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1 Esparta. La Constitución de los Lacedemonios

Fundada por los dorios en el valle de Eurotas, al sur del Peloponeso, Esparta se nos presenta como el paradigma de comunidad doria más austera, resuelta, belicosa e imperialista. La tradición legendaria transmitida por la épica homérica situaba en la Esparta micénica al rey Menelao, hermano de Agamenon, rey de Micenas, organizando la famosa expedición contra Troya. Homero también aludía al “Regreso de los Heráclidas” como un suceso posterior a la guerra de Troya, legitimando Esparta como una ciudad típicamente doria. Por eso, a los dorios que conquistaron el Peloponeso se les conoce como los Heráclidas «los hijos de Heracles». La mitología justifica la emigración doria y su entrada en el Peloponeso como el regreso de los descendientes de Heracles a la tierra de su antecesor.


Esta integración o invasión doria que referimos tuvo lugar en el Peloponeso micénico a fines del II milenio a.C. La llamamos doria porque sus jefes provenían del pequeño estado de Dóride, situado cerca de las Termópilas. Al parecer los dorios se aliaron con los atenienses antes de invadir el Peloponeso, Micenas sería incendiada en torno al año 1100 a.C aunque necesitaron otro siglo para dominar las regiones del este y del sur, en el que se desvaneció toda la cultura de la Argólide que les precedió.


La tradición también afirmaba que Orestes, hijo de Agamenon era antepasado de los espartanos. Todas estas tradiciones justificarán el derecho de mandar sobre confederaciones de ciudades griegas tal y como lo hizo Agamenon en el pasado. Podemos advertir la relevancia de las tradiciones que enlazan de forma inextricable la historia y la leyenda heroica como clave fundamental para legitimar y perpetuar el poder de las clases dirigentes, detentadoras de un prestigioso pasado.


“Licurgo enseña la importancia de la educación al pueblo.”
Por Caesar Van Everdingen (1662).
Explicación en Referencias Parte 3


En posts anteriores vimos como el final de la Edad Oscura refleja la transición de la Grecia prehelénica al mundo griego propiamente dicho, el ascenso cultural de la civilización griega viene representado en Esparta por una figura ineludible, a caballo entre lo histórico y lo mítico, un legislador llamado Licurgo, considerado el artífice de una reforma constitucional de gran calado que reunía todas las instituciones espartanas. Son unos momentos trascendentales para la región del Peloponeso porque se dan cambios fundamentales. Las principales leyes de Licurgo se referían a la distribución del territorio, la educación de los niños, las comidas comunales o syssitia, y el establecimiento de normas muy rígidas acordes para una nación de guerreros, fueron tan importantes que afectaron todos los aspectos de la vida de los espartanos. Antes de su llegada el pueblo vivía al borde de la rebelión por fuertes desigualdades sociales, la corrupción y un sistema de gobierno que se movía entre dos extremos: la monarquía, pervertida en el abuso desmedido, y la democracia, que había degenerado en anarquía, una kakomonía o mala ley.

Cuenta la tradición que Licurgo había viajado a la India, Persia, Egipto, había participado en la fundación de los Juegos Olímpicos en el año 776 a.C. y que a él se debe la difusión de los poemas homéricos en la comarca de Laconia -donde se encontraba la ciudad de Esparta-. Por este motivo Esparta no escapa en este gran renacimiento cultural participando de tradiciones anteriores como el resto de las ciudades de la civilización griega, recuperando un pasado heroico, enlazando el pasado con el presente hacia su futuro. En otras palabras, Esparta va a recibir influencias externas y Licurgo tendría un papel destacado en la difusión de estas influencias en la región, después la ciudad se volverá hermética a toda influencia foránea.

Situado al SE de la Esparta clásica siguiendo el río Eurotas, en el margen izquierdo se elevan unas altas colinas, en el pico más alto se halló una estructura vinculada a un lugar de culto llamado MENELAION según nos cuenta Polibio y Tito Livio (lugar identificado con Therapnai). Este sitio se asociaría al santuario a Menelao y Helena si seguimos a Heródoto y Pausanias. Cabe pensar que hacia el año 700 a.C. se estableció este santuario sobre un antiguo altar sagrado de época micénica donde -se supone-, estuvo el palacio de Menelao. En este momento el santuario sería la clara expresión de una Esparta que participa en la difusión de conocimientos sobre tradiciones épicas.

En Laconia posiblemente ya se fraguaba con antelación una nueva forma de estructura social que situaba a los privilegiados arriba y a los sometidos muy abajo. La clase dominante espartana se consideraba heredera de los Heráclidas, eran dorios por su procedencia, y reclamaron un territorio del que habían sido expulsados. No sabemos muy bien si lo consiguieron por feroz asalto o si sencillamente aprovecharon una reacción general contra la aristocracia precedente para imponerse. En esta tesitura es muy probable que los dorios para terminar el conflicto con los aqueos -que se habían hecho fuertes resistiendo largo tiempo en el enclave fortificado de Amiclas-, decidieran acordar que la nobleza aquea fuera admitida en la confederación de tribus lo que daría sentido al relato herodoteo que afirma que uno de los dos linajes reales era aqueo. Como veremos más abajo, Esparta tenía una monarquía dual (diarquía) que podría explicarse por esta dualidad doria-aquea. La arqueología había detectado un despoblamiento de este área entre los siglos XI al VIII a.C., durante la convulsión de la Edad Oscura griega, en las que asociamos el final del mundo micénico -La civilización micénica. La era de los aqueos.- con conflictos y movimiento de poblaciones difíciles de precisar.

Heródoto y Tucídides trataron de arrojar luz a este complejo episodio del pasado. Las pruebas ofrecidas por parte de la filología que ha tratado relaciones en los dialectos así como datos de la arqueología y la mitología no han logrado esclarecer estos movimientos poblacionales. En cambio, sí han dejado claro que en Grecia se produjo una redistribución de los pueblos en un proceso muy dilatado y dispar en el tiempo. Es posible que en este contexto el abandono del territorio fuese aprovechado por tribus de pastores inmigrantes que conformaron una sociedad estable hasta que llegaron los dorios comandados por “los hijos de Heracles”.


-La conquista de Mesenia y las principales clases sociales: hilotas, periecos, y espartiatas.

La cultura espartana fue una sociedad eminentemente conservadora y cohesionada, donde las diferencias políticas y divergencias sociales se solventaban sin causar las típicas revoluciones que sacudían a los restantes estados griegos. En este sentido Esparta fue una ciudad atípica y contraejemplo de lo más habitual. Así por ejemplo mientras otras ciudades griegas experimentaron una explosión demográfica que propició la colonización del Mediterráneo desde el siglo VIII a.C, Esparta prefirió invadir a sus vecinos y anexionarse las ricas tierras de Mesenia, situadas al oeste del Peloponeso. He aquí un rápido vistazo a las comarcas del Peloponeso: Acaya (Norte), Elide (al NW) Argólide (NE, cerca de Micenas), Arcadia (centro), Mesenia (al SW), y Laconia (al SE, donde se encontraba Esparta). No están todas las ciudades que son, pero éstas son todas las que están:

Comarcas de la península del PELOPONESO (S. de Grecia)


Esparta invadió Mesenia (SW del Peloponeso) entre los años 735-715 a.C aproximadamente, fue la primera guerra mesenia -la primera de tres guerras hasta mediados del siglo V a.C.-, para desgracia de sus habitantes, el balance fue nefasto para los mesenios que acabaron sometidos, el territorio que dominaron los espartanos llegó a ser cinco veces mayor, tan grande como la resistencia de los conquistados que con frecuencia se rebelaron, lo que a largo plazo impulsó medidas de control implacables.

El último reducto mesenio estuvo en el monte Ithome, situado en las estribaciones montañosas colindantes con Arcadia, fue doblegado hacia finales del siglo VIII a.C., pese a la derrota, los mesenios aprovecharon cualquier oportunidad para rebelarse al ser reducidos a la condición de hilotas (semiesclavos). Uno de los alzamientos más graves tuvo lugar en el año 464 a.C, conscientes que un terremoto aplastó a buena parte de combatientes lacedemonios sepultados en los gimnasios se inició una revuelta a la que se sumaron otros grupos descontentos. Esparta tuvo que sofocar la sublevación auxiliada por Atenas, conflicto que terminaría nuevamente en el monte Ithome, los mesenios consiguieron su libertad a cambio de trasladarse, exiliarse al dominio ateniense de Naupacto (en el golfo de Corinto), ciudad que dicho sea de paso, dos milenos después los venecianos le pusieron el nombre de Lepanto, -que nos suena mucho más-.

Según nos da entender Eurípides en Cresfonte, Mesenia hasta finales del siglo VIII a.C. era un estado griego autónomo, o sea, una polis griega o tal vez estaba en vías de serlo, pero la dominación espartana impidió su desenvolvimiento como ciudad-estado, careciendo de la libertad propia de las incipientes polis.


Ilustración de las Guerras Mesenias. El ejército espartano contó con algunos mercenarios de Creta y Corinto entre otros aliados, en esta representación un hoplita espartano junto a un arquero cretense luchan contra un hoplita mesenio. Los mesenios tuvieron como aliados a Argos y Sición entre otros. Una vez le preguntaron a un rey lacedemonio por qué los espartiatas que tantas veces habían vencido a los Argivos no los exterminaban de una vez, a lo que contestó “Para dejar a nuestra juventud alguien contra quien ejercitarse”. En otra ocasión le preguntaron por qué los espartanos no exponían en los templos los despojos de los enemigos como hacían otras ciudades, y la lógica espartana manifestó “porque fueron tomados a cobardes, y por lo mismo no merecen ni ser expuestos a la vista de la juventud, ni consagrados a los dioses." La singular mentalidad espartana no dejará de sorprendernos y llegaremos a comprender muchas de las razones que forjaron esta sociedad.

En Tesalia los miembros de las clases oprimidas se llamaban penestai “los pobres”, en Sición se les llamaba Konípodes “aquellos de pies sucios”, en Esparta se les conocíó como hilotas “los que han sido cogidos”, término bastante apropiado a la realidad. Los mesenios constituyeron el núcleo principal de los hilotas, ésta clase oprimida tiene una condición de esclavo explotado por la comunidad, otras veces revestía una dependencia personal. Esta definición poco clara que referimos sobre si fueron esclavos públicos o siervos estriba en que los hilotas tenían autonomía económica, podían ser propietarios de sus herramientas, ganado y enseres domésticos. Esto es raro porque en las demás ciudades griegas los esclavos no tienen bienes, sencillamente trabajan sin poseer nada. A veces eran obligados a acompañar al ejército como meros porteadores, auxiliares, tropa de infantería ligera. Las clases sociales que podemos distinguir en la sociedad lacedemonia eran básicamente tres: hilotas, periecos y espartiatas:


–LOS HILOTAS. Una clase inferior. Los hilotas estaban en lo más bajo de la sociedad espartana, eran comunidades conquistadas que habían sido reducidas a servidumbre. Según el historiador Tucídides su número podría alcanzar los 200.000, eran obligados a llevar la cabeza afeitada, vestir ropas de cuero y un gorro de piel de perro, una infracción de esta norma conllevaba una multa para el responsable del hilota. En palabras del historiador Gonzalo Bravo “son los campesinos obligados a explotar las tierras de los espartiatas adquiridas por derecho de conquista, por lo que su existencia es presumible en casi todo el ámbito peloponésico, si bien la mayor concentración se dio entre los mesenios que, con frecuencia, protagonizaron rebeliones contra el estado espartano”. A grandes rasgos definimos a los hilotas como los campesinos que trabajaban en condiciones de semiesclavitud las tierras de los espartiatas. Últimamente se ha revisado su papel en la vida socio-política espartana, valorando su status entre la esclavitud y la libertad. La militarización de la sociedad lacedemonia pudo ofrecer a muchos hilotas la posibilidad de prosperar al servicio del Estado como soldados auxiliares bajo la promesa de la manumisión (liberación) o algún otro beneficio, ciertos hilotas pudieron ser utilizados como hoplitas de segunda categoría lo que implica un colaboracionismo. Otra vía pudo ser de carácter civil, existió una categoría de hombres libres no espartiatas denominados MOTHAKES que bien podrían haber sido hilotas promocionados. Todas estas concesiones a los hilotas tienen que entenderse dentro de un contexto de necesidad extrema por parte de los espartiatas (como fue por ejemplo la invasión tebana de Laconia a mediados del siglo IV a.C.)



-LOS PERIECOS. Una clase intermedia. En la sociedad espartana hallamos otro grupo: los periecos, perioikoi o “aquellos que viven alrededor”, una suerte de ciudadanos libres pero con derechos restringidos -sin derechos políticos-. Como su nombre indica vivían en torno a lugares ocupados por los espartiatas y les estaba permitido tener propiedades y lotes de tierra, digamos que su principal actividad fue el comercio y la industria, pagaban una contribución al Estado, y también desempeñaron funciones militares, incluso algunos tuvieron cargos de relevancia en el Estado. Más tarde su situación empeoraría a raíz de levantamientos unidos a los hilotas. No sabemos si eran aqueos predorios, dorios, o foráneos que se habían instalado cuando se marcharon los aqueos. Las comunidades de periecos vivían en unos 100 poblados de buen tamaño, disfrutaron de una relativa autonomía supervisada por unos funcionarios espartiatas llamados harmostaí. Estas poblaciones perioikoi se localizaron en el litoral marítimo, en las estribaciones occidentales del Parnón y en la región de la Escíritida, en la parte N del valle lacónico; también existen referencias de poblaciones periecas al N y S de Mesenia. Esta clase social acabó concentrando en sus manos toda la actividad comercial del sistema económico, sobre todo cuando los espartanos decidieron prohibirse a sí mismos toda actividad económica en su afán por desterrar toda ostentación, incluso emitieron "moneda" de hierro, que eran en verdad trozos de hierro, feos y toscos para evitar esa veneración y acopio de plata u oro propia de los enfermos de codicia. En esta guisa, los periecos fueron los proveedores fundamentales de objetos manufacturados e importados que necesitaba el Estado y su población. Algunos son de la opinión que los periecos fueron inicialmente aliados de los espartanos, pero algo harían mal que acabaron subyugados, marginados de la vida política -excluídos de la Asamblea o Apella-, se convirtieron en tributarios de los espartanos.



-LOS ESPARTIATAS. La clase superior. Eran los ciudadanos de pleno derecho en Esparta, -la minoría ostentadora del poder-, númericamente siempre fueron inferiores a los periecos e hilotas, su actividad principal era política y militar. Libres de las labores agropecuarias, vivían del trabajo de los hilotas a su servicio que cultivaban sus tierras. Los derechos de ciudadanía se obtenían sólo por nacimiento y para poder conservarlos/validarlos era indispensable participar en dos instituciones claves e imprescindibles: 1ª) el agoge que significa "criar, conducir" -una educación intelectual abocada a adquirir respeto hacia padres y mayores, un arte ladino y astuto hacia el enemigo, además de un durísimo entrenamiento físico-. El agoge podría resumirse en obediencia, resistencia, y vencer o morir combatiendo). 2ª) Las phiditias -un ineludible servicio muy vinculado a la educación, al aprovisionamiento de alimento y al acto de comer en comunidad, de suma trascendencia castrense-. Si el espartiata cumplía con ambas instituciones es llamado hoi hómoioi “los iguales”, que en la práctica significa tener los mismos derechos. Ahora bien, aquellos espartiatas que no contribuían en estas dos instituciones fundamentales perdían la ciudadanía, si esto sucedía se les consideraba semi ciudadanos: los HYPOMEÍONES, aquellos que poseen derechos civiles pero no derechos políticos, son espartiatas degradados, por razones económicas o deshonrosas (como la cobardía). Observamos que dentro del orden espartiata existía una diversa realidad social marcada por su productividad, unas pruebas y disciplina muy duras que ellos mismos se impusieron. Con cada generación su número fue decreciendo de varios miles a varios cientos, víctimas de su rígida legislación y exclusividad elitista, esta merma generacional del número de espartiatas se denomina oligantropía y traería consecuencias negativas que degradarían el sistema oligárquico permitiendo la entrada de personajes que no merecerían el privilegio de iguales. Esto sucedió ya que poco a poco estas virtudes fueron degenerando y se acusa al eficaz aunque poco humilde general espartano Lisandro -victorioso sobre los atenienses rematando la guerra del Peloponeso a finales del siglo V a.C.- de haber introducido en Esparta las riquezas y la corrupción, no por casualidad Lisandro era un hypomeíon. La guerra del Peloponeso transformó profundamente la realidad social espartana.

 

La oligantrophia. El decrecimiento del número de espartiatas homoioi.
La estricta legislación lacedemonia no contó con un efecto secundario a largo plazo que arruinaría la capa social que regía su sistema de gobierno y que causaría la ruina del Estado. La oligantrophia fue el fenómeno por el cual el número de espartiatas se redujo de forma imparable debido a la rigidez del propio sistema implantado. El número de miembros que conformaban la élite espartana era de unos 9000 y fue menguando paulatinamente, el problema era más socioeconómico que demográfico, pues población tenían, lo que escaseaba era el principal activo militar de élite, los espartiatas-. Cada vez era más difícil cumplir con tantos requisitos, derecho de nacimiento -hace que sea muy restringido el acceso-, obligaciones tales como el matrimonio, donde su principal objetivo era dar fuertes hijos a Esparta, no había sitio para los débiles o defectuosos, se tiraban al monte Taygeto, donde al parecer también se ha sabido que se despeñaba a delincuentes. Otro problema fue el empobrecimiento de espartiatas que les excluía de formar parte de la élite de guerreros, no podían contribuir a las phiditias, así que perdían su status privilegiado (podían perder los derechos políticos de ciudadanía). La desigualdad de la propiedad entre los espartiatas hacía que el concepto ideal de “iguales entre sí” fallase, unos pocos homoioi se estaban enriqueciendo y otros se empobrecían gravemente hasta el punto de tener que vender su propiedad, al no poder contribuir perdían sus derechos políticos. Otro factor importante fue la integración progresiva de población dependiente del ejército lacedemonio (periecos, hilotas, crecen en número especialmente a partir de la Guerra del Peloponeso), paralelamente disminuía el número de espartiatas, llega un momento que en el 421 a.C. aparece el nombre de neodamodeis (nuevo damos) y este incremento de poblaciones dependientes siguió aumentando en detrimento de los ciudadanos de pleno derecho lacedemonios. Además, a la disminución del número de espartiatas creció el número de mujeres propietarias de tierra cultivable recibida en herencia, a mediados del siglo IV a.C el 40% de esta tierra estaba en manos de mujeres que ante la escasez de espartiatas buscan casamiento con otros grupos como los hypomeiones (espartiatas degradados) o los periecos más ricos, todas estas nuevas realidades erosionan los principios del estado lacedemonio rompiendo la endogamia homoioi, abriendo una brecha para alcanzar el poder político a otros grupos sociales que siempre habían tenido vedado el acceso al poder.


Entre la criba de nacimientos "defectuosos", los caídos en batalla o por las rebeliones hilotas, los excluidos por empobrecimiento, la integración de grupos dependientes del ejército, o catástrofes naturales como el terremoto del que hablamos más arriba donde murieron sepultados un importante número de hombres adultos y efebos -el relevo generacional-, las nuevas generaciones de espartiatas fueron decreciendo en número de efectivos, de varios miles a varios centenares.

En la práctica, cada vez hay menos ciudadanos-soldado, así por ejemplo si en la batalla de Platea (479 a.C.) participaron 5000 homoioi, casi un siglo después en la desastrosa batalla de Leuctra (371 a.C.) lucharon unos 1200 homoioi ¡¡y perecieron 400!!. Percatados de esta merma, -cada año había menos personal espartiata-, conscientes de esta progresiva reducción trataron de solventar este problema aunque no con demasiado éxito, en una mentalidad donde la cualidad, la virtud era más importante que la cantidad o la matemática, donde perecer a manos de muchos era lo más grande que podía aspirarse para salvaguardar el honor y la gloria de Esparta, donde todo estaba pensado, canalizado, dirigido y sacrificado por el engrandecimiento y amor a la patria. Existía cierta "permisividad" en el ámbito matrimonial, como excepción necesaria un espartiata anciano casado con una mujer en edad fertil podía dar su aprobación para que su esposa yaciera con otro espartiata joven con el objetivo de procrear, y dar nuevos hijos a Esparta. Para evitar la reducción de efectivos el estado lacedemonio redujo la severidad en la observación de aquellas leyes que arrebataban la ciudadanía a los espartiatas "infractores". En situaciones excepcionales como la masacre de Leuctra (371 a.C.), o los estragos sufridos en la batalla de Megalópolis (331 a.C.) Esparta se permitió cierta laxitud o relajación en el cumplimiento de las leyes que afectasen a la pérdida de la condición de espartiata (atímia).

Acerca de los 2 espartanos QUE NO CAYERON CON LOS 300.

Y sobre los otros 1100 que se quedaron y murieron con Leónidas y sus 300.

No sólo se exigía valor en el combate que podía llevar a la pérdida de la ciudadanía o atímia, también era motivo de repudio social sobrevivir a una derrota cuando la mayoría había perecido luchando. En la celebérrima batalla de las Termópilas todos sabemos cual fue el destino de los 300 lacedemonios apoyados por más de 3500 aliados griegos, no todos se quedaron con el rey Leónidas hasta el final sufriendo los embates del desproporcionado ejército persa. Pero sobre los 300 muy pocos saben que hubo dos espartanos que sobrevivieron a esta batalla: Pantitas y Aristódemo, sabemos que ambos cumplían órdenes.



Pantitas estaba en otra comarca- y Aristódemo herido en un ojo portaba algún mensaje que se retrasó, por no haber caído junto a sus compañeros fueron declarados cobardes. El término concreto es trésantes o temblorosos, la presión social era tan fuerte que son tratados como malditos "ninguno de los espartanos le daba luz ni fuego, ni le hablaba palabra, y era generalmente apodado llamándole Aristódemo el desertor" (Heródoto Libro VII, CCXXXI). Mientras Pantitas no soporta la vergüenza y se ahorca, Aristódemo en la batalla de Platea decide abandonar la formación y entregarse al enemigo furibundo buscando la muerte como redención para lavar tan tamaña deshonra. Tampoco es muy conocido que junto a los 300 espartanos que se quedaron hasta el final con Leónidas murieron también con ellos 700 tespios al mando de Demófilo y 400 hoplitas tebanos. Lo cual no quita el mérito a los 300 frente al inconmensurable enemigo persa pero hacemos justicia también a los tespios y tebanos que perecieron luchando junto a los bravos espartanos hasta el final. Plutarco menciona que cada espartano debió tener supuestamente 6 o 7 hilotas auxiliares como era costumbre. Todos los caídos en las Termópilas recibieron las siguientes inscripciones, una dedicada a todos los peloponesios, la otra dedicada especialmente a los lacedemonios, ambas fueron recogidas por Heródoto (Libro VII, CCXXVIII):


"Contra tres millones pelearon sólos aquí, en este sitio, cuatro mil peloponesios"

"Habla a los lacedemonios, amigo y díles que yacemos aquí obedientes a sus mandatos".

Una cuestión de Estado: tener hijos o sufrir las consecuencias.
También es interesante señalar cómo el estado lacedemonio premiaba y estimulaba la natalidad para asegurarse una provisión de guerreros, tan necesarios para sostener este estado-sistema espartano. Se promulgaron leyes para recompensar a los espartiatas que tuvieran más hijos, pues el principal deber de un espartano que se precie era tener hijos. A partir del tercer hijo quedaba libre el espartiata del servicio militar y a partir del cuarto hijo quedaba exento de impuestos. La obligación de contraer matrimonio era fundamental, varones solteros eran muy mal mirados, objetos de escarnio y mofa, multados incluso los que se casaban demasiado tarde. Ante este panorama es comprensible lo que le pudiera caer encima a los afeminados: exilio, pena capital, todo lo contrario a lo que los programas políticos establecen enseñar hoy en las escuelas, ya que se pretende una sociedad dócil y afeminada que no se rebele ante los abusos, ni se multiplique amenazando los poderes actuales. La realidad es que si antaño el estado lacedemonio quería ciudadanos sanos, perspicaces y fuertes, hoy en cambio muchos estados modernos quieren ciudadanos débiles, conformistas y dóciles. Pero volviendo a Esparta antigua, era vital que cada espartiata se casara y tuviera muchos hijos, el que no siguiera esta norma sufría consecuencias, se dieron casos de mujeres espartanas que salían en turba para "aleccionar" a los solteros, agredían e increpaban a los muchachos que habían llegado cerca de los 25 años de edad sin contraer matrimonio. En ocasiones se obligaba a desfilar desnudos, en invierno, a hombres y mujeres que no habían tenido hijos pues habían faltado a las leyes. Era muy grave que habiendo en Esparta mujeres entrenadas fuertes, fecundas y capaces, físicamente atléticas, perfectamente sanas, orgullosas de estirpe con una belleza y condición tan pura, -una belleza inherente que se remonta a la legendaria Helena de Esparta- que se interpretaba, -con toda la razón del mundo desde este punto de vista-, como un desprecio y un insulto a la comunidad privar a Esparta de descendencia. Tal era la excelencia de alumbrar hijos que a las mujeres que morían en el parto se les concedía el honor de tener una inscripción, al mismo nivel que un guerrero caído en combate.

Artemisa, hermana de Apolo, diosa de la noche y de la Luna, solía vestir una túnica corta y liviana, otras veces pieles de animales salvajes. A las sacerdotisas de Artemisa se las llamaba melisai que significa abeja, que era uno de los símbolos de la diosa. Artemisa era muy antigua y querida en Esparta, es una divinidad que se mantenía en perpetua castidad, abarcaba aspectos propios del mundo rural, la naturaleza salvaje, el bosque, las montañas, los animales y la caza. Fue la instructora de la joven Atalanta, que nadie podía igualar como corredora. Debido a su carácter arcaico y complejo sus atributos fueron variando con el tiempo, protectora de los jóvenes, presidía los partos y propiciaba la fecundación masculina, encarnaba también el ideal de deportista -la guerra y el deporte tenían mucho en común, valor del deporte como entrenamiento para la guerra-, de la excelencia física, muy acorde con los objetivos de dar a Esparta hijos e hijas vigorosos. Puede decirse que los gemelos Apolo y Artemisa eran el modelo de perfección de hombre y mujer idóneos para los jóvenes lacedemonios, modelos que se ajustaban muy bien a la severidad del sistema espartano.

Ceder el asiento. Respeto a los mayores.
Sobre la importancia del respeto hacia padres y en especial a las personas mayores refiere Heródoto la costumbre de los jóvenes a levantarse y ceder el asiento al anciano, incumplir esta regla era severamente castigado, molían a palos al joven que no cedía el asiento a una persona mayor, ¡así no olvidaría la próxima vez!. Una costumbre actual que se ha perdido, todavía hoy algunos ciudadanos educados cedemos nuestro asiento a personas mayores y a las embarazadas en una sala de espera o en el autobús como muestra de cortesía. Era imprescindible respetar a los padres -propios y ajenos- y mayor solemnidad adquiría honrar a los mayores, guiarse por sus pasos, cederles el lugar, estarse quietos y callados delante de ellos. No es difícil imaginar la "manta palos" que recibirían hoy nuestros hijos si se vieran súbitamente inmersos en un mundo así. Curiosamente esta costumbre de ceder el asiento a los ancianos la encontramos también en Egipto, el historiador Heródoto hace la siguiente observación donde asocia esta costumbre únicamente con los lacedemonios, recordamos que la tradición sostiene que Licurgo estuvo en Egipto donde podría haber llevado a Esparta esta costumbre.

Otra costumbre guardan los egipcios en la que se parecen, no a los griegos en general, sino a los lacedemonios, pues que los jóvenes al encontrarse con los ancianos se apartan del camino cediéndoles el paso, y se ponen en pie al entrar en las habitaciones los de mayor edad, ofreciéndoles su asiento.

HERÓDOTO, II, LXXX.


Un ejemplo que habla sobre la educación de ceder el asiento a los mayores y al mismo tiempo la importancia fundamental de tener hijos viene de mano de Plutarco que relata como un afamado general espartano llamado Dercílidas vio como un joven se negó a cederle el asiento. Arriesgándose a un castigo el joven repuso que no le cedía el asiento al general argumentando "porque tú no dejas un hijo que me lo ceda a mí". Obsérvese que por encima de esta obligación de ceder el asiento pesaba más la obligación de tener hijos y el joven no fue reprendido porque su razonamiento era correcto.

Las Phiditias (comidas comunales y contribuciones personales), al igual que el agoge, fueron una condición fundamental para ser considerado parte de la élite lacedemonia. Las comidas comunales o syssitia tenían el objetivo de desterrar toda clase de lujo, todos comían y bebían lo mismo, la misma servidumbre, la misma vajilla. Las syssitia tenían un valor castrense, eran mesas comunales de guerreros que contribuían con sus aportaciones, que eran fruto del sudor de los hilotas -de los que trabajaban en sus tierras-, apenas les quedaría sustento para mantener a sus familias lo que acrecentaría su inquina hacia los espartiatas que les explotaban. Las syssitia serían "la reunión de los varones adultos espartiatas de pleno derecho con la finalidad de estrechar y reforzar vínculos de unión que hacían posible su predominio sociopolítico mediante el acto simbólico de una comida en común" (Casillas, J.M. y Fornis, C.). Estas cenas castrenses iban contra la tradición de los valores familiares del oikos, constituían un pilar fundamental del modelo sociopolítico lacedemonio orientado a dotar Esparta de ciudadanos-soldado vigorosos (Austin, M, y Vidal-Naquet, P).


OBJETIVO DE LAS PHIDITIAS:
DESTERRAR EL LUJO, FORJAR LA HERMANDAD MILITAR.


La institucionalización de esta costumbre tuvo que tener una fuerte resistencia al principio, como anécdota refiere Plutarco que un día regresaba el rey Agis vencedor de una campaña contra los atenienses, cansado y eufórico quiso celebrarlo cenando en casa con su mujer, presto e ingenuo, demandó su porción, pero no se la enviaron. Al día siguiente los Eforos le multaron por este delito. En este sentido hay que señalar que las phiditias no sólo significaban asistir a las comidas, también implicaban contribuir con cierta cantidad de provisiones y una suma de dinero. Pero sucedía a veces que los espartiatas se empobrecían y perdían su rango de "homoioi" ya que no podían contribuir con lo exigido, así el incumplimiento les excluía de la vida política. Debo matizar que aunque se emplea de forma general la palabra comidas, en realidad se celebraban por la noche, es decir que eran cenas. El banquete nocturno espartano era parco, sin exceso, se comía con frugalidad -moderación- y se acudía con las armas (adquiría un fuerte simbolismo militar participar). La única excusa admitida para no asistir era estar atendiendo algún asunto religioso o cinegético, como hemos visto ni el rey Agis pudo cenar en casa con su mujer y fue sancionado.

 

Sin miedo a la oscuridad...
Para ver hasta que punto el Estado estaba obsesionado por controlar todos los aspectos de la sociedad, se canalizó cualquier situación para afirmar los valores y virtudes espartanas. La tradición refiere que al terminar estas cenas públicas los comensales se retiraban a casa sin luz, no estando autorizado alumbrar la calle debido a que se pretendía seguir la costumbre de andar sin miedo a la oscuridad de la noche.


Otro hecho singular ¿POR QUÉ ESPARTA NO TENÍA MURALLAS?
Una potencia militar como Esparta, debería haber tenido como toda ciudad poderosa unas sólidas murallas, sin embargo no se levantaron hasta época tardía -en período helenístico, a cargo del rey Nabis en el siglo II a.C.-, durante época arcaica y clásica Esparta careció de murallas y se jactaba de ello. Una anécdota refiere que los muros de Esparta eran sus hoplons (soldados) lo que dice mucho sobre la mentalidad militar que considera el valor como una virtud que emana consecuencias extremas. Plutarco atribuye a Licurgo la siguiente cita "una ciudad está bien fortificada cuando está guarecida por hombres y no por piedras" (Plu. Lyc. 19,12: Mor 228e). Es posible examinando la contundente tendencia a formar una sociedad basada en el valor y la fortaleza, un modo de vida y tradiciones abocadas a despreciar el miedo, la codicia, y darlo todo por la patria que el Estado intepretase como un acto de debilidad necesitar murallas, incluso podría considerar una imagen afeminada esconderse detrás de unos muros como el resto de las polis. Otros investigadores señalan a la legislación que desaprobaba acumular riquezas, si no hay tesoros, que necesidad hay de proteger una ciudad que pretende ser paradigma de la modestia y la igualdad, al mismo tiempo no habría motivos para atacar una ciudad que carece de botín que merezca la pena el esfuerzo de acometer al ejército más temible de la época -una muralla muestra la ostentación de poder económico de una ciudad, el mensaje psicológico hacia el invasor sería algo como decir que no tenemos nada que ocultar, ni que temer-. Platón y Aristóteles especularon sobre este asunto con opiniones a favor y en contra a propósito de la decisión espartana de no fortificar.

"...estaría de acuerdo con Esparta en que las murallas hay que dejarlas dormir tendidas en la tierra y no levantarlas." (Platón. Leyes. 778D)

"Considerar bien no rodear con murallas a las ciudades es igual que buscar un país fácil de invadir y allanar en su entorno los lugares montañosos, y es igual también que no rodear de muros las casas particulares, en la idea de que sus ocupantes serán cobardes." (Aristóteles. Política. VII, 1330b-1331a)

Otra explicación que trata de resolver la ausencia de fortificaciones amuralladas aboga por una serie de líneas defensivas, una de carácter geoestratégico y tres de carácter sagrado. Una de las líneas confiaría a los periecos situados en la periferia una defensa como poblaciones "tapón" o cinturón de seguridad ante eventuales invasiones hacia Esparta -esta defensa sería de índole geoestratégica-. Otras líneas defensivas aluden a protecciones divinas situadas a varias distancias -un primer círculo a unos 20km de Esparta- que recaerían en los templos de Artemis Cariátide (al NE) y Artemis Limnatis (al SW), relatan Pausanias y Estrabón que en estos templos tenían lugar ritos iniciáticos femeninos -doncellas que eran aisladas de la sociedad- donde renacían como mujeres preparadas para el matrimonio. Justamente en estos templos se sitúa el origen de algunos conflictos como fue la primera guerra mesenia, los mesenios afirman que habrían sido atacados por los espartanos, aunque la versión espartana señala que en uno de estos festivales los mesenios violaron a las doncellas y habrían matado al rey espartano Teleclos, hecho que desencadenó la primera guerra mesenia. En estas escaramuzas donde las doncellas podían sufrir alguna agresión, violación o secuestro se extrapolaba que si una doncella podía regresar de estos templos sana y salva a Esparta quería decir que la ciudad tampoco sufriría daño alguno. Esta explicación nos puede resultar extraña, pero no es raro en el mundo antiguo realizar semejantes asociaciones simbólicas que tienen una lógica comprensible. Existirían más templos que configurarían otros dos círculos de seguridad, unos templos más cercanos configuraban un segundo círculo sagrado -el templo de Apolo en Amiclas o el de Zeus Mesapo (estos últimos situados a 5Km de Esparta)-. El último -tercer círculo sagrado- se situa ya en las inmediaciones de Esparta, comprenderia los templos de Artemis Orthia (al E) y Artemis Issoria (al W). Esta teoría propuesta por el investigador Cartledge hace recaer en la presencia perieca y en la protección divina (por reflejo que extrapola la seguridad de una doncella a la de la ciudad) como causa de ausencia de murallas. Como suele suceder a menudo, es posible que algunas causas planteadas tengan su parte de razón, sin embargo cada cual puede elegir cual cree que se ajusta más a las circunstancias que llevaron a Esparta decidir no levantar murallas. Creo que de todas las interpretaciones es muy claro el testimonio de Plutarco y la mentalidad espartana sobre las virtudes y modos de vida lo que le llevarían a no levantar muros, no debería sorprendernos pues que tomasen tan tamaña decisión insólita pero comprensible dentro de la singular sociedad que tratamos de analizar.



Desterrar el lujo, acabar con la desigualdad -dentro de la clase superior-.
Tal debió ser la soberbia, la codicia y las rivalidades en el pasado que las leyes que se desplegaron no tuvieron concesión alguna hacia lo suntuoso. El mismo objetivo tenía la rhetra (que traduciremos de momento por normativa) que obligaba a tener en las casas los mismos muebles, supresión de los funerales distinguidos, supresión de lloronas pagadas (plañideras), hasta las inscripciones quedaron reguladas, reservadas sólo para aquellos hombres muertos en la batalla o las mujeres que habían muerto al dar a luz. Otras leyes abolían las deudas para destruir enteramente las distinciones y la desigualdad, las phiditias reforzaban esa idea al evitar que alguien comiese en abundancia manjares en la "clandestinidad" de su casa. Ni siquiera las tumbas tendrían ajuares, así no podría haber testimonio sobre la riqueza del difunto.

Las mujeres espartanas no escaparon a la maquinaria estatal.
Sí es cierto que gozaron de mayor libertad que las mujeres de otras polis griegas. La legislación consideraba que la maternidad era la función más importante de la mujer nacida libre -la mujer espartiata-, era tan importante que como hemos señalado aquellas mujeres que morían en el parto tenían el honor de recibir una inscripción como el más honorable guerrero muerto en batalla. Por lo tanto, en primer lugar, se insistió en el entrenamiento físico femenino a un nivel comparable con el masculino, se organizaban competiciones como carreras y pruebas de fuerza. Un aspecto curioso que refiere Aristóteles en su Política es que durante los entrenamientos las mujeres espartanas iban ligeritas de ropa y esta conducta escandalizaba al resto de las polis. A diferencia de otros estados griegos, en Esparta las mujeres recibían las mejores piezas de comida como los hombres. Asimismo recibían también una educación básica que incluía retórica, filosofía y cultura general. Eran muy bellas y atléticas, tan fuertes y saludables como los varones. Ello obedecía a que los espartanos creían que los niños/as físicamente aptos eran más propensos a procrear bebés fuertes que se convertirán en buenos soldados o en hijas de Esparta, las únicas capaces "de traer al mundo hombres de verdad" refería Gorgo, la esposa del valeroso rey Leónidas.


Los matrimonios estaban totalmente controlados por el Estado. Como hemos visto se tenía la convicción que de parejas vigorosas nacían los hijos más robustos, y tener hijos era una cuestión de estado, una obligación. La fortaleza y vigor de los espartanos era bien conocida, rara vez enfermaba alguien en Esparta. Una anécdota nos habla de un médico espartano que había sido desterrado a la ciudad de Tegea, sus ciudadanos le preguntaron por qué no se había quedado en su patria. El médico respondió "porque los médicos no acostumbran a vivir con las gentes que gozan salud, sino con los enfermos". La célebre cita "Mens sana in corpore sano" (mente sana en cuerpo sano) era el lema de los espartanos.



La XENELASIA. Legislando la fobia hacia los extranjeros.
Otra de las leyes más célebres atribuidas a Licurgo fue la XENELASIA o destierro de los extranjeros. Parece ser que el principal motivo de esta rhetra era impermeabilizar Esparta de cualquier influencia externa, vicios personales y toda corrupción de gobiernos foráneos, no molestarían adivinos, sofistas, charlatanes, pero también se prescindía de prometedores artistas, sabios filósofos, mercaderes... Esto fue otro error terrible porque Esparta quedó aislada del avance de los conocimientos y del progreso que experimentaron las demás ciudades. Quedó aislada de todo lo malo, pero también de todo lo bueno, retroalimentando y reforzando una mentalidad de búnker, totalmente refractaria a toda crítica. Quedó Esparta brillando sólo en el arte de la guerra y su singular modo de vida espartano, que podemos calificar de monstruoso en muchos aspectos. Como poco más hacían, se obligaron a tener muchos esclavos que otros pueblos de Grecia, ni las mujeres espartanas podían ejercer un indigno oficio como fabricar la ropa. Por supuesto, para impedir toda influencia externa las leyes también impedían que los lacedemonios viajaran fuera de su país -salvo por motivos estrictamente diplomático-militares-, esto impedía cualquier tentación de contraer costumbres extranjeras y conocer mejor sus "corruptas" constituciones. La suma de unas leyes rígidas tan peculiares, acorazadas a toda influencia externa, traería más desventajas que beneficios a largo plazo, convirtiendo la admirada constitución en un modelo estático y hermético. Véase al final del artículo lo que dice Tucídides a propósito de esta última consideración.



Y CÓMO LA MÚSICA SE ESTREMECIÓ EN ESPARTA...

Sea Licurgo real o legendario, fueran él o los legisladores los que montaron semejante normativa, lo tenían todo pensado, ni la música se salvó de las medidas drásticas que obligaban las rhetras, destinadas a acabar con cualquier forma de ostentación material... y espiritual, cualquier manifestación de emociones que enaltecieran una pasión o emoción vinculada a la virtud o ideal que no fuera encaminado al objetivo principal, sacrificarlo todo por la grandeza de la patria orgullosa de su estirpe.

Un aspecto menos conocido era enseñar a los jóvenes a cantar poesías y odas, el objetivo era insuflar valor, como una arenga que da energía a las almas, las letras alababan las hazañas de los caídos por su patria, por la gloria de Esparta, así como exaltar virtudes de personajes ejemplares o invectivas contra los cobardes, amanerados, todo malo ejemplo de virtud, loaban las cualidades de cada edad (en las fiestas se dividían en 3 coros, cada uno representaba cada una de las tres edades). En el avance de la tropa hacia la batalla, resonaban coros y flautas en una solemne marcha que desprendía valor, audacia y desprecio por la muerte, nuevamente la tradición apunta a Licurgo como artífice de haber fusionado la música con los ejercicios militares.

Como casi todo en Esparta, la música quedó atrapada a los principios de la gran rhetra, sirva de ejemplo lo que le sucedió a Terpandro, este hombre fue uno de los más geniales artistas de la época, deleitaba con su cítara (instrumento de cuerda, antepasado de la guitarra) cantando las hazañas de los héroes. Un día Terpandro fue detenido y su instrumento confiscado, fue multado y atado a la plaza pública. Su delito fue añadir una cuerda más a su cítara para dar mayor variedad y vivacidad a su sonido. Una sola cuerda más en su guitarra fue visto por los Eforos como una amenaza a la sencillez del canto. A otro virtuoso de la música llamado Timoteo, en las fiestas de la Carneia, le pasó algo similar con su cítara, se le acercó un eforo con el cuchillo y le preguntó ¿de qué lado quieres que yo corte a tu instrumento las cuerdas que tiene más de siete? Nos podemos hacer una idea de cómo se las gastaban en una Esparta que proyectaba la sencillez de mente como mejor arma ante cualquier deleite de melodía que pudiera empañar la conciencia recia del espartano, donde todo estaba dirigido a perpetuar un sistema anclado en antiguos ideales guerreros y aristocráticos peculiares, que culminaban hacia la veneración de la modestia y la obediencia, dos divisas de Esparta.

 

Detalle Cerámica de figuras rojas aprox. 400 a.C. Museo Arqueológico Nacional de Tarento. Danzando durante la Carneia, recibe este nombre el festival más importante celebrado en Esparta y otras comunidades dorias en honor a Apolo Carneios, el protector del ganado. En este festival los sacerdotes elegían 5 varones solteros que durante cuatro años debían mantenerse castos. Otro de los festivales trascendentales para Esparta eran las Jacintias, celebrado en Amiclas, en el santuario de Apolo y Jacinto en el cual había coros de jóvenes que cantaban himnos. La festividad duraba 3 días, dedicados a la memoria del héroe Jacinto y después se veneraba a Apolo. En las Jacintias también se exhibía la coraza de Timomaco, un héroe que habría conquistado el antiguo enclave micénico de Amiclas.

En las Jacintias las jovénes espartanas realizaban una procesión en carros adornados (Kannathra) por una vía que llevaba de Esparta al Santuario de Apolo Amicleo y también competían en carreras de carros tirados por cuatro caballos. Otra fuente menciona los nocturna sacra en las Jacintias, algún tipo de ritual nocturno realizado por las mujeres. El Santuario de Amiclas era muy famoso por el espléndido Trono de Apolo, un edificio sin techo orlado de cariátides, columnas y relieves que albergaba una estatua majestuosa de Apolo al aire libre de unos 13 m de altura.

El más fiero adiestramiento para un niño.
Los recién nacidos, aquellos que no eran descartados, los "aptos", eran criados en común, se sometían a un duro entrenamiento con el fin de prepararles para la guerra, este entrenamiento era un estricto código de educación conocido como “agoge”, un entrenamiento duro que fue aún más endurecido a partir de la segunda guerra mesenia por la imperiosa necesidad de controlar a los crecientes hilotas, siempre muy superiores en número. El eforo Quilón parece haber tenido un papel crucial en la militarización de la sociedad. A partir de los 6 años, los jóvenes ya vivían en cuarteles, y sólo después de haber cumplido los 30 se les permitía regresar a la vida familiar. De esta forma se garantizaba la supremacía militar sobre el resto de la población. Aparte de la importancia del aspecto físico, una faceta fundamental de la educación era enseñar a los niños desde muy jóvenes a ser astutos, usar el engaño, aprender a tramar intrigas, que eran cualidades consideradas muy útiles para la guerra. No habría arte, no habría erudición que pudiera encandilar a un espartano, ninguna distracción nublaría su sencilla mente ni lo apartaría de su acérrimo entrenamiento, ni el vino, ni la viveza melódica de una mísera cuerda extra de cítara se atrevería a amansar o alterar su recia voluntad que lo aparte de su deber. No se dejaría engañar por discursos floridos, no se dejaría embaucar por charlatanes profesionales o fantoches que abundan hoy entre la clase política "jarrones vacíos que hacen más ruido que los que están llenos". El espartano usa lenguaje sencillo y a la vez no falto de ingenio, es escueto y es claro, por eso hemos heredado el adjetivo "lacónico", el hablar lacónicamente: breve, conciso e ingenioso.

Los lazos de hermandad en un mundo eminentemente militar.
El Estado consiguió imprimir en el varón una intensa relación afectiva en el sentido siempre de camaradería, se creó un sistema de hermandad forjado en el adiestramiento para la guerra, sin duda muy parecido al respeto por el soldado que salva la vida de otro, entre compañeros que comparten la impactante experiencia de la guerra, unos lazos de hermandad muy fuertes en el que cada espartano consideró a su igual hermano suyo, es el compañerismo, los lazos creados de una convivencia que comparte la experiencia de sobrevivir a la muerte, el depender de unos y otros para sobrevivir a la batalla.

La imagen representa a los espartanos aniquilando a los atenienses en Siracusa, durante la Guerra del Peloponeso. Hoy día nos es muy difícil comprender en nuestra sociedad acomodada y pacífica (si se compara con tiempos pasados) que la guerra era una actividad común, una práctica habitual que otorgaba prestigio y hasta legitimaba el poder, una preocupación de primer orden que abarcada el ámbito social, político y cultural. Por otro lado, en todo el mundo griego al igual que en Esparta se apreciaba la belleza, la belleza del alma reflejada en la belleza física, en consonancia con la belleza espiritual como virtud, que se ha confundido con otras cosas. Muchos conceptos griegos no pueden entenderse desde el prisma moderno, por ello se han cometido desde tiempos victorianos erróneas interpretaciones académicas, más bien ensoñaciones, que han ido creciendo como una bola de nieve sin revisión alguna, ofreciendo un panorama que se corresponde con la idea generalizada de un mundo griego de libertinaje desmedido, que ha ignorado totalmente las fuentes que desmontan tales interpretaciones. Esto ha sucedido porque no hay vocabulario moderno que pueda funcionar con el significado exacto de tales conceptos aplicados al amor en el sentido de aprecio, amistad, empatía, admiración de la belleza del alma, recurriendo a otras palabras que han dado y siguen dando lugar a equívocos persistentes. Sin duda, este lastre ha servido para justificar versiones oficiales en agendas políticamente correctas pero históricamente groseramente exageradas, como nos demuestra muy bien Jenofonte, un brillante militar e historiador que conoce muy bien su tiempo, entre otros muchos autores griegos en la misma línea de interpretación esclarecedora.

"Si alguien, siendo un hombre honesto, admiraba el alma de un muchacho e intentaba hacer de él un amigo ideal sin reproche y asociarse con él, aprobaba, y creía en la excelencia de este tipo de entrenamiento. Pero si estaba claro que el motivo de la atracción era la belleza exterior del muchacho, prohibía la conexión como una abominación, y así erastes ("formador o maestro") y eromenos ("cadete o alumno") se abstenían de los muchachos no menos de lo que los padres se abstienen de relaciones carnales con sus hijos, o hermanos y hermanas entre ellos".

JENOFONTE. Constitución de los Lacedemonios. II, 13.


La funcionalidad instructiva de humillación a los esclavos.
Todos los espartanos recibieron esclavos para cuidar sus fincas por ellos, función que desempeñaban los hilotas, muchos eran tratados como bestias. Para los espartanos era un deber público tratar a los esclavos con desprecio, como peones que podían servir para dar alguna utilidad pública. De este modo los esclavos servían para “ilustrar” a los alumnos sobre las conductas que eran inmorales, impropias e indignas de un espartano. Se solía obligar a los esclavos a padecer situaciones vejatorias como emborracharse o entregarse a la obscenidad con el fin de servir de ejemplo a las personas de no cometer ni prestarse a semejantes actos de transgresión moral. Subrayamos que los esclavos no eran obligados a estos actos para divertir a los espartanos sino para que éstos comprendiesen que nunca debían caer tan bajo, para no imitar tales acciones reprobables que mejor forma que ver sus efectos. Este "método pedagógico" no sería único de Esparta sino que sería costumbre utilizar otros medios para instruir al personal, como las pinturas de vasijas para señalar los actos degradantes o que se consideran escandalosos, impropios del orden social griego, serían actos que acarreaban una trangresión moral haciendo entrar en acción los mecanismos divinos de castigo que podían recaer sobre el infractor o sus descendientes. Como los espartanos conocían bien los efectos degradantes del alcohol, que llevarían a un hombre a perder los papeles y mostrarse dócil, sin voluntad, éste también podía ser objeto de humillación entregándose inconscientemente a abusos de toda índole. De este modo, por el hecho de no sufrir un estado personal degradante se comprende la fama que tenían los espartanos de moderados bebedores. Precisamente hoy día, la propaganda, los estados modernos que poco hacen por regularla sino más bien son asalariados de ésta, ignoran este problema -sobre como la acción del alcohol degrada a una persona mental y físicamente-, se permite promover hoy día la venta de alcohol a pesar de ser, dicho sea de paso, un carcinógeno humano reconocido del grupo A como el tabaco. Y sin embargo, no sólo no se restringe severamente su consumo ni su publicidad, ni se advierte, ni se etiqueta botellas sobre sus efectos perniciosos sobre la salud, voluntad e inteligencia, fruto de la inoperatividad y laxitud gubernamental su consumo ya crece imparable entre menores.


-Origen de Esparta. Diferencia entre espartiata y lacedemonio.

Si bien los espartiatas, el término espartano o spartiate sólo debería usarse hablando de Esparta y de sus habitantes. Lacedemonio se debería usar únicamente al hablar del Estado completo o de su ejército (lacedemonio podía incluir a los periecos). Es la misma distinción que cabe esperarse entre lo que es la ciudad de Esparta y lo que es el Estado Lacedemonio.


-¿De dónde viene el término LACEDEMONIO? La palabra Lacedemonio deriva de un héroe de tiempos muy antiguos llamado Lacedemon o Lacón que tuvo que ser un personaje extraordinario, en una época anterior incluso a los micénicos o aqueos. El nombre de Lacedemon/Lacón puede deberse a una derivación del término griego lago o laguna vinculado al origen de este héroe. Si atendemos a la leyenda que siempre suele contener algo de verdad, Lacedemon fue un héroe de tiempos premicénicos hijo de Zeus y de la ninfa Taygeta –ésta daría nombre a las montañas de Taygeta que separan Laconia de Mesenia-. El bravo Lacedemón tomó por esposa a una mujer llamada Esparta, que era la hija del rey Eurotas -rey de Laconia, presta su nombre al río y valle de Esparta, cuya dinastía se remonta al rey Lélex, del pueblo de los léleges-. Del matrimonio real Lacedemon y Esparta tuvieron varios hijos, uno de ellos llamado Amiclas que daría su nombre a un poblado cercano a Esparta que formaría luego parte de la ciudad. Después, en época micénica se produjo la dominación aquea - Agamenón, Menelao, Orestes y compañía- hasta la llegada de los dorios. Tras este breve y conciso resumen concluimos que un personaje insigne, heroico llamado Lacedemon fue el primer rey de Esparta que dio nombre al país en que reinó -Lacedemonia- y a su capital le puso el nombre de su esposa, Esparta. No parece descabellado, depurado el sustrato mitológico no es la última ni la primera vez en la historia universal que un rey pone el nombre de su esposa a una ciudad, con el debido prestigio gobierna y el país que inauguró recibe su nombre en adelante.

El historiador británico A.J. Toynbee cree que Lakedaimon es una ciudad y no el país, él sugirió que la ciudad homérica de Lakedaimon estaba en o cerca de Therapnai -correspondería a la ciudadela de la parte alta de la ciudad-. En cambio, otros estudiosos como Hope Simpson y Lazenby sostienen que el Lakedaimon de Homero se refiere al país gobernado por Menelao, no la sede de su poder, más en consonancia con la traidición antes descrita. Por último, es probable que el término Lacedemon en su momento fuera aplicado sólo a los espartiatas, y luego incluiría también a los periecos para finalmente ser aplicado de forma general al estado de Esparta. La letra Lambda en Mayúscula que los soldados espartanos pintaban en sus escudos alude a su país, Lacedemonia.



Las guerras mesenias constituyeron un hito en la historia de Esparta porque les proporcionó un enriquecimiento económico. Sin embargo esta prosperidad tenía una contrapartida, y fue una permanente tensión social ante el gran número de hilotas, muy superior a la de los propios espartanos, lo que hacía obvio el riesgo de rebelión. Así Esparta tuvo que pagar un alto precio por la vigilancia militar. Los hilotas siempre supusieron una amenaza permanente para la reducida fracción espartana en cuyas tierras trabajaban. Cada año, un primitivo comité aristocrático -los eforos- decretaba una declaración de guerra contra los hilotas, esto era una simple formalidad, daba autorización a un espartano para asesinar a un hilota sin tener problemas de carácter jurídico.

"Era de esta forma: los magistrados a cierto tiempo enviaban por diversas partes a los jóvenes que les parecía tenían más juicio... / ...los éforos lo primero que hacían al entrar en su cargo era denunciar la guerra a los hilotas, para que no fuera cosa abominable el matarlos."

"Había estaciones en el año que enviaban a los jóvenes al campo cada uno con un puñal y un saco de provisiones: éstos se emboscaban, y aguardaban con paciencia a los ilotes (hilotas), para asesinarlos. Algunas veces se esparcían fortificaciones en los campos que cultivaban estos desgraciados, y allí hacían en ellos una carnicería horrible."

PLUTARCO. Vida de Licurgo


En esta guisa, conforme fue aumentando el número de hilotas en las guerras mesenias, el gobierno espartano también organizó una especie de guardia secreta represora –la Kripteia- que actuaba en la oscuridad purgando hilotas considerados peligrosos, tuvo un remarcado papel a partir del final de las guerras mesenias, a mediados del siglo V a.C. A pesar de su reducido número, ciertamente los espartanos contaban con la ventaja de ser más fuertes y duchos para la guerra, no obstante tuvieron que recurrir a ciudades aliadas en no pocas ocasiones para sofocar graves revueltas.

Soldados Lacedemonios de finales del siglo V a.C. Desde mediados del siglo V a.C. la panoplia hoplita se aligera, prescindiendo de espinilleras y coraza. El típico casco corintio es sustituido por estos cascopilos que dejan la cara descubierta. Muy interesante es la reproducción interior del escudo, donde se aprecia una banda de bronce de refuerzo y un asa para insertar el brazo -porpax-, también había dos cordeles para llevar el escudo como una mochila en las caminatas. El porpax era fundamental porque aseguraba el escudo al brazo. Cuando los soldados lacedemonios permanecían en su país guardaban los escudos quitando el porpax haciéndolos inservibles, de este modo ningún hilota podía aprovecharlo en una revuelta.



A medida que aumentó el proceso militarista en Esparta también aumentó la austeridad en los modos de vida, sobre todo en el siglo VII a.C. Aunque culturalmente llegó a ser un desierto, Esparta fue admirada por muchos griegos de la época como envidiable modelo, en el sentido de mantener rígidamente a las clases inferiores.

La Gran Rhetra (¿Ley, Oráculo o Contrato?). La Eunomía como pilar de la constitución espartana.

Seguramente, antes de la llegada de Licurgo Esparta poseía una peculiar diarquía o gobierno de 2 reyes que reinaban a través de la corrupción, los ricos tiranizaban a los pobres, y el pueblo caminaba hacia la insurrección, no estaban definidos claramente los derechos que separaban la autoridad del rey y la autoridad del pueblo. La Constitución espartana -conocida como Gran Rhetra, pues una rhetra en sí es como una propuesta de ley-, comenzó a funcionar en época arcaica, quizás desde finales del siglo IX a.C, según otros investigadores eclosionó entre los siglos VIII y VII a.C, las reformas se atribuyen a un único legislador pero sería razonable pensar que fue obra de varios estadistas y que en un principio funcionó sin la palabra escrita.


-¿De dónde procede el término RHETRA?
El nombre de esta constitución es mencionada por Plutarco al citar un documento que él llama Rhetra, afirma que es un documento que recibió Licurgo del Oráculo de Delfos. Según autores como Gilbert rhetra significaría “acuerdo” o “contrato” que presupone un entendimiento entre las comunidades que constituyeron la polis de Esparta. En cambio, para Eduard Meyer la palabra rhetra en Esparta siempre había significado “Ley” o “proyecto de Ley” y no contrato ni proclamación oracular. Propone que “la rhetra sólo es una fórmula de ordenación del estado espartano, pero en absoluto la base sobre la cual se construyó el estado”.

Hay que tener presente que la rhetra no fue redactada en Esparta y lo que sabemos de ella es fruto de la literatura griega del período clásico, esto explicaría porque hay tantas palabras inusuales que a día de hoy suscitan varias hipótesis. Muchos términos no sabemos que significan exactamente o que son realmente, dos términos fundamentales de la rethra (philai y obai) han generado gran discusión por determinar su correcta definición generando una amplia bibliografía. El empleo de varios términos “primitivos” que los propios clásicos no pudieron especificar correctamente nos lleva a creer en un origen muy antiguo de la misma. También hay que señalar que unas palabras pudieron significar una cosa antes y con el tiempo pudieron variar de significado o ser sustituidas por otras sin que tengamos certezas sobre la causa de los cambios semánticos de acuerdo a las nuevas realidades. Así por ejemplo en la Esparta helenística y romana las palabras philai y obai significaron lo mismo, pero en los siglos anteriores tenemos una gran dificultad para distinguirlas.


Nos consta la existencia de otras rhetras de menor entidad, Plutarco refiere una muy interesante que prohibía en Esparta el uso de leyes escritas, esto explica porque no hay documento escrito de la reformas de Licurgo en Esparta. Se ha planteado que la Gran Rhetra existió en forma oral y después se realizó por escrito. De modo que los autores que hablaron de ella, Aristóteles o Plutarco contaron con una versión de la misma que no fue la original sino lo que se transmitió sobre la Gran Rhetra. De ahí que haya tanta dificultad en su interpretación. Es muy difícil comprender y datar la constitución espartana, según la veracidad de la figura de Licurgo se situaría a fines del siglo IX a.C, otros investigadores ven más lógico fecharla tras la Segunda Guerra Mesenia de cronología relativa (670-657 a.C.).

La segunda guerra mesenia (ilustración de Richard Hook) fue más bien un deseo de revancha hilota fracasado que sentenció aún más a los mesenios al yugo espartano. Los lacedemonios aprendieron muy rápido la nueva táctica hoplítica a raíz de la dura paliza que recibieron en la desastrosa batalla de Hysias (669 a.C.).




En estas décadas del siglo VII a.C. se asiste a profundas transformaciones socioeconómicas e ideológicas que propiciarían modificaciones importantes en la legislación espartana, así como en todo el mundo griego. La Constitución espartana tuvo gran prestigio en la antigüedad, tanto como tuvo la Cretense o la Cartaginesa por mezclar diferentes regímenes políticos.

“Algunos dicen que el mejor gobierno debe ser una mezcla de todos los regímenes, y por eso elogian el de los lacedemonios”.

ARISTÓTELES.


Desde su puesta en marcha, la constitución de los lacedemonios o la Gran Rhetra fue el pilar fundamental que regía la vida de los espartiatas, este buen orden que emana de las normas instauradas recibe el nombre de EUNOMÍA que puede traducirse por “buen gobierno” o sencillamente "buenas leyes”. La eunomía será la clave de toda oligarquía que se precie como ejemplar, gobierno regulado, EUNOMÍA literalmente del sufijo griego EU (buen), NOMIA (norma, orden), un buen orden, unas buenas normas.

El sistema híbrido de regímenes políticos que resultó de su combinación podemos entenderlo de la siguiente manera si lo desglosamos:

-MONARQUÍA. Diarquía. Los 2 reyes, pertenecían a las familias de los Ágidas y de los Euripóntidas, acaparaban las funciones militares, religiosas, y otros asuntos públicos relevantes. Sus poderes fueron moderados por los eforos.

-OLIGARQUÍA. Gerousía o Consejo de Ancianos (Senado). La Gerousía resultó de la modificiación del antiguo Consejo de Ancianos, desde ahora estaría formado por 28 ciudadanos de avanzada edad, de probada riqueza y virtud, el cargo era vitalicio. Ejercían como un consejo de Estado y Tribunal Supremo, los reyes podían asistir a la Gerousía y votar.

-DEMOCRACIA.Apella (Asamblea). Es donde se reunían todos los ciudadanos de pleno derecho, los espartiatas. La diversa realidad social de los homoioi impulsó el nacimiento de este órgano de representación popular. Ellos elegían a los eforos y a los gerontes.

¿Y LOS EFOROS…? La nueva constitución espartana no menciona nada sobre los eforos o magistrados de los obai, sin embargo siguieron ejerciendo su actividad. El eforado era una vieja institución compuesta por cinco aristócratas, su papel parece que consistía en moderar la acción política de los reyes, para que acatasen las leyes que emanaban de la Asamblea o el Consejo mediante un juramento. Y como contrapartida los aristócratas respetarían la autoridad real. Los eforos eran elegidos cada año por la Apella de entre todos los espartiatas, no sabemos cómo era la forma de elección. Pero sí son conocidas muchas de sus funciones porque abarcaban casi todo, desde las finanzas a la política exterior, poderes judiciales y especialmente controlar la acción política de los reyes. Por ejemplo, su capacidad para realizar tratados de paz o la guerra, incluso designaban al rey que debía dirigir la campaña militar.



Uno de los eforos más conocidos fue Quilón, que fue uno de los siete sabios de Grecia, vivió a mediados del siglo VI a.C. Es muy probable que buena parte de la reforma política, social, civil y militar atribuida a Licurgo se deba a este erudito, legislador y estadista.

“No hay nada tan inseguro como la grandeza de los reyes”.

QUILÓN DE ESPARTA


Esta mixtura de regímenes políticos se mantendrá durante al menos 250 años sin variaciones importantes hasta que se produzca la unificación griega de mano de Filipo II de Macedonia, el padre del Gran Alejandro.

Representación de los 5 eforos. Como hemos visto tenían muchas funciones que lo abarcaban casi todo, administrar de justicia, fiscalidad, censo, mantenimiento del orden público, organizar levas, eran los que velaban por el mantenimiento de las tradiciones.

Eforos, Apella, Gerousía, diarquía son parte del aparato de estado y en verdad resulta ser un sistema muy original, fue un modelo de gobierno alternativo al que se desarrolló en Atenas y podría haberse extendido por la Hélade. Sin embargo, en Grecia la monarquía estaba en retirada, indaguemos un poco más sobre la génesis de la monarquía dual espartana que fue adaptada en la gran Rhetra.


-¿Cuál fue el origen de la DIARQUÍA?
Este sistema de doble corona podemos rastrearlo hasta dos reyes, Arquelao y Carilo (775-760 a.C), que posiblemente fueron los primeros reyes que desempeñaron juntos sus funciones de esta extraña forma de monarquía dual, una realeza que pervivió hasta época helenística. Este fenónemo no se ha podido explicar totalmente. Acaso fue una idea original la fusión entre territorios el duplicar la figura del viejo basilei, en lugar de hacer desaparecer este título obsoleto como estaba ocurriendo a lo largo del siglo VIII a.C. en el resto del mundo griego, figura que excepcionalmente pervive en otros sitios pero ya desprovisto de todo su significado, vaciado de sus atributos de poder originales. Así, los dos reyes, que eran denominados archagétai o arqueguetas serían los antaño basilei de los Agiadas y los Euripóntidas, dinastías que se remontan al linaje de los hijos de Heracles.

¿-Cómo perdieron su poder absoluto los arqueguetas?
La tradición nos cuenta que estos reyes abarcaban muchos poderes, eran comandantes supremos del ejército, sumo sacerdote de Zeus... pero esto cambió a raíz de los sucesos ya descritos al principio, en los tiempos de lucha entre monarquía y aristocracia que hablan de una kakonomía, en contraposición a la eunomía. Estrabón narra que uno de los reyes era el padre de Licurgo, lo que coloca a nuestro legislador como familiar directo de un linaje real. Sin embargo, el padre de Licurgo murió en una guerra civil, lo que remarca el carácter de agitación de estos años convulsos. Estrabón también refiere el estallido de un motín que obligó al rey Carilo a refugiarse en un templo, Licurgo que estaba por allí, asumió funciones de legislador, fue entonces cuando su reforma (la Gran Rhetra) limitó el poder de los reyes beneficiando al sector aristocrático del bienavenido sector de los iguales, los “homoioi”, finiquitando los conflictos intestinos. Esta pérdida de poderes regios es considerada por Aristóteles en su Política. Aristóteles no lanza flores precisamente al contenido de la Rhetra nos dice descontento “Bajo Carilao la monarquía cedió a la aristocracia”. De todo esto pienso que la figura de Licurgo debió existir y que tuvo un papel muy importante, la falta de más información hace que la tradición haya recargado el protagonismo de Licurgo, que sin duda ejerció una influencia en este proceso, probablemente era un personaje no sólo muy respetado, sino muy carismático que adquirió enorme reputación.

Y así, modestamente, la Nobleza utilizó el prestigio de Licurgo para celebrar su ascenso. Sabiendo que la Esparta misma no tenía leyes sino unos derechos de costumbres que jamás fueron escritos como era la costumbre -valga la redundancia-, estos derechos sólo eran transmitidos por la memoria de los ancianos. Lo transmitido sobre Licurgo obedecería a tradiciones inciertas pero no por ello podemos descartarlas a la ligera. Dicen que Licurgo estableció en Esparta un Estado de igualdad, dividió las tierras entre los ciudadanos e hizo de los espartanos un pueblo de hermanos. Esta brillante reputación condensada debe ser un acto de propaganda de la aristocracia al verse muy contenta ella, satisfecha al ver realizadas sus pretensiones ante la realeza, trayendo estabilidad dentro de la clase superior, bien es verdad, abriendo un nuevo período. Licurgo sería el punto de partida de muchas otras reformas que se concentraron en la Gran Rhetra o Constitución de los Lacedemonios que nos refieren autores como Jenofonte.


En Esparta, tras la reforma de Licurgo los dos reyes espartanos ya no tienen autoridad suprema de la que abusar, atados en corto, dependerán de las decisiones de las familias aristocráticas ajenas a la realeza. Además la diarquía deja de ser vitalicia, sus reyes podían ser depuestos si su actividad política generaba un amplio descontento. Este equilibrio de poder entre realeza y aristocracia funcionó, y como integraba distintas formas de gobierno muchos autores denominan a este sistema “constitución mixta” ya que combina los varios regímenes que hemos recogido: monárquico, aristocrático y democrático.


Pero NO NOS ENGAÑEMOS…

Esparta era una oligarquía, donde la soberanía recaía en los ciudadanos que constituían la élite. La verdadera motivación era tener un control del Estado oligárquico de toda una población. Ésa es la función de la constitución lacedemonia, veamos más detenidamente otra cuestión fundamental de la reforma: la sustitución de los lazos de parentesco por los lazos territoriales.

- Los 5 poblados (obai) hacia el origen de la polis de Esparta.
La élite de los 9000 homoioi o “iguales entre sí”.

En efecto, como resultado de la inquietud social derivada probablemente de las tensiones políticas entre los reyes y la aristocracia, los espartanos se otorgaron una constitución. Como hemos visto anteriormente, los antiguos griegos creían que la constitución había sido dictada por un personaje semilegendario, Licurgo, famoso pues, y a la vez desconocido, Plutarco lo incluyó como uno de los personajes más célebres de la Antigüedad pese a que comenta “no se sabe cuándo vivió ni quién fue”.

Vemos que en esta constitución se reconoce desde ahora la existencia de un cuerpo especial de ciudadanos, una élite, que fueron unos 9000 reconocidos “iguales entre sí”, ciudadanos o iguales (homoioi) con claras funciones hegemónicas en el conjunto de la sociedad, éstos fueron los primeros latifundistas (terratenientes originales). De estas familias que controlaban la sociedad emana o se desprende todo el aparato gobernante. Pero como novedad esta élite estaba dividida por unidades administrativas basadas en la residencia y no en los lazos de parentesco. Esta novedad es un tema sumamente clave. La nueva distribución territorial estrena una organización político-militar donde los lazos territoriales pesaron más que las relaciones consanguíneas gentilicias.


“El rasgo central de la reforma Licurgo fue la abolición de las tres tribus dorias y su sustitución por 5 nuevas tribus basadas no en la descendencia, sino en la localidad”.

“En algún momento entre la revuelta mesenia del siglo VII y la batalla de Platea (s.V a.C) los tres regimientos tribales habían sido suplantados por esos cinco regimientos de las obai.”

H.T. WADE-GERY


En opinión de algunos investigadores antes de entrar en vigor estas leyes los espartanos estaban divididos en las 3 Phylai dorias -Dymanes, Hylleis y Pamphyloi (dimanes, hileis y panfilios, división de un sistema tribal)- y varias obai (aldeas o comunidades precedentes, y coétaneas a la llegada doria acaso también de carácter tribal), una situación que se remontaba al siglo IX a.C. Tras la reforma legislativa de la gran rhetra toda la población espartana se dividió en unidades locales, poblados u obai: Limnas, Cinosura, Mesoa, Pitana, y Amiclas. En general, se considera a los dimanes como la primera tribu doria, en los hileis podría haber algún componente ilirio, y en cuanto a los panfilios también denotan un carácter heterogéneo. Su origen se ha especulado pudiera estar en Asia Menor (Iliria). Por otro lado en la Odisea se refiere la existencia de tribus dorias con esta misma división triple en Creta, ello nos induce a pensar que los dorios estaban ya organizadas en tres tribus antes de comenzar su emigración o invasión. Vinieran de donde viniesen Creta sería el último punto de la migración y se acepta que penetraron en el valle de Eurotas desde el Norte.

Hay que señalar que Esparta no era una ciudad-estado con una estructura urbana como el de otras ciudades griegas, era una agrupación de aldeas, Obai, que habían llegado a unirse por un proceso se sinecismo -fusión, integración o tendencia hacia la unidad de varios enclaves- que dará lugar a la polis de Esparta bajo el ideal de eunomía (las buenas leyes). Las 5 aldeas mencionadas debieron ser las de mayor peso en la configuración institucional de la Esparta arcaica, como fue el caso de Amiclas que tenía un carácter sacral, y algún peso tendría el génos de Amiclas en la diarquía. En este proceso de aglutinación o sinecismo otras obai saldrían perjudicadas, quedando al margen de la integración, desaparecerían, serían excluidas del proceso, obligadas a marcharse, caso de los partenios, que fueron llamaron así por ser hijos ilegítimos, nacidos fuera del matrimonio, carecían de derechos políticos y estaban excluidos de la distribución de tierras públicas. En su lucha por alcanzar un reconocimiento se sublevaron pero fueron derrotados y obligados a salir de Esparta, la migración les llevaría fundar la colonia de Tarento en Italia (706 a.C.).

Acerca de la naturaleza Obai, philai…
Algunos estudiosos son de la opinión que el obai formaría parte del sistema tribal dorio en Esparta, siendo así un obe podría definirse como un grupo que comprendría varios clanes (F. KIELCHE). Si seguimos una teoría de A.J. BEATTIE, los obai de carácter tribal se nos presentan como unidades tribales predorias de Laconia y tendrían la misma función que las phylai dorias. En las tribus griegas, anterior a la tradición épica, la unidad entre la phyle y el clan era la fratría –propia de las estirpes griegas y tal vez de sus gentes dependientes-. Por lo que Phylai y Obai habían significado originalmente unidades de organización tribal que tarde o temprano derivaron en barrios espartanos. Es probable como he expuesto en este apartado, que las obai existieran antes de la llegada doria y luego se añadirían las phyle, tras la reforma quedarían definidas 5 obai -ahora como unidades territoriales-. Estas unidades territoriales luego distritos (Komai) son citadas por Tucídides en la gestación de la polis espartana como poblados de los que se nutrió y germinó Esparta. Parece que Amiclas fue el último de los 5 barrios constituidos, integrados hacia una polis, más tarde se sumó otro: Neopolitai, de ciudadanos nuevos. Con el tiempo, la expresión obai perdió fuerza y más tarde a los barrios se les llamó phylai -en sentido de unidad territorial, no de tribu-. Se rebautizaron con ese nombre siguiendo tal vez la costumbre ateniense que denominaba phylai a sus unidades territoriales.

Siglos después, ya en época helenística y romana, descubrimientos epigráficos nos mostraron que los términos obai y phylai, antaño complejos y reticentes al análisis, terminaron por significar lo mismo. En definitiva, las primitivas organizaciones tribales se diluyeron en unidades locales o barrios: los distritos espartanos o Komai. Antes de esto el asunto es bastante difícil de discernir como hemos comprobado, y sigue en estado de discusión.



Puede decirse que la legislación espartana planificó cada detalle de una vida ejemplar y en armonía de un ideal de sociedad preparada para prevalecer y enfrentar la realidad de su tiempo. La ciudad se convirtió en un modelo único, impermeable a la corrupción extranjera y sentó las bases de una fuerza militar cuya disciplina, arrojo y fortaleza sigue siendo admirada hoy día. No obstante, si consideramos el objetivo, este tipo de sociedad sería monstruosa, pues lo sacrifica prácticamente todo en pro del orgullo y la gloria del Estado, lo que explica que culturalmente fuese un desierto. Ningún artista, inventor, humanista habrían prosperado jamás en esta rígida estructura, más acorde con un régimen totalitario que coloca el amor por la patria por encima de todo lo demás. El objetivo universal de una sociedad ideal sería un estado basado en el progreso constante de las capacidades creativas de la humanidad. Sin embargo, este cierre de la sociedad espartana estancó cualquier capacidad intelectual y sirvió al objetivo de una sociedad que era eminentemente oligárquica por más que tuviera componentes democráticos o monárquicos. Cerrada sobre sí misma fue incapaz de asimilar un mínimo grado de cultura, estancada e inmutable, no podía cambiar. Si se hubiera impregnado de otras culturas, del pensamiento y de las ciencias podría haber desarrollado nuevas formas de organización y la oligarquía hubiera perdido el control.

 

La disolución de Esparta como potencia hasta su desaparición.

Esparta fue degenerando víctima de su propia dinámica interna o más bien estática interna, expuesta siempre a la revuelta hilota mesenia, su excesiva rigidez política-social aumentó sus vulnerabilidades, inadaptada también a una nueva concepción militar sufrió grandes reveses que la descompusieron como potencia y como estado. En el 371 a.C. los espartanos son esquilmados en la batalla de Leuctra frente a los tebanos -en este momento un estado poderoso-, los tebanos llegaron a alcanzar la propia Esparta, pero no se atrevieron a tomarla, se conformaron con castigar aldeas cercanas, no obstante la hazaña tuvo gran repercusión. Un estado militar como era el lacedemonio, resuelto y entregado con un ejército de prestigio internacional –temido hasta por los persas- que controlaba un territorio muy superior al de otras polis, hacía inconcebible una invasión de sus territorios, por eso la victoria tebana causó gran impacto al orgullo y reputación espartanas.

Un segundo golpe devastador viene de mano de los macedonios, primero en la batalla de Megalópolis (331 a.C.) el comienzo del fin. Es digno de mención los ímprobos esfuerzos del rey Cleómenes III de Esparta por recuperar el status de potencia del estado Lacedemonio restableciendo el regreso a las normas de Licurgo, purgando un eforado corrupto, y otras medidas que además fueron acompañadas con esperanzadores triunfos en el campo de batalla. Sin embargo, finalmente todo se viene abajo tras la derrota sufrida en la batalla de Selasia (222 a.C.), ahora sí, Esparta es tomada por un ejército extranjero por primera vez en su historia, perdiendo su independencia pasó a ser controlada por los macedonios que abolieron el sistema político lacedemonio.

En el cambio de Era, a mediados del siglo II d.C. Esparta queda bajo el yugo romano, la famosa educación “agoge” era más formal que operativa, se hace más dura y cruel -fuera de toda moderación-, adquiere un carácter de espectáculo morboso, pervivió como ritual que atraía un turismo sediento de ritos extraños y crueles que contemplaba como los niños eran flagelados en la “dimastígosis”, a veces hasta la muerte. Un vestigio que había degenerado en un "espectáculo sangriento" en palabras de Cicerón. Una extrema crueldad había adoptado la ceremonia acaso movida por la frustración de un pueblo orgulloso que perdió sus dominios, sus hilotas, su prestigio militar y lo que es peor, su voluntad de independencia para resurgir, o siquiera ser libre. En estos aciagos tiempos para Esparta sus habitantes castigaban a sus hijos con este evento tortuoso símbolo nostálgico de la sombra de lo que fue, como si quisiera compensar su decadencia incrementando la brutalidad contra sus jóvenes sometiéndolos a esta práctica aberrante.

Este “festival sangriento” tuvo tanto éxito que según relata Cicerón fue necesario construir un anfiteatro (siglo III d.C.) justo delante del templo de Artemisa Orthia, que era donde tradicionalmente tenía lugar esta práctica. Hasta el siglo IV la dimastígosis fue un reclamo para los ciudadanos romanos que acudían de todo el imperio para presenciarlo.


A estas alturas del artículo y sólo por sana curiosidad uno podría preguntarse ¿qué ocurrió con Esparta hasta el día de hoy?. Pues al final sucedió que el estado lacedemonio siguió la misma suerte que muchas ciudades del agónico imperio romano a manos de los invasores. La última destrucción fue protagonizada por los visigodos de Alarico en el año 396 d.C. Posteriormente en el siglo XIII se fundó una nueva ciudad llamada Mistra, a unos 6Km al NW de la fenecida Esparta, en la cara Norte del monte Taygeto, que los viajeros del siglo XVII llegaron a confundir con la famosa Esparta. Tras la dominación bizantina, turca y veneciana, no será hasta el siglo XIX cuando tras la guerra de independencia griega se refundase en 1834 la Esparta moderna –Sparti- sobre las ruinas de la antigua, situada al norte de la ciudad actual. Los restos arqueológicos espartanos pueden resultar muy decepcionantes al lado de otras ciudades griegas pero esto no nos debe resultar extraño a tenor de todo lo que hemos visto: austeridad, sacrificio, disciplina, obediencia, modestia, frugalidad, hermandad, sencillez... A este respecto resulta muy ilustrativo el pensamiento de Tucídides ante la carencia material acerca de la grandiosidad y boato que siempre ha caracterizado a cualquier ciudad poderosa: “en eras distantes no podrán creer que el poder de los espartanos era tan grande como su fama”, y es que sin las fuentes escritas sería imposible a juzgar por sus humildes ruinas pensar que fue una potencia de primer orden en la historia de Occidente. Una ciudad increíble, peculiar, como fueron sus habitantes y las leyes que decidieron otorgarse.


"En fin, lo más sorprendente de todo es que todos alaban tales normas, pero ninguna ciudad quiere imitarlas."

JENOFONTE. Constitución de los Lacedemonios X, 8.




REFERENCIAS PARTE 1.
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REFERENCIAS PARTE 2. AUTORES ANTIGUOS.
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-ESTRABÓN. Geografía 8.4.10. Conquista de los Mesenios.
-HERÓDOTO. 1.65.2-66.1. Sobre reformas de Licurgo. / 6.56-60.1. Las prerrogativas de los reyes espartanos. / 7.3.1-3. Las normas de sucesión espartanas.
-JENOFONTE. Constitución de los espartanos VIII.5. Licurgo y Delfos. / Constitución de los espartanos VIII.2-4. El poder de los eforos. / Constitución de los espartanos II.1-8. El agoge. / Constitución de los espartanos II.13.
-PLUTARCO. Vida de Licurgo 1.1. La figura de Licurgo. / Vida de Licurgo 5.10-11. La estabilidad de la constitución espartana. / Vida de Licurgo 6.1-4, 6.6-9. La Gran Rhetra. / Vida de Licurgo 26.1-5. La elección de la Gerousía. / Vida de Licurgo 7.1-3. La institución de los eforos. / Vida de Licurgo 8.1-8. La distribución de la tierra.
-TUCÍDIDES 1.20.3. Sobre los reyes espartanos.

REFERENCIAS PARTE 3. SOBRE LA PINTURA CAESAR VAN EVERDINGEN
"LICURGO ENSEÑA LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN".

El célebre legislador se valió de 4 animales, dos perros y dos liebres que trajo cada uno en su jaula. Reunió al pueblo e hizo lo siguiente, primero soltó a una liebre y después a un perro que corrió tras ella hasta que la alcanzó y la devoró delante de todos los presentes, fue una escena cruenta y desagradable. A continuación hizo la misma operación con la segunda liebre y el segundo perro, el público se llevaba las manos a la cabeza ante el previsible desenlace, así el perro alcanzó a la presa, pero esta vez empezaron a jugar juntos, y la tragedia que todos temían no sucedió. Es entonces cuando Licurgo comenzó su exposición. Explicó que los perros eran hijos de la misma madre y que durante 6 meses habían sido cuidados de la misma forma, excepto por un detalle, la educación. Mientras el primer perro había sido abandonado a sus instintos salvajes depredadores e incluso había sido adiestrado para cazar liebres, el segundo perro había sido educado para ser alimentado y conviviendo con las liebres.

De la misma forma el hombre puede ser educado, puede decidir lo que quiere para con sus hijos. Ser abandonados arrastrados por sus instintos de superviviencia sin educación, sin conocimiento de los dioses ni moral alguna, arrastrados por los instintos salvajes, o ser educados para provecho de la comunidad, para obtener hombres y mujeres de bien que construyan una sociedad respetuosa con las normas morales en convivencia, una cultura basada en el respeto por lo sagrado y amante de las virtudes como la sabiduría, la igualdad o la disciplina. "Si no se respeta lo sagrado, no se tienen nada en que fijar la conducta" sentencia Confucio a fines del siglo VI a.C, sabiduría china que tal vez Licurgo conoció en sus viajes por Oriente, acaso ambos personajes fueron coetáneos. El perro sin educación no nos sirve de nada. Las personas sin educación no pueden hacer prosperar una sociedad.

Desde este momento el pueblo asumió la importancia de la educación para los hijos, Licurgo fue llevado a hombros en medio de una gran ovación. La gran enseñanza de Licurgo consiste en que sin educación el hombre puede ser arrastrado a los instintos más bestiales y degradantes si se deja llevar por las pasiones desmedidas, por los instintos más primarios y salvajes, mediante la educación, hermana de la disciplina, se pueden desarrollar las capacidades de una persona para ser mejor, para alcanzar la virtud. Licurgo entiende la educación en el sentido de sacar lo mejor de cada uno, potenciando sus cualidades más que en una mera acumulación de información que sirve de bien poco si no hay una guía (saturar el cerebro de datos como hacen hoy nuestro obsoleto sistema educativo no es educar, debemos saber como discriminar lo que es inútil en la vida y lo que es verdaderamente valioso: los valores y las virtudes como la fortaleza, la voluntad, la perseverancia, el ingenio, el autocontrol, lo sagrado, la modestia, la sabiduría, el pudor, la generosidad... todo lo que brilla hoy por su ausencia).

No por causalidad nos ha llegado el verbo EDUCAR que deriva del latín EDUCARE (instruir), EDUCERE (hacer salir) o EX DUCERE (encaminar, encauzar hacia el pleno desarrollo de sus posibilidades) vienen a determinar la enseñanza que trata de expresar Licurgo: guiar o conducir en el conocimiento, extraer de dentro, sacar las potencialidades del alumno, conducir al alumno desde la ignorancia a la sabiduría. Por desgracia hoy los intereses financieros que atan a nuestros representantes no desean que existan personas sabias capaces más allá de lo que ellos puedan controlar, porque podrían cuestionarse demasiado el modelo actual y echar abajo este sistema socio-económico perverso y sustituirlo por uno más justo y eficaz.


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