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2 Nan Madol. La ciudad megalítica del Pacífico.

Nos adentramos en un lugar remoto y poco conocido, una isla que esconde una de las maravillas ciclópeas mejor guardadas de Oceanía. No hay mejor definición que el de ciudad perdida para definir esta joya arqueológica del Pacífico. Nan Madol evoca un reino olvidado, de solemne eternidad que nos induce a la contemplación. Un remanso de paz aislado del mundo que reúne una serie de características que hacen de este lugar un destino exótico, ineludible para viajeros y arqueólogos atraídos por la exploración de ruinas antiguas, en parte devoradas por la salvaje belleza de la Naturaleza.


Además de la abundante información general que ha sido bien difundida sobre este sitio, he querido contemplar otras observaciones muy poco conocidas sobre la funcionalidad de muchos de los islotes, fruto de la investigación arqueológica y la recopilación de las tradiciones de la isla, sintetizando y destacando este aspecto especialmente interesante en el apartado 7.


Algunas cuestiones sobre Nan Madol que trataremos.
1. Una ciudad de islotes artificiales sobre arrecifes de coral.
2. Una cualidad climatológica singular.
3. La investigación de Nan Madol.
4. La anguila sagrada. Los primeros islotes artificiales.
5. Una obra de ingeniería descomunal.
6. Los oscuros orígenes de Nan-Madol y la dinastía Saudeleur.
7. Sobre la funcionalidad de las estructuras de Nan-Madol.
8. La fundación. Los chamanes gemelos.
9. El final de Nan-Madol. La caída de los Saudeleur. El Héroe Isohkelekel.



El yacimiento arqueológico de Nan Madol se halla en una de las más de 600 islas que componen los Estados Federados de Micronesia (las islas Carolinas). Situados en el Océano Pacífico Occidental, los EE.FF. de Micronesia -siguiendo un orden de E-W- están constituidos por Yap, Chuuk, Pohnpei y Kosrae.



La ciudad de Nan-Madol se encuentra al SE de Temwen (una pequeña isla adyacente de la costa oriental de Pohnpei o Ponape, en las Carolinas Orientales).



1. Una ciudad de islotes artificiales sobre arrecifes de coral.

Nan-Madol es la única ciudad antigua conocida que ha sido construida sobre un arrecife de coral. Los edificios están sobre una base de coral natural que se encuentra justo debajo de la superficie del agua. Posee cerca de 100 islotes artificiales en el que descansan ingentes bloques de basalto columnar negro con forma prismática natural, rocas y coral. La ciudad ocuparía unas 83 hectáreas de laguna, posee planta rectangular de 1,5 km de largo por 0,5 km de ancho (unos 0,8 Km2).

El término Nan-Madol significa “entre espacios” como clara alusión a sus canales de agua cuya profundidad depende de las mareas, por lo que ha sido denominada popularmente como la “Venecia del Pacífico”. No obstante, el nombre original de la ciudad es conocido como Sounahleng o Sau Nalan, que significa “Arrecife del Cielo”. En la imagen inferior se han delimitado los islotes artificiales en color blanco para una mejor percepción del conjunto.


En la imagen de abajo podemos contemplar una vista aérea del extremo sector del NE, cuyos vértices están orientados al nacimiento del Sol (este sector puede reconocerse fácilmente en la imagen anterior), el islote o plataforma central es Nan Dawas o Nandauwas, el recinto funerario mejor conservado. A grandes rasgos, esta parte de la ciudad posee islotes más orientados hacia el Este, en armonía con una orientación cardinal, como ya apuntó por primera vez el antropólogo Hambruch y otros investigadores.


Estudios de arqueo-astronomía realizados por el astrofísico César Esteban del IAC (Instituto de Astrofísica de Canarias, España) han verificado que la estructura de Nan Dawas está muy bien orientada con respecto a los puntos cardinales. Más aún, este investigador sugiere que Nan Madol y otros puntos referenciales del paisaje se alinean con el levantamiento de la constelación de Orión. (ESTEBAN, César. Orientations and astronomy in prehistoric monumental tombs of Nan Madol (Pohnpei, Micronesia). Monuments and people in the pacific, 2014, p. 167).


2. Una cualidad climatológica singular.

Con una temperatura media de unos 27-28ºC, recibe abundante lluvia casi todo el año, pero hay un rasgo especial sobre la ubicación de Nan-Madol que tal vez fuese bien conocido a la hora de la elección del sitio. Estamos ante una localización a medio camino entre Filipinas y Hawaii que destaca por ser el punto más seguro del Pacífico frente a las inclemencias extremas del tiempo, ya que apenas sufre el impacto de las severas tormentas. Existe una franja de casi 500 km entre Nan-Madol y la isla de Kosrae en donde nacen los tifones y que conforme se desarrollan van creciendo según se alejan, por lo que la ciudad sagrada rara vez es golpeada por los violentos tifones y tormentas que azotan las demás islas del Pacífico.


Para los antiguos habitantes de Ponape las grandes olas, ciclones y tempestades son obra de fuerzas polarizadas de lo Alto y de lo Bajo (Aluelop y Solal) pero el poder que decide es el dios del Cielo, mientras el mundo inferior se limita a aportar la materia y la energía que desata las violentas fuerzas naturales. En esta relación destaca sin duda la posición determinante que ocupa el Mundo Celeste (el reino de la Voluntad) sobre el Mundo Inferior (el reino de la Naturaleza). Carácter que es extrapolado en las relaciones de las divinidades celestes sobre los humanos que reciben de aquellas unas reglas de conducta y un sistema de valores que respetar. Es otro ejemplo universal sobre cómo en cierta manera, los mitos contribuyeron a crear orden en el mundo, dotando de la comprensión humanizada para afrontar las adversidades que se presentaban amenazadoras, temibles e incontrolables, cuando no inevitables como la realidad de la muerte.


3. La investigación de Nan Madol.

Pohnpei ha pertenecido sucesivamente a españoles, alemanes, japoneses y americanos. Las primeras investigaciones arqueológicas de Nan Madol se remontan a inicios del siglo XX. Al explorador y antropólogo alemán Paul Hambruch (1882-1933) debemos el primer mapa de Nan Madol realizado en 1910, de cuya cartografía han derivado posteriores mapas con nuevos detalles elaborados por investigadores como el antropólogo William. S. Ayres (Universidad de Oregon).


A partir de la Primera y hasta la Segunda Guerra Mundial fueron los japoneses quiénes realizaron sendas excavaciones en Nan Madol. Desde los años 70 distintas iniciativas americanas y japonesas continuaron realizando diversos estudios y actuaciones en la isla. Muy importante en esta labor de reconstrucción del pasado ha sido el trabajo de documentación de los arqueólogos Masao Hadley, Rufino Mauricio y Pensile Lawrence que han recopilado la rica tradición oral transmitida por las poblaciones autóctonas.

En los últimos años destacamos la investigación del JCIC-Heritage (Consorcio Japonés para la Cooperación Internacional del Patrimonio Cultural), que desde su fundación tras la destrucción de los Budas de Bamiyan por los talibanes ha trabajado para la conservación y utilización del patrimonio cultural mediante la creación de una red de cooperación nacional e internacional, decidido a promover la convivencia y el entendimiento mutuo entre las diferentes culturas. La cooperación internacional de Japón en materia de patrimonio cultural, así como otros pasos dados por organismos especializados como el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, junto al trabajo de otros expertos internacionales están conciliando los intereses del Estado y la comunidad de Pohnpei produciendo resultados satisfactorios para la reactivación de programas para la educación, investigación, restauración y preservación encaminadas a una mayor proyección internacional de Nan Madol que recientemente (2016) fue incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Tengamos también en cuenta que muchos datos sobre los hallazgos arqueológicos no han llegado al público. Hay mucho material inédito que no ha sido liberado… todavía.


4. La anguila sagrada. Los primeros islotes artificiales.

No descartamos que la cualidad de bonanza climática mencionada sería tomada como un don divino del Dios del Cielo, por lo que la autoridad religiosa ya consideraba esta localización con particular relevancia. Podemos pensar también que antes de la edificación de la ciudad, este paisaje fuera escenario de ancestrales rituales de origen chamánico, raíz común de la mayoría de mitologías primigenias de Oceanía.

En este punto podemos prefigurar como antiquísimo rasgo especial a la hora de elegir Sounahnleg como centro religioso el hecho diferencial que desde los primeros tiempos de ocupación, que han sido estimados alrededor del siglo I, los nativos escogieran la anguila como animal de culto. Pero culto no en sentido estricto de adoración animal, sino como vehículo de la divinidad, de la misma forma que algunos nativos amerindios tienen con la serpiente. Aunque en Pohnpei no había serpientes; la anguila, que era lo más parecido a la serpiente, se convirtió en el animal sagrado de la isla.

Como las primeras prácticas chamánicas se producían en el entorno de los amontonamientos naturales de arena, ello impulsaría el desarrollo de este espacio mediante la ordenación de los primeros islotes artificiales asociados a los primeros rituales entorno a la anguila. Este tratamiento antrópico se efectuó para destacar la sacralidad del lugar desarrollando modificaciones que culminaron en los islotes artificiales que irán adquiriendo funciones determinadas. La sacralidad del arrecife sería motivo suficiente para llevar más tarde a la construcción de una sede ceremonial, como evolución hacia una mayor fastuosidad. Una máxima expresión de poder político-religioso que se estableció, donde el culto a la anguila fue asimilado dentro del sistema religioso como parte muy importante del ceremonial que consagraba la autoridad de la dinastía gobernante. Se han encontrado conductos construidos para la circulación de anguilas que conectaban la ciudad con el mar. La funcionalidad y el nombre de estos islotes se ha podido reconstruir gracias a la tradición oral y al trabajo arqueológico, aspectos que veremos con cierto detalle a lo largo de este artículo.


5. Una obra de ingeniería descomunal.

Nos cuesta imaginar, al igual que sucede con otras maravillas monumentales del pasado cómo pudo ser levantado este enclave en un lugar prácticamente inaccesible donde además las canteras están situadas bien lejos, en varios lugares alrededor de Pohnpei, como las canteras de la isla Sokehs (imagen inferior), ¡a unos 40km al Norte!.


El esfuerzo para realizar semejante obra de ingeniería tuvo que ser titánico, tanto o más que la construcción de las famosas pirámides de Egipto. En Nan-Madol se operaron cerca de 750.000 toneladas de basalto, demasiado trabajo para una población de dos docenas de miles que pudo tener Pohnpei hacia el siglo XIII. La ciudad del “Arrecife del Cielo” cuenta con paredes tan altas de hasta 15 metros por hasta 5 metros de grosor, no ha podido hallarse ninguna tecnología en la isla que explique cómo se izaban estos bloques, no se han hallado poleas, ni palancas que pudieran servir en esta colosal tarea.


Por si fuera poco, el terreno es otra grave dificultad, pues el sitio es uno de los más lluviosos del planeta, lluvias intermitentes durante 300 días al año. Un visitante debe habituarse a idas y venidas súbitas de lluvias torrenciales donde un alto grado de humedad que significa sudoración incesante de la piel y la presencia de fango son una constante, el lugar no es muy dado a la acampada. En esta guisa, en lo que respecta al problema sobre cómo fue construido, de dónde provienen las rocas, cómo fueron transportadas las cerca de 400.000 piedras, o por qué se edificó encima de un arrecife, hay muchas preguntas que aún no tienen respuesta, aunque hemos intentado dar respuesta a ésta última sobre la elección del lugar.


Algunos han intentado sin éxito dar explicación sobre cómo fueron transportados los enormes troncos basálticos, piedras que pesarían entre 40-50 toneladas, otras, las más pesadas alcanzan 90 toneladas. No se ha podido resolver este problema, lo cual significa que los antiguos nativos que realizaron esta obra tenían un sistema inmensamente superior a los propuestos por las más sesudas teorías científicas que son incapaces de resolver este problema cuando se reproducen las mismas condiciones.



Las piedras de basalto fueron colocadas unas sobre otras entrecruzando hileras para la configuración de las paredes de cada uno de los 130 edificios. Gráfico sobre las diferentes alineaciones de materiales de construcción utilizadas en la elevación de las estructuras.














Durante el rodaje del documental para Discovery Channel en 1995 todos los intentos que se hicieron para transportar columnas basálticas sobre balsas de bambú (bloques que superaban la tonelada) fracasaron estrepitosamente, ni siquiera con técnicas de construcción de barcos más modernas lograron soportar el enorme peso. Lo cual significa también que somos incapaces de reproducir réplicas de embarcaciones de carga pesada, se ha perdido la tecnología y las técnicas de transporte, que permitía construir balsas u otro tipo de embarcaciones que soporten toneladas de piedra. Por lo que la arqueología y demás disciplinas científicas auxiliares han reconocido su impotencia para discernir cómo se llevó a cabo la obra de ingeniería monumental más extraordinaria de Oceanía. Desde todos los rincones del mundo los antepasados no hacen más que dejar en evidencia nuestros conocimientos actuales para hacer lo imposible en las circunstancias más adversas.


6. Los oscuros orígenes de Nan-Madol y la dinastía Saudeleur.

Naturalmente parte del interés por estas ruinas reside en su carácter aislado, en el terreno más complicado, tenemos paralelos en todo el mundo acerca de centros sagrados que se instalan en los lugares más recónditos o de difícil acceso. No escapa a esta pauta la antigua Sounahleng, que desde el principo se le atribuye una finalidad religiosa, un status de santuario y cementerio de la élite gobernante. Por otra parte, el carácter monumental de la ciudad pretendía evocar un enorme poder político. Todos estos aspectos invitan a pensar que Nan Madol era la capital de un estado en el que se asentaba el poder político-religioso y en el que residía la élite gobernante de reyes y sacerdotes. Este poderoso gobierno es llamado Saudeleur, que proviene de los términos Sau (Señor) y Deleur (el antiguo nombre de Pohnpei). En sus episodios finales acabó degenerando en una opresión tiránica que la población acabó derrocando, unos aciagos tiempos cuyo recuerdo ha perdurado en la memoria que discurre en clave mitológica.

Es importante señalar, como fenómeno común del pasado, que un relato o mito puede presentarse bajo versiones diferentes según los “cantones” de un área cultural concreta y según las clases sociales o las “cofradías” rituales. Hay que entender que el pensamiento indígena no distingue entre mitos y crónica histórica. En esta tesitura, un mismo relato pasa por ser mitológico en una aldea y por histórico en otra aldea vecina. Ante el advenimiento de un poder político centralizador en Pohnpei, la necesidad constante de las élites y clases dirigentes de justificar su dominación impone vínculos más estrechos entre las dos categorías que en este caso permitieron a los investigadores esbozar un relato sobre acontecimientos acaecidos en la isla de Pohnpei, como en Temwen, la isla adyacente en cuyo arrecife se edificó Nan Madol.


La teoría más aceptada, basada en el sustrato histórico-mitológico afirma que Nan-Madol fue obra de una dinastía extranjera muy poderosa que gobernó Pohnpei que se habría establecido en Nan Madol hacia el 1300 -pero que ya gobernaba antes de la construcción de la megalítica ciudad-, aunque esta fecha ha sido retrasada. Este grupo dominante que consiguió la unificación del pueblo de Pohnpei se le conoce como dinastía Saudeleur. Estaríamos ante el ejemplo más antiguo conocido de poder político centralizado en el Pacífico Occidental.


Una aproximación cronológica.
Una primera etapa de construcción de los islotes (ss. VIII-XII)
Construcción de Nan Madol y capitalidad Saudeleur. (ss. XIII-XVII)



Los primeros vestigios de ocupación humana de Pohnpei como del arrecife de Sounahleng (futura Nan Madol) datan del siglo I. Por entonces existirían amontonamientos de arena naturales que luego serían preparados como islotes artificiales. Se ha especulado que existió una ciudad antigua muy anterior, cuando el nivel del mar estuvo más bajo y que estos materiales serían aprovechados por los Saudeleur que ordenan construir la ciudad a finales del siglo XII. En cambio, otras cronologías observan que los islotes artificiales datarían del siglo V y sirvieron a los Saudeleur para edificar esta imponente urbe. En cualquier caso se sostiene que durante el siglo XIII se ejecutaron las pesadas obras con los emblemáticos troncos basálticos y rocas de varias toneladas, en parte extraídas de afloramientos de la isla principal, Pohnpei.

La cronología presentada es aproximada y debe tomarse como mera información orientativa. Las fechas ofrecidas atienden a una reciente revisión cronológica del estudio publicado en Quaternary Research, en que la poderosa dinastía Saudeleur inició la megalítica construcción de Nan Madol un siglo antes de lo estimado, hacia el año 1180-1200 en lugar del 1300, por lo que las pesadas obras como hemos señalado comenzaron a finales del siglo XII. A grandes rasgos la dinastía Saudeleur pudo haber dominado la isla de Pohnpei alrededor de 10 siglos, entre los siglos VIII y XVII.

Nan-Madol fue un santuario de primer orden, enclave real, fortaleza, cementerio y centro ceremonial de los gobernantes de la dinastía Saudeleur. Un gobierno del que sabemos bien poco. Se sabe por los restos humanos encontrados en tumbas reales que pertenecen a una tribu extranjera de estatura más alta que los nativos. Este grupo “de colonos de otra isla” vino a Pohnpei y logró hacerse con el poder. Organizó el gobierno de la isla desplegando un aparato estatal con alto grado de jerarquización que se materializó en la megalítica ciudad sagrada y la monumentalidad de sus tumbas.


“La tradición oral de Pohnpei relata que Nan Madol era el centro residencial, religioso y administrativo de los gobernantes Saudeleur. No era una ciudad o un área urbana en ningún sentido, sino un lugar muy especial reservado para las residencias de individuos de alto rango y practicantes religiosos, y usado para ritos religiosos y entierros.”

J. STEPHEN ATHENS, Ph.D
Archaeological Investigations at Nan Madol, Pohnpei (Micronesia).


7. Sobre la funcionalidad de las estructuras de Nan-Madol.

La ciudad está dividida en dos áreas, la mitad SW o ciudad baja (Madol Paw) albergaba recintos ceremoniales, residencias reales, con una funcionalidad doméstica y administrativa. Y la mitad NE, la ciudad alta (Madol Powe) fue la sede sacerdotal, donde se hallan residencias sacerdotales y los principales enterramientos y recintos rituales asociados, el monumento funerario más destacado y mejor conservado de este sector es Nan Dawas (Nandauwas). Las murallas de la ciudad cuentan con pasadizos, algunas murallas están sin acabar y se han encontrado pozos naturales muy profundos en el arrecife que descienden hasta 60 m.

Se han registrado unos 130 edificios de los cuales muchos se convirtieron en la residencia privilegiada de la élite gobernante que logró unir a los clanes de Pohnpei. En este nuevo orden centralizado los jefes locales serían obligados a dejar sus poblados originales e instalarse en la nueva capital.


La mayor parte de los islotes artificiales estuvieron dedicados a cumplir esta función residencial, tanto para la nobleza como la casta sacerdotal que apenas alzanzaría las 1000 personas. Si bien entre los siglos XII y XVI Nan-Madol podría haber albergado a unos 5000 habitantes, la mayoría sirvientes, mientras que la población de la isla de Pohnpei se ha estimado en 25.000 habitantes para estas fechas. Nan-Madol tuvo un sistema social altamente estratificado, donde la jerarquía social se refleja en el tamaño de las construcciones residenciales, siendo las más grandes las casas de la élite, en donde hallamos cuentas de collar y otros objetos de adorno que marcaban el status social del propietario.



La mayoría de los islotes del sitio fueron utilizados para fines domésticos y administrativos, pero otros fueron dedicados a asuntos de entierro o religiosos. Encontramos talleres para la construcción de canoas (p.e. islote de DAPAHU), para la preparación de alimentos (p.e. islote de USENNAMW) o la producción de aceite de coco (p.e. islote de PEINERING), otros indicios apuntan a la existencia de almacenes, salones de reunión, lugares ceremoniales, prácticas de tortura, tesoro de armas, fabricación de velamen, una función de rompeolas, criadero de almejas, cuartel militar, morada de espíritus, cocinas con sus hornos para preparar medusas “a la Madol”, incluso un área de curación, recintos para el mantenimiento de tortugas que alimentaban la anguila sagrada, centro de comunicaciones, áreas residenciales, tumbas, etc….


Canoa de Pohnpei. Los isleños de Micronesia se encuentran entre los más grandes marineros del Pacífico Occidental. Construyeron canoas con estabilizador capaces de hacer viajes largos y utilizar conocimientos avanzados sobre posiciones de estrellas, vientos, patrones de olas y corrientes marinas.







A continuación una pequeña relación sobre los islotes y sus actividades fruto de los datos recabados durante décadas por muchos investigadores, fueron reunidos y compilados en el trabajo de MCCOY et al. A new archaeological field survey of the site of Nan Madol, Pohnpei. Rapa Nui Journal, 2015, vol. 29, no 1, p. 5-22. Al final del artículo el lector interesado podrá encontrar una relación de bibliografía utilizada en la elaboración de este humilde monográfico.

-PEINMET. En el islote tenían cabida actos ceremoniales para la concesión de títulos de jefatura, otorgados por los Saudeleur, títulos como el de “Nahnken”, que tras la caída de los Saudeleur derivaría en el título de jefe Nahnwarki.

-REILAP. Este islote era conocido por la población con el término UASAU (“Ese lugar”). La tradición atribuye a este islote un carácter siniestro ya que se produjeron torturas. El islote contaba también con una estructura residencial y enterramiento.

-REITIK. La tradición atribuye que en este islote tuvieron lugar ejecuciones.

-SAPWEL. Fue la residencia de un jefe supremo que según a historia local se suicidó para evitar un castigo. -Seguramente este jefe conocería las torturas que se practicaban en Reilap y no soportaba la idea de tener que padecer los suplicios de “ese lugar” tan desagradable.-

-PEIKAPW. Aquí residieron los sacerdotes de mayor rango durante los rituales que se realizaban en el islote de Idehd. Disponía de un espacio para bailarinas que participarían en alguna danza ritual. Hay varios enterramientos, algunas tradiciones sugieren que el cuerpo de héroe Isohkelekel (el extranjero que derrocó a los Saudeleur) está enterrado aquí. Este islote contiene cuatro charcas donde se mantenían tortugas, posiblemente con el objeto de sacrificarlas a las anguilas sagradas. Se ha apuntado una cerca de agua como medio mágico en el que se podía ver cualquier lugar del mundo, esta creencia sin duda infundiría temor entre aquellos que pensaran cometer alguna deslealtad hacia sus superiores, bajo el temor psicológico de poder ser descubiertos por unos ojos que todo lo ven.

-PAHN KADIRA. Fue la casa de los Saudeleur. De este islote se tiene bastante información, contaba con estructuras residenciales, de culto, de producción de comida y de producción de dolor (más tortura) que se ejecutaba en un muro de piedra. Durante su construcción se cuenta que los errores se pagaban muy caro, si una cuadrilla permitía que una esquina se derrumbase también caerían los trabajadores. Aquí estaba la residencia del Saudeleur, su familia y sirvientes, con recintos para cada uno. Contaba también con un templo dedicado a Nahnsapwe (dios del Trueno) o tal vez el espíritu Nan Kieil Mwahu en una plataforma central escalonada. El Saudeleur también gozaba de secciones dedicadas a cultivar alimentos, despensas y cercas de agua para bañarse -tras un duro día de gobierno-.


Para una localización más completa y detallada de cada islote puede consultarse el trabajo elaborado por el eminente arquitecto estadounidense William Morgan (1930-2016) en su libro "Prehistoric Architecture in Micronesia. University of Texas Press". 2010. pags 66-67. Mapa de Madol Pah (34 islotes) y de Madol Powe (58 islotes).

-IDEHD. Muy relevante este islote en la historia de Nan Madol, tiene un sector residencial, otro ceremonial y se dice albergaba un tesoro de cultura material. En esencia destacaba por ser el hogar de una anguila sagrada, donde se celebraba el ritual que legitimaba el poder Saudeleur. Los relatos locales sugieren que pudo esconder un tesoro de armas, nada menos que las ondas que utilizaron Isohkelekel y sus guerreros para derrotar a los Saudeleur.


-DARONG. Este islote fue utilizado para la producción de alimentos, como la cría y cultivo de almejas, cuyas conchas están todavía por todo el islote. Las tradiciones afirman que había conductos que permitían la entrada y salida de vida marina, pero hoy están atascados por el fango y la broza.

-DAU. Islote dotado de un cuartel para soldados, residencia, muelle para canoas, cocina equipada con un horno donde se cocinaban medusas, y piedras para afilar hachas. Presenta enterramiento asociado a la piedra de sakau (Kava), vinculada a ritual de enterramientos que también se hallan aquí. Había otra anguila sagrada en este sitio.

-PEHIDOH, así como otros muchos islotes PEINMEI, LIKINDALOK, IMWINIAP, PEINUHT, SAPWENLUHK, INWINMAP, MAP, SAPWENGEI, SAPWOLOS, AINIAR, SAPWENPWE, PEINIAP, SAPWEKAPW, SAPWENDAU, SAPWUHTIK, SAPWUHDIR, SAPWUHDIR, etc… sirvieron principalmente de residencias sacerdotales, lo que indica el gran peso religioso que tenía esta ciudad.

-USENNAMW (USENDAU). Por su forma irregular compuesto de tres cuadrados se le conoce como “Estrella de la Laguna” y sirvió como cocina de los Saudeleur y luego de los Nahnmwarki.

-PWULAK. Islote que fue utilizado como lugar de culto y poseía un casa donde moraba un espíritu importante.

-PAHSEID. Al igual que en Peikapw este islote fue utilizado para conservar a las tortugas que servían de alimento a una anguila sagrada en Idehd.


-PEIKAP SAPWAWAS. Este islote era el centro de comunicaciones de Nan Madol. Las señales serían emitidas por medio de tambores y caracolas marinas como la Charonia Tritonis (Trompeta de Tritón) utilizada por muchas culturas y cuyo tamaño puede llegar hasta el medio metro.






-NARUKEO. Pequeño islote rectangular básicamente su función sería de rompeolas, como el de LELOU, POHNMWEIRAK, NAN MWOLUHSEI (éste último islote también servía como amarre de canoas y la tradición cuenta que era la entrada a una mítica ciudad submarina)… Muchos islotes se duplicaron como parte del rompeolas, teniendo algunos un nombre diferente.

-KARIAHN. Islote funerario donde eran enterrados los sacerdotes de mayor rango (los que vivirían en Peikapw). A diferencia de las tumbas más humildes, se distingue un tipo de tumba monumental identificada como un lolong, que consiste en una plataforma de piedra (base), una cámara de entierro (cripta), y una pared perimetral (muralla) con una entrada, tal y como se muestra en esta representación. El término lolong no tiene traducción exacta en Pohnpei, sencillamente es referido con la idea de protección otorgada a la pared “que envuelve”, “que pone a salvo”, lo que hay dentro.


Las tumbas de piedra tipo lolong están datadas según el arco cronológico 1100-1600.
En el islote se han hallado muchas piedras sakau (kava). Se ha podido documentar arqueológicamente un ritual que consistía en el golpeo de estas piedras rituales "sakau" contra una losa de piedra llamada “peithel”, pero los detalles no se conocen. Los artefactos encontrados dentro de los recintos de tumba son escasos, pero nos proporcionan pistas que ayudan a esbozar cómo eran las prácticas funerarias. Las piedras suelen encontrarse delante de la entrada principal del lolong o dentro del recinto, a veces también hay otros objetos como pequeñas alineaciones de piedras y martillos de piedra "moahl" vinculados a estas piedras rituales.


-NAN DAWAS. Islote funerario y ceremonial de primer orden.


En la historia tradicional se cuenta que este es el lugar de enterramiento del Saudeleur y posteriormente fue utilizado por los gobernantes Nahnmwarki.

“Arquitectónicamente, todos los lolong son construcciones sustanciales, incluso las más pequeñas consisten en aproximadamente 25 a 30 metros cúbicos de basalto con una masa de aproximadamente 70 a 85 toneladas métricas. La construcción de tumba de piedra más grande, Nan Dawas, en Nan Madol es de cerca de 8.000 metros cúbicos de volumen, lo que representa 20.000 toneladas métricas de piedra de basalto y coral.”

WILLIAM S. AYRES y KATHERINE SEIKEL.
“Burial practises in the Archaeological record on Pohnpei, Eastern Micronesia.”
Studies in Global Archaeology nº20.



La tumba más destacada y mejor preservada del complejo funerario ocupa una superficie de 350 m2, el sepulcro está rodeado por murallas que rebasan los 7 metros de altura. Otra particularidad es que la construcción principal del complejo se halla en el extremo oriental que señala el nacimiento del Sol.


Se han conservado ornamentos de concha que son frecuentes dentro del ámbito funerario, son marcadores del status social y político. En tumbas de gran peso político como Nan Dawas se hallaron miles de cuentas de disco de concha de Strombus (Strombidae) y Tridacna (Tridacnidae). Se utilizaban en collares, cintos, brazaletes y en las orejas.


-PAHN DAWAS. Este islote sería inicialmente utilizado para preparar los alimentos de los obreros y trabajadores según apuntan las tradiciones, la arqueología encontró hornos "uhmw" donde se cocinaban medusas y anémonas de mar, después sería utilizado como cuartel para soldados. Se ha encontrado un entierro.

-KENDEREK. Presenta este islote un área de residencia y otra ceremonial. Kenderek era la última parada de las procesiones fúnebres tras la celebración de un banquete y una danza ritual. Se ha reportado un muelle para canoas y más hornos "uhmw" para cocinar medusas.

-LEMENKAU. Es bien conocida por ser un área de curación, localizada próxima a una “gran piscina” que acaparaba la magia o energía nociva. Hay un área residencial y abundan también estas piedras sakau asociadas a enterramientos.

-PEHI EN KITEL (PEINKITEL). Islote de carácter funerario y ceremonial, peculiar por su forma trapezoidal y porque parte del mismo discurre en tierra. Posee varias tumbas, de las cuales se cuenta que pudieron pertenecer a los sacerdotes hechiceros Olisihpa y Olosohpa, primeros Saudeleur. Otra tumba pudo ser del héroe Isohkelekel.


Poco más sabemos de lo que acontecía en esta ciudad de piedra. Sobre el culto a las anguilas antes mencionado se descubrió que eran alimentabas con las entrañas de ciertos animales. Estas anguilas sagradas conectadas con el mar a través de pequeños canales eran honradas a través de sacrificios animales como tortugas marinas capturadas. Las estructuras megalíticas no son únicas en Nan-Madol que fue el centro cultural más grande, existen otras muchas esparcidas en un área de 18 Km2. En el complejo se han hallado varios miles de objetos, básicamente herramientas y ornamentos de concha, cerámica y herramientas de piedra. La variable distribución de cerámica en todo el sitio parece ser el resultado de diferentes fases de construcción, así como de diferentes funciones asignadas en cada islote artificial.

Se han señalado vestigios más llamativos como tesoros hundidos, según refieren testimonios de algunos exploradores que visitaron la misteriosa ciudad, aunque no existen pruebas sobre tales afirmaciones.

"El complejo de Nan Madol “incluye varios túneles, un muro de unos 900 metros de longitud y 15 metros de altura, canales y tumbas…/… Se ignora hasta dónde conducen los túneles…/… Una antigua leyenda local sostiene que en el fondo del mar está sumergido un inmenso tesoro de metales preciosos…/… Los nativos afirman que los japoneses, mientras ejercieron la administración de la isla, recogieron abundantes cantidades de platino sumergido.”

HERBERT RITTLINGER (1909-1978). Explorador, fotógrafo y escritor.


Es importante destacar que Nan-Madol no era autosuficiente, carece de tierra cultivable y agua dulce, no podía subsistir por sí misma sin los suministros que traían una legión de sirvientes de Ponape. Tras ocuparnos de los vivos, lo que más perdura en esta milenaria ciudad es la megalómana necrópolis (Madol Powe), medio centenar de los islotes del área NW cumple esta función funeraria, como los islotes de Nandauwas, Peinkitel, Lemenkou o Karian, siempre rodeadas por altísimos muros.


8. La fundación. Los chamanes gemelos.

En la difícil tarea de reconstruir la historia de la ciudad téngase en cuenta que es sólo una aproximación que sólo puede cubrir de soslayo las enormes lagunas y carencias sobre la historicidad de muchos personajes y acontecimientos memorables que sin duda fueron considerados por los nativos. Los hechos transmitidos de generación en generación son el recuerdo insertado en un sistema mitológico vivo que entiende la realidad con una sabiduría encomiable y una forma muy distinta a la mentalidad occidental porfiada en enfoques de pensamiento maquinal y arrogante respecto a las culturas pasadas, inconsciente de las limitaciones del pensamiento racional.


Según la tradición local que al igual que todas las religiones antiguas funden su pasado con un viejo sistema mitológico utilizado por los jefes indígenas, resulta muy interesante encontrar todavía una mitología viva que todavía desempeña una función como nexo entre el pasado y el presente. El caso de Nan Madol repite la misma pauta en donde lo más frecuente es que el mito cuente un acontecimiento antiguo memorable, atribuido según los casos a un dios o un héroe semidivino, siempre destinado a perpetuar las consecuencias de sus acciones.

En general se trata de figuras divinas, mítico-históricas, que bajan del Cielo para traer a los hombres las primeras enseñanzas, en este caso para Ponape, las artes del tatuaje y del peinado, la explotación del cocotero, la instrucción de los carpinteros y de los constructores de canoas. Es común en esta primera etapa un proceso de desarrollo cultural bajo el signo de potencias celestes, que además son consideradas responsables de la aparición de la muerte, son aspectos civilizadores similares al de otras civilizaciones antiguas. En una segunda etapa, un héroe trae del Cielo el secreto del fuego, con el que se puede concluir su obra civilizadora. Este último aspecto guarda sin duda concomitancias con otros mitos universales como el de Prometeo. En esencia, básicamente los relatos de los primeros asentamientos humanos se fusionan con interpretaciones del mundo gobernado por potencias que no podemos controlar, la voluntad de sucesos biológicos, de las fuerzas naturales con la aplicación de leyes que rigen los destinos humanos, sobre su organización y normas de una sociedad.

Cuenta la leyenda que dos hermanos gemelos Olisihpa y Olosohpa, vinieron del Oeste. Para unos de Katau Peidi (Downwind o Katau Occidental), para otros de un lugar incierto (Kanamwayso o Kahnimweiso), una ciudad hundida bajo el mar. Los gemelos llegaron en una nube y descendieron en Sokehs, otra isla adyacente en el norte de Ponape. Eran constructores, ingenieros, arquitectos extraordinarios, además practicaban una muy poderosa hechicería, -sería la manera en que interpretarían los nativos la admirable capacidad organizativa para la construcción de los nuevos señores-. Además de sacerdotes eran maestros o instructores que sacaron a los pohnpeianos de su ignorancia y de su primitivismo, es una pauta que se repite en muchas culturas.


Este discurso es habitual en este tipo de transiciones para legitimar el prestigio de un nuevo grupo dominante, -es el mismo discurso universal como por ejemplo utilizaron los incas para legitimarse, para que nada anterior como los imperios precedentes les hicieran sombra-. Este proceder o reelaboración del relato mitológico se ajusta al nuevo comienzo, una nueva cultura superior en el sentido de preparar un cambio de las circunstancias sociales y políticas, en el que lo importante es demostrar el prestigio –legitimidad- de la nueva élite gobernante. Olisihpa y Olosohpa serían dos personajes reales que se hicieron con el gobierno de Ponape cuya historia acabó diluida en un relato mítico.

Los hermanos llegaron a Pohnpei para edificar allí un santuario. Un altar, dedicado al dios de la agricultura Nahnisohn Sahpw, que será adorado por la nobleza Saudeleur. Desde este altar construyeron la ciudad mediante el empleo magia en el que colocaron los primeros bloques haciendo “levitar” (término más aproximado a la voz local “oohnahnee”) las piedras con la ayuda de un dragón volador que escupía fuego y abrió los canales de un extremo a otro de la isla, porque los lugareños refieren que las piedras “se movieron como por manos de fantasmas”. La levitación practicada por “magos”, fuera del orden cósmico establecido, puede simbolizar el deseo trascendente de traspasar el reino de lo normativo. La tradición también cuenta que los dos gemelos eran más altos que los pohnpeianos nativos (otra curiosa coincidencia con los esqueletos hallados en tumbas de Nan-Madol). Cuando Olisihpa murió de viejo ascendió al Cielo (nótese esta analogía con la religión cristiana), y Olosohpa se convirtió en el primer Saudeleur. Debemos tener en cuenta que los mitos también pueden cambiar con el tiempo y las circunstancias, el relato mitológico se modifica para satisfacer los deseos de la clase dominante, pudiendo añadir elementos a la vez que se eliminan los que no interesan.

He aquí un relato de índole mítico, pero no por ello totalmente falso, en el cual se esconde un trasfondo real para justificar o legitimar la dinastía a través de un acto fundacional por parte de eximios personajes. Figuras reales que luego fueron divinizadas atendiendo a los cánones de interpretaciones indígenas, dónde no importa el detalle o exactitud puntillosa aburrida de los hechos si éstos carecen de un significado útil para la comunidad. Lo que es fundamental es la transmisión de las consecuencias asociadas, los conceptos de instrucción, organización, conocimientos, cualidades que se insertan en la cosmovisión de lo que de verdad importa, los actos civilizadores o enseñanzas. Y todo este lenguaje conlleva la utilización de elementos mitológicos que encierran una comprensión más rica, abierta o polisémica.

En el trasfondo real los gemelos comparten iniciativas y decisiones del Dios del Cielo, fundando la ciudad santuario de Sounahleng “Arrecife del Cielo”, conocida hoy popularmente como Nan-Madol.


Del mito, es muy probable que en Ponape arribó un grupo de colonos en un estadio tecnológico más avanzado liderado en origen por dos hermanos que aprovecharon para establecer una superestructura organizativa que cohesionó como nunca a todos los habitantes de la isla. Con una cultura similar tal vez enriquecida por contacto de otras sociedades isleñas y del sudeste asiático, los nuevos gobernantes asimilaron o sincretizaron sus divinidades para legitimar su poder. Estos reyes Saudeleur trajeron arquitectos e ingenieros que dirigieron a los obreros indígenas supervisados por sus jefes que participaron de la nobleza y sacerdocio establecido. Los Saudeleur replicaron un sistema de gobierno centralizador que conocían, probablemente del radio de acción o influencia cultural próxima del imperio Khmer que tenía su capital en Angkor (Camboya), que abarcó también Tailandia, Vietnam, Laos, y sectores de Birmania y Malasia. La nueva élite de Ponape acometió la construcción de una capital propia como símbolo religioso del poder gobernante. Si la nueva élite no procedía de elementos afines del imperio Khmer, es muy probable que fueran soberanos o nobleza de estados periféricos que bien se trasladaron o escaparon hacia el Océano Pacífico, hacia el Oeste exportando un sistema centralizado y una arquitectura monumental.


9. El final de Nan-Madol. La caída de los Saudeleur. El Héroe Isohkelekel.

Según explicaba el único arqueólogo nativo de la isla, Rufino Mauricio, el “Arrecife del Cielo” fue construido por los reyes Saudeleur que gobernaron Pohnpei durante 6 siglos aproximadamente, -ahora se sabe que fue mucho más, alrededor de 10 siglos-. Algunos de estos sacerdotes-reyes trajeron prosperidad, en cambio otros fueron auténticos déspotas que trajeron la desgracia a sus súbditos. Todas las tierras, lo que contenían y su habitantes serían propiedad del gobernante Saudeleur que arrendaba la tierra a clases terratenientes, los antiguos caciques de cada comunidad, que supervisarían a los plebeyos, artesanos, campesinos. Las buenas gentes que cultivaban la tierra y abastecían a la ciudad para que no faltase nada. Como hemos visto en este enclave no había cultivos ni agua potable, la población de la isla principal (Pohnpei), producía y traía todo lo que necesitaba la corte y el creciente sacerdocio de Nan Madol.

La dinastía Saudeleur fue derrocada y la ciudad abandonada antes de la llegada de los españoles. Sobre el fin de los Saudeleur la tradición oral refiere diferentes versiones acerca de los acontecimientos, no hay fuentes escritas. A grandes rasgos coinciden en el protagonismo de un personaje mítico-heroico llamado “Eye-so-Kel-a-Kel”, Isohkelekel (que significa “brillante noble” o “rey maravilloso”). Este héroe semidivino pues era hijo del dios del Trueno (Nan Sapwe), para la mayoría de investigadores de la Micronesia procedía del Este, de Katau Peidak (Upwind o Katau Oriental) que han identificado con la isla de Kosrae. Para otros investigadores vino de otra isla, meridional, por rasgos referidos como su piel oscura y rostro salvaje se sugiere que pertenecía a una etnia nativa de Papua Nueva Guinea. Isohkelekel llegó a Pohnpei con un grupo de guerreros con el objetivo de liberar a los pohnpeianos de la tiranía en que se había convertido el gobierno Saudeleur. Así, Nan Madol cuyo nacimiento estuvo asociado a la llegada de personas foráneas que trajeron un nuevo orden mediante actos civilizadores, su ocaso vino del mismo modo, de mano de otro grupo extranjero, esta vez como libertadores.


No sabemos si el conflicto fue breve o dilatado en el tiempo, las diferentes versiones citan episodios como cuando Isohkelekel estuvo a punto de retirarse al ver las imponentes murallas de piedra, lo cual debía ser comprensible -en esta imagen reluce un temible aspecto de fortificación-, o cómo a sus guerreros les aparecieron armas que estaban escondidas. Se cuenta que Isohkelekel quedó tuerto en la conquista de Nan Madol, otros relatos argumentan el conflicto. Pero ante todo, no cabe duda que el apoyo de los nativos oprimidos sería determinante. Todos los sucesos están cantando la gesta que permitió conquistar la ciudad y, en definitiva, que lograron provocar la caída de los Saudeleur y el comienzo de una nueva etapa. Al héroe Isohkelekel también se le atribuye el surgimiento del nuevo y original sistema Nahnmwarki que asumió el poder en Nan-Madol, dividiendo la isla en cinco reinos, que coinciden aproximadamente con los municipios modernos de la isla, la moderna jefatura tribal presidida por cinco jefes supremos. Pero los gobernantes del nuevo orden que residían aún en la ciudad no quisieron depender de nadie que les abasteciese por lo que decidieron regresar a sus propios distritos, a sus humildes chozas de paja, abandonando Nan-Madol para siempre.


Tan profunda fue la huella de algunos tiranos que los nativos pohnpeianos modernos ven las ruinas como un lugar sagrado que no debe ser pertubado, donde moran los espíritus de la noche, es un lugar tabú que ni siquiera los turistas deberían pisar. Si bien Nan-Madol fue un lugar sagrado lleno de altares, oráculos y templos ligados al desarrollo de numerosos cultos, tras varias generaciones los aristócratas Saudeleur se volvieron más codiciosos, soberbios y opresivos causando hambre y descontento entre la población de Pohnpei. Los indígenas hartos de la situación no vieron otra salida que contribuir a la rebelión protagonizada por un grupo de colonos micronesios que canalizó el descontento poniendo fin a la tiranía. Seguramente los crueles sucesos de una situación de grave crisis y conflicto armado son añadidos en la tradición mitológica con la lógica consecuencia de asignar a la ciudad su condición de maldita, por eso sus vestigios provocan temor y superstición. Los indígenas pohnpeianos nunca más se atrevieron a entrar al interior en las ruinas de Nan Madol.

Nan Madol fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1985. Esta faceta de lugar maldito ha dificultado la labor de convertir Nan-Madol en un centro turístico ya que existen problemas legales sobre la propiedad entre soberanía estatal y los jefes supremos soberanos de las ruinas, por lo que el sitio permanece sin protección, a la espera de poder realizarse obras de preservación y restauración más ambiciosas. En esta tesitura el Comité del Patrimonio Mundial en su XL Congreso (10-Julio-2016) incluyó finalmente a Nan Madol en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) lo que posibilitaría llevar a cabo una muy necesaria rehabilitación que aumentará la afluencia de público y las subvenciones. A diferencia de otros sitios atractivos como la Isla de Pascua que recibe decenas de miles de visitantes al año, Nan-Madol apenas es visitado por un millar.



La ciudad de Nan Madol fue inscrita también en la lista del patrimonio mundial en peligro, debido a las amenazas que pesan sobre ella, en particular el enlodamiento de las vías navegables, que propicia el crecimiento incontrolado de árboles y debilita la integridad de las estructuras, buen número de los islotes de Nan Madol han sido cubiertos por manglares. Esperamos que en los próximos años se realicen nuevos hallazgos y se disponga de información adicional que pueda resolver muchas de las incógnitas que aún planean sobre el lugar aunque siempre es más fascinante que se mantenga cierto misterio porque en ello reside buena parte de su encanto.




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