el físico e historiador Gerald Holton acuñó la expresión "Hechizo jónico" para referirse al arduo labor intelectual de los antiguos filósofos griegos al tratar de discernir estas leyes. En pocas palabras el Hechizo Jónico no es más que la creencia en que las leyes naturales pueden ser halladas y entendidas.



Según la tradición griega, el primero en emprender esta búsqueda fue un jonio que vivió en el siglo VI a.C, Tales de Mileto (imagen superior), que probablemente fue también el primero en desenterrar el olvidado conocimiento babilónico y llevarlo a la Hélade. Más tarde Aristóteles en el siglo IV a.C. reconocía a Tales de Mileto como fundador de las ciencias físicas. Aristóteles será quien siente los primeros pilares de la lógica sistemática, realizó el primer compendio de reglas para un razonamiento riguroso.

Desde entonces, esta nueva forma de estudiar el Universo fue denominado por los griegos PHILOSOPHIA (filosofía), voz que significa "amor al conocimiento" o "voluntad de saber", abarcaba todo tipo de sabiduría.


   Muchos han sido los sabios que han sido atraídos por el "Hechizo Jónico", podríamos citar algunos de ellos brevemente, aunque merecen sendos monográficos porque su genio y deseo de conocimiento fue extraordinario.

   Uno de estos grandes sabios fue sin duda San Alberto Magno, vivió en el siglo XIII, maestro de Santo Tomás de Aquino, destacó por investigar las causas que operan en la naturaleza, en propias palabras del dominico "el experimento era la única guía segura en tales investigaciones". Sus trabajos y aportaciones contribuyeron al desarrollo de la ciencia en todas las ramas del saber de la época. Coetáneo a éste fue el sabio fraile inglés Roger Bacon, precursor del método científico moderno. Su interés se dirigió desde el primer momento hacia la ciencia experimental, se propuso como objetivo llevar a cabo un estudio enciclopédico y crítico de todas las ramas del saber.


   Entre los siglos XVI-XVII vivió otro personaje, que fue un verdadero genio que llegó a dominar todo el campo de la ciencia, Francis Bacon (imagen superior), considerado el fundador de la filosofía de la Ciencia, concibió un conocimiento disciplinado y unificado como la clave para la mejora de la condición humana. Otro hito significó René Descartes (1596-1650), fundador de la geometría algebraica y la filosofía moderna, sentó las bases de la creencia en la unidad del saber que iba a influir profundamente en el pensamiento de la Ilustración. Y por supuesto, Isaac Newton (1642-1727) que simbolizó la plasmación del reduccionismo cartesiano en la gestión de la ciencia, sus formulaciones matemáticas permitieron el primer gran avance de la ciencia moderna. Para Newton el universo no sólo era ordenado sino también inteligible.

   Y desde Newton es cuando la complejidad de la ciencia y las Humanidades se intensificó con las décadas. Realmente hasta finales del siglo XVIII todavía una persona podía dominar todos los campos del conocimiento científico. Llegó un momento en que fue imperativo limitarse a una parte o sección del saber, si se quería penetrar más intensamente en ese conocimiento concreto.

   Así se impuso la especialidad de la Ciencia y todo fue creciendo, intensificando y dividiendo cada vez más. La divulgación de los trabajos cada vez fue más sofisticada e incomprensible para los profanos, pues los investigadores tendieron más a la utilización de léxicos que sólo entienden ellos. Esto supone un grave obstáculo para la ciencia y una pérdida de contacto progresiva hasta la escisión con el mundo no científico.

   La consecuencia es que este alejamiento favorece esa imagen de los científicos como un reducido grupo de elegidos, más temidos (cuestionados) que admirados (útiles pero al servicio de otros propósitos), esto ha llevado a una buena parte de la sociedad a rechazar y apartarse del camino científico. Lo cierto, es que desde la industrialización nuestra sociedad es consciente de los indeseables efectos secundarios del éxito evidente de la ciencia; efectos secundarios por decirlo suavemente, en realidad son catastróficas las consecuencias: nuevas enfermedades proliferan, las epidemias del cáncer y las cardiovasculares están descontroladas, la cronificación de otras muchas que antes no lo eran, se incrementan las degenerativas, crece la infertilidad, en suma constituyen el más estrepitoso fracaso de la medicina "moderna", unido a la destrucción de innumerables especies del mundo animal y vegetal, desastre medioambiental que es directa e indirectamente provocado por el envenenamiento del aire, agua y tierra, efectos imparables para sostener lo insostenible, una demanda de materia primas y de energía que están vaciando y destruyendo la corteza terrestre. Para resolver este gravísimo problema global las soluciones pasan por un cambio de actitud, una nueva mentalidad, que va más allá de la ciencia, afecta al sistema de valores que otorga un conocimiento inherente a las ramas del saber más humanistas.

"...los científicos también porfían para procurar resultados a corto plazo, no tienen en cuenta más que sus objetivos particulares y se desinteresan por completo de los efectos que puedan producir sus hallazgos en todo el mundo. Yo creo que los científicos son responsables de muchas de las cosas perniciosas que agobian, hoy día, a la Humanidad."

EDWARD GOLDSMITH   


   Todo esto es fácilmente atribuible a la Ciencia, a los científicos y tecnócratas, por no entender o carecer de una visión de conjunto, de considerar que su parcela de saber es más importante que la de los demás, y subestimar el hecho que cualquier conocimiento puede crear problemas y no es ignorándolos como se resuelven.


   Así es menester que la ciencia no sea percibida como un misterio por los no científicos, se debe eliminar el gran abismo entre ambos, mediante mecanismos sencillos de apertura y convergencia, en lugar de la cerrazón y la dispersión. En este sentido el profesor Edward O. Wilson, pionero de la sociobiología, acuña el término "consilience", defiende que se puede y debe superar la división entre las ciencias y las humanidades, considera que una sociedad guiada únicamente por la ciencia corre el riesgo de trastocar el orden natural o equilibrio del que formamos parte. Si se da demasiada autoridad a la Ciencia, autoridad que no es otra que la ejercida por intereses privados y explotadores, se corre el riesgo de convertirla en un indiferente tumor autodestructivo tal y como está sucediendo.


"...las ciencias exactas no tienen respuestas para todo y debemos aclarar de una vez que en un nuevo humanismo los hombres de ciencia y los humanistas tradicionales deben aprender a ser más humildes y más escépticos acerca del valor de su trabajo y prestar más atención a lo que el hombre está haciendo al otro lado de la valla. Hoy día, todos tienden a creer que su campo de acción es un poco más importante que el de los demás."

THÉO LEFÉVRE.   



   Los científicos deberían intentar realizar un pequeño esfuerzo pedagógico y tratar de hacer de su campo de trabajo una materia asequible a todo el mundo. En esta labor hemos hallado importantes avances en la ardua tarea de sintetizar, compartir y reflexionar sobre las conclusiones de importantes investigaciones que se llevan a cabo por ejemplo en el campo de la medicina celular con incontestables éxitos de la que se están beneficiando miles de personas en el mundo, fruto de la cooperación de la bioquímica, física, microbiología, inmunología, biología celular, nutrición ortomolecular y otras tantas disciplinas, supone una concepción nueva de la medicina para tratar las enfermedades que convierten al paciente en autónomo, recuperando el conocimiento sobre el funcionamiento de su propio organismo y prefigura la aparición de un nuevo sistema sanitario no tan excesivamente dependiente de una industria de inversión.

   Y por su parte, la sociedad, los no científicos deberían aceptar la responsabilidad de mostrar mayor interés por los conocimientos indispensables que sí pueden aplicar como mejora de su condición de vida, la de sus familias y las futuras generaciones. Del mismo modo que no hace falta saber solfeo para apreciar una sinfonía clásica, no hace falta ser un genial escritor para disfrutar leyendo una magnífica obra de la literarura universal. Hoy más que nunca, se han de restablecer los lazos que se han perdido y que han sido sustituidos por un cúmulo de distracciones y actitudes alienantes, recordemos que el conocimiento es poder, debemos prestar más atención e indagar más allá de los canales de masas promocionados.


De todo lo expuesto podemos sacar varias conclusiones que dejo para reflexionar al sabio lector. A modo de resumen la idea básica es que poseer lo esencial de cada campo del saber es más valioso y útil que poseer un conocimiento intenso especializado, pero aislado del resto de materias. La fragmentación del conocimiento no contribuye a una visión más clara de la realidad que pretendemos discernir. No se puede adquirir una perspectiva equilibrada bajo una formación que no ha integrado las ciencias sociales, naturales y las humanistas, por muy responsable y meticuloso que se preste al análisis, mientras haya un déficit en alguna de ellas la sabiduría será fragmentaria y sesgada. La convergencia del conocimiento o cualidad de un saber unificado facilita y proporciona una deseable y beneficiosa comprensión de esta tremenda y compleja realidad física y existencial.

 

Bibliografía.
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- G.R.URBAN. ¿Sobreviviremos a nuestro futuro?
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- C.P. SNOW. The two Cultures and the Scientific Revolution.

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1 La antigua China. La Seres griega y la Sina latina.


   A la hora de abordar la cultura china, uno de los principales obstáculos para cualquier profano es la dificultad para reconocer los nombres. Para una persona ajena al mundo asiático en general, que se interna por vez primera en esta parte de Asia se abre ante sus ojos una cultura muy diferente a todo lo que conocemos. Este inconveniente no sólo afecta a Asia, también a África y Oceanía especialmente. Es una lástima que académicamente se presenten historias universales donde se desconocen tantos aspectos y saber de la cultura china, la fascinante India, o el imperio mongol entre otros ejemplos que podríamos analizar saltando de parte a parte por el mundo. Estas carencias amplian aún más la incomprensión en el contexto de un mundo actual más universal, que debe enriquecer nuestro conocimiento.

   Hoy haremos una pequeña introducción o más bien daremos un breve paseo, y poco abarcaremos, pero ésto es tan sólo un primer vistazo. Se necesitarían muchas hojas para describir y comprender la civilización china, que como Mesopotamia y Egipto, nacieron al amparo de grandes ríos. Así el río Amarillo (Huanghe) y el río Azul (Changjiang) fueron la cuna de la civilización china. En el estudio tendremos la tendencia de traducir todos los términos para hacerlos más asequibles, asumibles a nuestro vocabulario, pero su diferente naturaleza no la podemos asociar a los lenguajes internacionales que más nos suenan.

   Lo primero que destacamos de China es que tratamos con el estado más antiguo que ha sobrevivido a nuestros días, mientras en el mundo se han levantado y caído reinos e imperios sucesivamente a lo largo de los siglos, China ha permanecido viva al paso del tiempo. Posee una larga historia jalonada con innumerables luces y sombras, al igual que el resto de naciones poderosas. El pueblo chino actual se nos presenta como la más antigua y conocida historia escrita de la humanidad.


   Al carácter o idiosincracia del mundo chino ha contribuido su aislamiento, más cerrado, como refugio al abrigo de influencias externas, China siempre se ha considerado así misma el centro del mundo, "el imperio del medio" o jung guo, sólo el comercio abriría las puertas hacia las influencias exteriores. El territorio chino quedaba enmarcado en el Extremo Oriente por grandes cadenas montañosas que limitan al oeste de su territorio, las Altai, Kunlun, Tianshan, Karakorum, Himalaya, etc… con la consecuente dificultad para las comunicaciones con el resto del mundo, sólo algunas regiones tuvieron contactos debido a particulares rasgos geográficos excepcionales.

Las rutas de la Seda, ya bien trazadas en varias ramificaciones y vertientes en los siglos I-II d.C., fueron las únicas vías posibles de contacto e intercambio entre China y el Occidente, el imperio romano en estos momentos.
SUE-HEE KIM.   

   Una aspecto muy interesante sobre China consiste en indagar los contactos más antiguos con Occidente ¿la antigua Grecia conocía China? ¿Qué noticias tenía el Occidente antiguo? ¿Qué sabían los chinos de Occidente?

   Como uno de los más antiguos testimonios occidentales, tenemos una vez más a Herodoto, que como ya sabemos escribió en el siglo V a.C, este autor hace mención a los hiperbóreos, las investigaciones realizadas los han identificado con los habitantes de la región de Kuanchung y otras zonas del río Amarillo. Abajo podemos ver una versión del mundo según Herodoto, los hiperbóreos han sido situados arriba a la derecha.


   Más tarde, ya en los tiempos de los reinos helenísticos y el imperio romano, la principal fuente occidental sobre China viene del astrónomo y geógrafo Ptolomeo de Alejandría, que vivió en el siglo II d.C. Esta información fue obtenida a través de mercaderes que habían viajado por la antigua ruta de la Seda. Así constató que Grecia ya conocía la existencia de China incluso antes del siglo II a.C.

   Las variaciones vienen por la procedencia de los nombres. En Occidente desde los tiempos más antiguos hasta el medievo China fue conocida con varios nombres: Seres, Sina y Catay.


SERES. Proviene del término Si (Ssu, seda en lengua china). Éste fue transmitido por los griegos modificado como SER. Esto implica que ya existía comercio de seda desde por lo menos finales del siglo III a.C.



SINA. Procede del latín, del que deriva la palabra China que utilizamos hoy. Esta palabra llegó a Europa a través de la India en el siglo II a.C. Sina alude al nombre de una dinastía reinante, la dinastía Ch´in (Qin, en sanscrito), así se fraguó la palabra China.



CATAY. Es una denominación mucho más tardía, medieval, su origen data del siglo XII, fue tomado de una tribu que dominaba el norte de China, la dinastía Liao, que conocía a los chinos con los términos Ch`itan, Khitan, Khitai, derivando finalmente a Catay, (Cathay en Europa).


   En la Edad Media se especulaba sobre si China y Cathay eran el mismo país. La misma duda flotaba en el mundo antiguo con las designaciones Seres y Sina. ¿A qué se debía tal disparidad? Sencillamente a que un nombre había llegado por ruta terrestre y el otro por vía marítima, ésta era la razón de la confusión. Las distancias eran enormes.

   Puede decirse que el imperio chino sabía más del imperio romano que éste de áquel. Autores como Horacio o Plinio se refieren a China, además la conocida Tabula peutingeriana revela la existencia de la Sera Maior (La Tierra de la Seda), China.

   Desafortunadamente, ambas potencias no pudieron contactar debidamente. Para los chinos el imperio romano era conocido como Taqin (da Qin), el mítico imperio del Extremo Occidente. Incluso conocían las capitales del oriente romano como Antioquía (Hien Tu) y Alejandría (Ngan Tu).

   Hay un célebre episodio que refiere una embajada que la dinastía Han envió con el objetivo comercial de ir al encuentro del soberano de Taqin (el imperio romano), el oficial encargado llamado Gan Ying llegó muy cerca de la frontera romana, pero el encuentro nunca se celebró, debido a la persuasión de los mercaderes partos, que gobernaban el imperio persa, se percataron de la pérdida de beneficios que ellos recibían por los aranceles si China y Roma trataban directamente. Los partos, buscaban controlar la ruta entre Oriente y Occidente para obligar a los viajeros de ambas partes del mundo a pasar con las caravanas por sus tierras. Los persas ya habían iniciado las primeras relaciones con los chinos entre los años 115-105 a.C. Expuesta esta realidad es lógico que los partos pusieran toda clase de trabas, peligros y dificultades en atravesar las fronteras romanas, persuasión que finalmente disuadió al oficial chino evitando una posible alianza entre chinos y romanos, este episodio sucedió en el año 97 d.C. La importancia de este extraordinario episodio fue destacado por el profesor y arqueólogo V.M. Manfredi:

"De haber tenido éxito la misión de Gan Ying, las consecuencias habrían sido impensables. Los dos grandes imperios del planeta habrían podido intercambiar conocimientos preciosos, quizá incluso crear una alianza… / La distancia entre los dos imperios era tal que no había peligro de competencia sino solamente interés en colaborar".
V.M. MANFREDI.   

   Se sabe que en el año 166 el emperador Marco Aurelio (conocido en China como Andoun) envió un embajador para establecer relaciones comerciales directas con China sin el intermediario persa, pero la distancia y otras dificutades también impidieron el acuerdo, este hecho no se menciona en las fuentes romanas pero sí está registrado en documentos chinos de la dinastía Han.

   Existe actualmente una hipótesis defendida por algunos investigadores chinos y de otros países que plantea la posibilidad de que hayan existido soldados romanos viviendo en China, esta posibilidad fue expuesta por Homer Dubs en 1842 cuando advirtió en documentos chinos de la dinastía Han la existencia de un nutrido grupo de soldados extranjeros que operaban seguramente como mercenarios. Estos guerreros intervinieron en un conflicto local en la actual Tayikistán. En una batalla librada en una localidad del río Talas entre un jefe local rebelde y tropas chinas del emperador. Lo curioso del asunto es que los mercenarios extranjeros utilizaban escudos ovalados dispuestos al igual que la típica formación en testudo, y otro detalle era que tenían un campamento que imitaba el castrum. La historia no termina aquí, al parecer perdieron los rebeldes y los mercenarios extranjeros fueron hechos prisioneros, hasta que fueron establecidos en China, a una ciudad que el emperador bautizó con el nombre Lijian, topónimo que se piensa procedería del término Alexandreia (nombre con que se designaba a los asentamientos que fundaban los occidentales en Oriente desde Alejandro Magno). Lo más extraño del caso, es que Lijian fue independiente durante 6 siglos. Hoy se sospecha que estos hombres pudieron ser supervivientes de la batalla de Carre acaecida en el 53 a.C. donde el ejército romano fue masacrado por los partos (que gobiernan en esta época el imperio persa), y los que quedaron vivos fueron deportados por los partos a las regiones más orientales de su imperio, los que lograron escapar alcanzaron China, tras un largo periplo, levantaron su propio asentamiento imitando la estructura del castrum. No hay argumentos sólidos para sostener esta teoría, pero tampoco puede descartarse del todo esta posibilidad a raíz de tales indicios.




Referencias.

Montenegro, A. - Historia de la China antigua.
Cotterell, Arthur. - China a cultural history.
Sue-Hee Kim. - La antigua China.
Chesnaux, J. - Historia de China.
Hudson, G.F. - Europe and China.
Chang, Kwang-Chih. – The archeology of ancient China.
Yap, Yong y Cotterell, A. - The early civilization in China.
Serstevens, A.T. - Los precursores de Marco Polo.
Lattimore, O. - Silks, Spices and Empire; Asia seen throug the eyes of its discovers.


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